Editorial 100

Hoy es 2 de noviembre de 2023. Escribo esto inspirado mientras escucho Now and then, la hermosa canción de los Beatles, que durante tanto tiempo permaneció oculta y que hoy precisamente se da a conocer ¡Qué mejor ocasión para dejarte llevar por la buena música y hablar un poco sobre esta Edición Especial que estamos presentando! Desde hace tiempo lo veníamos hablando. Lo veíamos lejano, y siempre nos preguntábamos: ¿Cómo y de qué manera íbamos a celebrar el número 100 de www.revistacronopio.com ? Creo que el hecho de llegar a este número mítico nos tenía, como equipo editorial, absortos desde hace más de tres años. 

 

Debo resaltar que en todos los concejos de edición semanales —aquellos momentos en los que desafiamos las leyes del espacio y del tiempo desde hace catorce años; aquellas amenas tertulias (yo conectado desde Missouri y mis amigos editores en Medellín)—, en las que leemos los textos que nos comparten tanto nuestros columnistas como colaboradores, siempre salía a relucir la Edición 100, que avizoramos como un número emblemático y especial. 

 

Esta Edición es indudablemente un número sui generis. Es la acumulación de un esfuerzo colectivo que nació en el primer semestre de 2009. El chispazo inicial de esta iniciativa se nos ocurrió a mi amigo periodista Santiago Cárdenas y a mí, justo unos meses antes de que me fuera vivir un año a Australia, en marzo de 2008. En ese entonces, Cárdenas y yo advertimos una ausencia notoria de revistas culturales en Medellín. De ese modo, pensamos en un proyecto virtual en el que fuese posible encontrar las más variadas expresiones artísticas y culturales y que abarcase la literatura, las humanidades, pero en la que también hubiera cabida para la divulgación científica. 

 

Este sería un universo virtual en el que todos los géneros narrativos serían bienvenidos (poesía, ensayo, crónica, cuento, relatos, etc.) y en el que todos los participantes tuvieran libertad absoluta para escribir lo que quisieran, siempre y cuando se hiciera desde el respeto al otro. Pensamos inicialmente en un medio en el que algunos anunciantes pudieran pautar, pero después nos dimos cuenta de que las pautas mismas pueden ser una limitante para un espacio como el nuestro. Sin anunciantes que eventualmente pudieran decidir o influir en los contenidos, en realidad nos hemos sentido libres como el viento, libres como cronopios. Somos abiertamente una iniciativa sin ánimo de lucro y así nos interesa mantenerla. 

 

Santiago Cárdenas y yo fuimos encontrando un grupo de trabajo inicial —yo los defino como los fundadores originales— que se sumaron para robustecer nuestra idea: quiero agradecerle profundamente al mismo Santiago, también a Juliana Mejía, a Esteban Galeano, a Juan Andrés Alzate, a Andrés Álvarez, por sus ímpetus para encender ese fuego inicial. Vimos entonces que esa libertad creativa coincidía con el espíritu burlón, juguetón, irreverente e iconoclasta de esos seres informes y fascinantes que Julio Cortázar creó en 1962, y por ese motivo el nombre de la revista siempre ha tenido esa fuerte presencia cortazariana. Hicimos el lanzamiento de la primera edición el 23 de abril de 2009 —el día del idioma— y unos días después, en las instalaciones de la Casa Museo Otraparte de Envigado, en el que nos acompañaron Memo Ánjel y Anacristina Aristizábal como oradores principales en esa mágica y recordada velada. Después de un tiempo, algunos de los fundadores decidieron transitar otros rumbos y Juan Andrés Alzate, Andrés Álvarez y yo, seguimos hasta esta fecha sujetando las riendas de esta criatura fascinante. Gracias a Juan Andrés por su labor permanente de editor, su destreza y habilidad para la corrección de textos. Gracias también a Andrés Álvarez, nuestro web máster y diseñador: esta idea no hubiese sido posible sin su talento para crear imágenes, diagramaciones, maquetas. Todo ese sello tan único que nos caracteriza se debe a nuestra constante dedicación. Ambos están en mi reducido grupo de mejores amigos. También hemos tenido el apoyo de editores–colaboradores que estuvieron con nosotros en esas ediciones iniciales y que dejaron una huella indeleble: Viviana Londoño, Laura Vélez Franco (2010), Carla Giraldo (2010/2011), Alfonso Quiñones (2012/2015), mi compañera de vida, mi esposa, nenúfar de mi corazón, Sandra Milena Zuluaga, quien también nos acompañó en todas las ediciones que publicamos en 2011. Asimismo, quiero darle las gracias a Jairo Zuluaga, mi padre, quien nos colaboró de manera ininterrumpida en el montaje de las ediciones entre 2017 y finales de 2021. Quiero agradecer el apoyo editorial de Gloria Ramírez Oliveri, nuestra editora auxiliar quien nos ha acompañado desde 2019: gracias infinitas por ser parte vital de nuestras ediciones–tertulias en las que leemos en voz alta, hablamos de literatura e intentamos arreglar este mundo de locos en el que vivimos. Gracias inmensas a Sara Serna Loaiza y Estefanía Montoya por compartir con nosotros sus ilustraciones. 

 

De igual forma queremos a agradecer a Gustavo Arango y a Memo Ánjel, maravillosos escritores que fueron nuestros primeros columnistas y que aún nos apoyan con sus columnas. También quiero reconocer los valiosos aportes de nuestros demás columnistas: Catalina Franco Restrepo, Reinaldo Spitaletta, Emilio Alberto Restrepo, John Estrada, Gloria Ramírez Oliveri, Oswaldo Osorio, Manuel Cortés Castañeda, Leo Castillo, Consuelo Triviño Anzola, José Cardona López, Julián Silva Puentes, Rocío Vallejo Alegre, Dinorah Cortés Vélez, María del Castillo Sucerquia, Rafael París Restrepo, Catalina Rincón-Bisbey, Luis Fernando Macías, Federico Medina, Carlos Alberto Velásquez y los materiales de columnas aportados por la Editorial Libros para pensar. Y autores que tuvieron su columna y que en el pasado nos apoyaron con sus ideas: Jaime Orrego, Santiago Andrés Gómez, Catalina Morales Vélez, Marcel Hofstetter, Jorge Machin Lucas, Jimena Vera Psaró, John Mayshash y John Harold Giraldo.

 

Ante un mundo que se agota debido a la soberbia e indiferencia del género humano, en medio de un contexto en el que reinan las noticias falsas, el calentamiento global, en el que proliferan líderes megalómanos y neo populistas, en el que no encontramos un equilibrio que nos aleje de los nefastos extremismos, con conflictos locales a flor de piel, con dos guerras (la invasión de Rusia a Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás) en donde se extermina inmisericordemente a la sociedad civil, ante esta debacle, vemos a www.revistacronopio.com como un baluarte de resistencia. Aquí seguimos de pie: pensamos lo nuestro como un proyecto colectivo impulsado por esta familia de editores, colaboradores y columnistas. Es per se un proyecto de mejoramiento del mundo en el que nos vemos como una antorcha que ilumina un túnel inmensamente oscuro y en el que la literatura, el arte, las humanidades, la ciencia y el acto rebelde de escribir, acompañados de ese compañero maravilloso que es el pensamiento crítico, permiten construir una alternativa mejor en medio de esta asfixiante y opresiva oscuridad.  

 

Amigos lectores, colaboradores, columnistas, téngalo por seguro: seguiremos adelante con esta resistencia mientras estemos vivos. Gracias por acompañarnos todos estos años. 

 

Juan Manuel Zuluaga Robledo. Director. 

Columbia, Missouri, 2 de noviembre de 2023