KAPAX: ENORME HOMBRE DE LA SELVA
Por John Mayshash*
Un día cualquiera Alberto Lesmes Rojas (Kapax) salió de Puerto Leguízamo, Putumayo donde nació hace 61 años y se radicó en Leticia, capital del Amazonas. A pesar de tener ambiciones para su vida temprana, su cabeza estaba llena de aventuras leídas en revistas o historietas de Tarzán.
Las hazañas de Tarzán de la selva en las tiras cómicas dominicales, inspiraron su vida de tal manera que hacía recordar al caballero Hidalgo Don Quijote de la Mancha escrito por Cervantes, pero en versión de ambientalista. No obstante, no enloqueció como el caballero de la triste figura. Creó en su mente un propósito muy firme y en su corazón una intención muy arraigada de proteger el medio ambiente y la selva amazónica a la que tanto ha amado.
Inspirado en sus habilidades naturales para nadar y sobrevivir en la selva, planeó y diseñó campañas de educación ambiental dirigida a los niños de las escuelas de la región, dejando huellas imborrables en cada rincón del sur de Colombia.
Una preocupación por la vida sana
Durante algunos años y con los pocos recursos adquiridos como guía turístico, llevó información valiosa a los niños de muchos sectores de la Amazonía colombiana. Durante largas jornadas, les hablaba sobre cómo vivir sanamente sin contaminar los ríos. Casi sin darse cuenta, forjó conciencia ecológica en personas de gobiernos seccionales que creyeron en sus palabras al detallar su labor desinteresada y permanente en pro del ecosistema amazónico y en su quimera por recuperar al río Magdalena.
Tocó puertas, fue haciendo “lobby” y tejiendo relaciones públicas… aunque muchas veces fue ignorado. Después de un arduo trabajo fue escuchado al emprender una acción heroica. Hace treinta y tres años pudo cumplir al fin con uno de sus principales sueños: realizar una epopeya descomunal de trabajo físico, cuando recorrió a nado limpio el largo del río Magdalena, desde el centro del país hasta Barranquilla.
Esta campaña le llevó a ser reconocido internacionalmente. Su cometido y su esfuerzo lo aplaudieron gobernantes de muchos países, gentes de todas las ideologías y estratos sociales de Norteamérica, y allende los mares, comentaron la hazaña… hasta el mismo rey Juan Carlos de España habló de él en los círculos más pudientes de Europa.
La travesía por el río Magdalena
El río grande de La Magdalena es uno de los principales afluentes colombianos. Nace en el Gran Macizo Colombiano. Su ritmo serpenteante cuenta con una longitud de 1.538 Km que cruza el 80% del país. Forma el Valle del Magdalena entre las cordilleras central y oriental. Para el tiempo en que Kapax cruzó sus briosas aguas, el río se encontraba en su peor momento. A principios de los 80, era un marasmo hídrico de basuras, desechos domésticos y trozos de madera que obstaculizaban la navegación de gran calado y la pesca.
La maratónica gesta emprendida por este titán de cuerpo musculoso hizo que todo un país centrara su atención en el hombre que recibió el sobrenombre del “Pez del Amazonas”. Como resultado de su acción, se logró consolidar buena parte de la recuperación de uno de los ríos más contaminados del continente. Su nado ligero y desenfrenado fue registrado por los medios de comunicación y se tradujo en una real advertencia sobre lo que estaba sucediendo. Su genial “perfomance” acuático fue el llamado de atención para que las autoridades recuperaran su navegabilidad y así favorecer el turismo y el comercio de sus riveras. Gracias a Kapax, se dio una nueva oportunidad a las gentes ribereñas y al río mismo.
Tres décadas después, su nuevo sueño es similar, pero con más premura que el primero. Ahora —con el cuerpo curtido por los años— más que nunca ve con preocupación cómo se deteriora el medio ambiente a nivel mundial y cómo peligra uno de los más extensos territorios que alimenta el planeta de oxigeno, de agua y vida: El Amazonas.
Una mirada perdida
Kapax es portador de una visión perdida en un futuro incierto para el planeta. Recuerda que hace un tiempo ya lejano el Amazonas era navegable en su totalidad porque tenía canal y era más profundo. No se talaban los bosques y la biodiversidad era cuidada y respetada por los indígenas de toda la región.
En la actualidad, la colonización, la invasión de la tecnología, los intereses monetarios que causan tanto daño, la deforestación misma, están llevando al Amazonas hacia un coma profundo. La ambición por captar grandes capitales, el geocidio, el exterminio de especies en vía de extinción, son factores que están desencadenando en una pesadilla. En opinión de Lesmes Rojas, los ecosistemas amazónicos ricos en biodiversidad están siendo destrozados ante la vista de todos: turistas, nativos, y nacionales.
Aquel hombre de alma y cuerpo grandes mira con tristeza cómo nadie hace nada para evitar que siete millones de kilómetros cuadrados de suelos verdes, profundos bosques, ríos y lagos inmaculados que conforman el Amazonas, sean blanco fácil de depredadores que sólo desean mucho dinero y ansias por cercenar las entrañas de estos bosques, selvas y ríos sagrados.
Sabe más que nadie que la tala de bosques trae como resultado una amplia extensión de sabanas secas, verdad que muchos científicos confirman al calcular que para el año 2050, el 40% de las selvas y bosques amazónicos dejarán de existir. Dichas acciones asesinas llevarán a que el calentamiento global sea casi 12 grados más alto que el evidenciado en el presente.
“Aún se puede hacer mucho por salvar el futuro de los seres vivos sobre el planeta, siempre que los gobiernos de todos los países se interesen realmente, que todos aportemos de una u otra manera a proteger ecosistemas, a adquirir responsabilidad, conciencia, seriedad y compromiso con lo que a cada uno competa para llevar a cabo en esta difícil tarea”, comenta Lesmes.
Mientras tanto, Kapax seguirá en su modesto pero digno trabajo en uno de los hoteles de Leticia. Siempre espera para ser escuchado, instruye en lo posible a turistas, estudiantes y ecologistas sobre el gran valor del Amazonas.
Habla con quien pueda y desea que pronto, muy pronto, los gobernantes, los capitalistas, los industriales, los medios de comunicación, los empresarios y en general todos los que somos tripulantes de esta gran nave espacial, hagamos algo por ella.
________________________
*John Mayshash es fotógrafo y periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Realizó estudios de Periodismo Cultural en España. Estudió artes visuales y fotodiseño en Francia. Ha colaborado como periodista integral en revistas internacionales como National Geographic, Geomundo, Vida Silvestre, Fotomercadeo, Viajes y Aventura. Es colaborador del periódico El Colombiano de Medellín. Dentro del periodismo cultural, se especializó en temas como la ecología y conservación ambiental. Es miembro colaborador voluntario de Proaves y conferencista universitario.
Enhorabuena Kapax, avanzas con tu propósito de manera muy decidida y segura. El éxito te espera al final de tu jornada. Ojalá que todos se preocuparan por el medio ambiente como tú lo haces. Sigue adelante, mensajero de lo mejor.
excelente articulo de una excelente persona ,visionario de todos los problemas que hay a nivel mundial a nivel de medio ambiente ,y sobre todo en nuestras selvas hoy tengo cuarenta años y aun recuerdo que su nombre andaba de boca en boca y su mensaje de alguna manera influyo en mi forma de ver la naturaleza, gracias por este articulo
Muy buena reseña de este personaje, que tuve la fortuna de conocerlo de vista y trato en Puerto Leguízamo, ahora que vivo lejos de mi país, con nostalgia recuerdo los tiempos que viví en ese paraíso, agradezco al periodista John Mayshah. poreste artículo.
Muy buena y necesaria la labor que ha venido desempeñando kapax lo mismo que el periodista del artículo, pero para una misión tan grande se necesita mas esfuerzo de todos…
Admirable, ojala todos como el, amaramos, respetaramos e inculcaramos la importancia del cuidado del medio ambiente