Por Leo Lobos*
«Cada aventura poética es distinta y cada poeta ha plantado
un árbol diferente en este prodigioso bosque parlante»
(Octavio Paz)
En la era de las redes sociales, la información y desinformación sin fin, de la omnipotencia de la Internet como vehículo y canal de comunicación, de la banalización de las ideas, el escepticismo generalizado, la falta de editoriales con proyectos inclusivos y masivos que den cuenta de la bio y bibliodiversidad cultural y la supremacía de lo visual por sobre la palabra es el escenario donde la poesía contemporánea irrumpe y donde además debe soportar a los que dicen que ella debe reducirse a ciertos temas, formatos, ciertos lugares y colores como si se tratara de una vaca sagrada presa en una cerca inalterable.