Literatura Cronopio

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La antesala del siniestro

LA ANTESALA DEL SINIESTRO Y OTROS POEMAS

Por Álvaro Acevedo M.*

Junto al tic tac del reloj
quiere encontrar razones
exprimiendo un corazón
que derrama con desdén
sin fuerzas ni emociones
lágrimas desconsoladas
al compás de una oración.

Consumida de pasión
se levanta sin caprichos
entonando la canción
rezando con devoción
al caudillo salvador
al ejército maltrecho
a los infames preceptos
de su contrarrevolución.

HEREDEROS

Con banderas e ideologías
mentira tras mentira
palabras fingidas
de un mundo acabado
que al mantener la calma
subsidia hipócritas públicos
de consensos corruptos
sucios y perversos
ratas del erario.

Bendita miseria
de aparente altruismo
que en sucesión de discursos
desaparece y subyace
entre cómplices criminales
enquistados por artificios
absurdos y superficiales.

Herencias de infortunios
sobre presupuestos moralistas
discriminaciones aceptadas
sobre clasismos vanguardistas
ocultando desigualdades
bajo el manto de raíces esclavistas.

No es el héroe foráneo
ni el sistema caduco
es la consecuencia
de los llantos
de los hijos del campo
que alzaron su canto
con sangre nativa
siendo explotados
sin más que denuncias
al ser segregados.

Mentiras macabras
soportan el árbol
podado en sus ramas
sin más que dolor
con los pies descalzos
vaciados de honor
justificando rasos
sin pedir perdón.

Privilegios castrantes
denuncian supuestos
útiles como terapias
de liberación farsante
yogis armónicos
puros y errantes
llenos de paz
con tiempo en sus vidas
y arcas rebosantes
herencia patriarcal
del latifundio ignorante
del señor feudal
violento y tajante.

DE MENTIRAS Y FILÓSOFOS

Condenada omisión
suponiendo nociones
ayer inexistentes
justificando acciones
mientras el odio crece.

Experiencia perversa
sin comprender ni sentir
solo en negación
de lo ya interpretado
de lo ya preguntado
de lo ya imaginado.

Filosofía estéril
disfrazada de inocente
acechando con aires
de superioridad indolente
sustentada en barbaries
y reflexiones ausentes.

Destino inescrutable
marcado por ausencias
manifestaciones de advertencia
que demandaron atención
y hasta obediencia.

Lo que no debe ser
mejor que suceda
sin importar que el vivir
sea más de sentimientos
que de tiempos o certezas.

Mente inmadura
carente de juicio
útil a cuestionarios
sobre hojas de cuadernos
ya en basureros
rodeados de infantes
que aprenden historia
planchando en sus manos
letras falaces
blindadas por fuero
injusto y rampante.

Rogando a este mundo
un ritmo constante
en un tiempo imposible
que secuenció antes
para hoy incrustarse
en el pasado muerto
como devenir perpetuo
sin rumbo loable.

El alma inconforme
huye por tristeza
buscando refugio
en ritos paganos.

Su último legado
de un sueño acabado
de promesas fallidas
de olvido lleno de llanto
por el precio pagado
de volver desdichado
al templo sagrado.

Preguntas banales
que evaden verdades
engendran más dudas
en la adultez errante.

Sintiendo flagelos
latentes por décadas
que a más no poder
demuestran crudeza
por fuera del caos
destruyendo al heraldo
que enviado por dioses
justificó el pecado
de aquellos injustos
convertidos en nobles.

Sufriendo abandono
de ninfas precoces
de flores marchitas
de sus propias voces.

Dilatando el dolor
disfrazando el ardor
cargando la culpa
por actos atroces
de violación y lujuria
que nadie conoce.

TESTIGOS EXILIADOS

He visto banalizar
colectivos orgánicos
culturas que resisten.

He visto drenar
la esencia de lo real
trivializando razones
desprestigiando luchas
y gestando miedo en lo vital.

He visto su empeño
en engañarse a sí mismos
con causas vacías
que desprenden el hedor
de muertos buenos
e inocentes malos.

He visto a ególatras
vestidos de blanco
disparando odio
contra hombres hermanos.

He visto a honorables
escupir patriotas
almas oriundas
que contaminan linderos
pulcros y embusteros
expropiados sin disputas
por invasiones perpetuas
por masacres antiguas
por torturas funestas
en senderos olvidados
decorados por Cayenas
y por cuerpos sepultados.

He visto que evitan
he visto que ignoran
he sido testigo
de la realidad injusta
de la culpa a los nadie
de la condena en disputa
de la usurpación estética
de la danza mortuoria
de la revolución errante.

He visto con locura
el terror andante
la obscuridad absoluta
en el pueblo que arde
que sigue bailando
al son que le imputa
la corrupción constante
heredera profana
de una democracia farsante.

LOCURA LIMINAL

Tristes prodigios
cegados por su brillantez
convertidos en carátulas de                libros
sin páginas que leer
vendidos por millares

Terminaron                 domesticados
por estructuras estructurantes
llevados a su auto explotación

Corriendo tras el cáliz del éxito
bebieron con egolatría
esa mentira escrita
sobre párrafos                que no dicen nada

Triunfos necróticos
escurriéndose entre sus dedos
drenando insatisfacción
desvaneciéndose         sobre la utopía
de un esfuerzo justificado

Décadas de energías dispersas
hoy derramadas
perdidas
sin más que palabras
fantasías                      de mundos
irreales

Experiencias difuminadas
por virtualizaciones prematuras
forjadoras de anfitriones ubicuos
que perpetúan los legados heterotópicos
de existencias liminales
condenadas al exilio
por el abrazo de la locura

BOTAS QUE NO CALZAN

En el éxodo inacabado
sus manos labraron la tierra
en un árido horizonte
inciertos e inseguros montes
rodearon de temores
la esperanza de una promesa.
Mensajes de muerte
acorralaron al sueño
que repleto de mentiras
luchó por ser consumado.
Lo que debió ser
mientras camina y ruega
fue despojarse de su tierra
para huir del abandono
que con dolor siente
espió sus pecados.
El precio pagado
por memorias robadas
es una venganza
por los muertos
hoy sepultados.
Dueño de poco
pero eso poco
dice con orgullo
corre por sus venas.
Con rula ajena
se perderá en el monte
y cortará maleza
y no sabrá que ahí se esconden.
Caprichoso viaje
de un futuro incierto
limpiando el terruño
de su constante infierno.
Una última estocada
que no le pertenece
advertirá el filo
de sus últimos vaivenes.
Sus cortes de machete
clavarán en la corteza
un cuerpo en el anonimato
tendrá unas botas puestas
que no le pertenecen
y un camuflado
que de seguro
será usado.

___________

* Álvaro Acevedo M. es etnógrafo, antropólogo, poeta, narrador y ensayista colombiano. Profesor titular de la Universidad de la Costa (Colombia). Doctorante en bioética; Magíster en Educación y cibercultura; Magíster en Comunicación y Desarrollo. Miembro de la Red Iberoamericana de investigadores en Animé y Manga. Experto en estudios sociales sobre videojuegos y subjetividades. Autor de los libros «Hacia una cultura digital orgánica», «Entre comida y resistencia», y «La vida en los pensamientos de Cristal». Ha publicado diversos artículos de alto impacto, además de algunos libros y textos literarios de escritura creativa.

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