Editorial 80

Editorial 80

El mundo de la cultura está de luto por la terrible tragedia del Museo Nacional de Brasil, ocurrida el pasado 2 de septiembre, el cual, tras un incontenible incendio, perdió toda su colección de más de dos millones de piezas. La tragedia es doble, porque no sólo desaparecen doscientos años de incansable labor científica y cultural, sino que se empiezan a ver en nuestro continente las consecuencias del oscurantismo estatal que sin temor ni temblor deja de apoyar la ciencia, el arte y la cultura. Ya mucho se ha dicho que la causa de no poder controlar las llamas estuvo en buena medida en la negativa del gobierno brasileño a girar recursos para la manutención del museo y sus sistemas de seguridad. No estamos muy lejos de ese panorama en el resto de Latinoamérica.

Bueno es que, en contraparte y como auténtico gesto de apoyo a la cultura, visitemos nuestros museos. Porque así como al leer «escucho con mis ojos a los muertos», como dijera Quevedo, así también con mis ojos toco la historia y el saber de mi cultura yendo a los museos.

Por otro lado, no podemos dejar de resaltar que llegamos a la edición 80 de Revista Cronopio. Esperamos poder seguir muchas ediciones más trayendo a nuestros lectores los buenos escritos con que hemos contado hasta hoy. A quienes nos leen y nos escriben, gracias por este tiempo de compañía al lado de las letras.

Los editores.