MELANCOLÍA DE ARTISTA

Por Miguel Ángel Morales Mejía*

MEDITACIÓN SOBRE LA CALAVERA DE ADÁN

¿Qué es la calavera de Adán? Me pregunto.
Acaso, el vestigio
de una criatura incompleta y soñadora
otrora animada por una mínima luz,
por una joven alma,
tal vez por un deseo infinito
de fundirse en todas las cosas:
en el sonoro correr de la cascada,
en la tibia sombra de una ceiba,
en la mirada y beso cultivados de la amada.¡Qué curioso! Adán, el centro de la creación
escrito al revés es Nada. Sí, nada como
esta calavera suya,
que con cierta repulsión y lástima
giro entre mis manos.

PERDER LA VIDA

«Hay que ganarse la vida».
Esto es lo que nos han enseñado
e impuesto generación tras generación.
Pero en realidad solo la hemos
perdido de este modo.
«Vivir para trabajar» ¿Para eso
nacen los hombres?
Tras retornar de la oficina
intentas distraerte un poco.
Pero sigues muy solo en la umbría
con la mirada extraviada
en la antigua noche.
¿Dónde está la vida, la felicidad
que tanto extrañas,
que alguna vez te prometieron?

MIENTRAS LA VIDA PASA

Mientras la vida pasa
alguien contempla sus otras vidas,
y los pájaros siguen cantando
en un sombrío día
y las nubes juegan,
se arraciman y disipan
graciosamente,
y las estrellas resplandecen
impasibles ante la necedad
y miserias de los hombres.
Mientras la vida pasa
ciertas cosas permanecen:
el sol, la lluvia,
el sueño de las hojas,
de los campos,
de los girasoles,
de los grillos,
del aire.
Mientras la vida pasa
alguien escribe una carta de amor
que luego echará a la hoguera,
y un buen hombre imagina
que es un riachuelo el planeta.
Mientras la vida pasa
una antigua armonía
habita las horas, el silencio,
y una canción sin palabras
que ya nadie escucha
trae un poco de esperanza
al corazón cansado e inquieto.
Mientras la vida pasa
alguien se asoma
al albo paisaje de sus sueños,
y un ángel vestido pobremente
vagabundea por las calles
de una caótica ciudad.
Mientras la vida pasa
un profeta nace y otro muere
en el exilio;
un músico toca su violín
para las gentes que temen amar
y ser libres.
Sí, porque mientras la vida pasa,
también pasa la felicidad
de tanto aplazarla.

UN ESCULTOR

Algún día conocerá
el secreto de las piedras,
del mármol,
de su albo corazón.
Comprenderá por fin
que la belleza de las piedras
es solitaria,
que son femeninas
y soñadoras,
y que solo quien las contemple
con ojos de poeta,
sabrá descubrirlas,
darles forma.

* * *

Los presentes poemas hacen parte del poemario «Melancolía de artista», publicado por Fallidos Editores en 2019.

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*Miguel Ángel Morales Mejía (Medellín, 1975) es Maestro en Artes Plásticas, pintor y poeta. A la edad de 13 años inició sus estudios de dibujo y pintura con los salesianos, teniendo como modelo la naturaleza. Posteriormente ingresó al Instituto de Bellas Artes de Medellín y al taller de la maestra y crítica de arte Libe de Zulategui. En 1995 publicó sus primeras ilustraciones en El Dominical del periódico El Colombiano, hoy Generación. Ha expuesto individual y colectivamente en Colombia y el exterior con cerca de cincuenta exposiciones. Asimismo, su obra plástica fue premiada en el Salón de Artes Plásticas de Comfenalco Antioquia, en 2004, Salón de Empresarios en el Arte de la Cámara de Comercio de Medellín, en 2005, entre otros premios. Fue el artista destacado de la edición 99 de Revista Cronopio.

De igual modo, participó en diversos festivales de poesía como El Séptimo Festival Alternativo de Poesía de Medellín, el segundo, tercer y cuarto Encuentro Internacional de Poetas al Viento, y el XVIII y XIX Encuentro de Poetas Comfenalco Antioquia.

Escritos suyos han sido incluidos en antologías del Encuentro de Poetas de Comfenalco, Poetas al Viento, revista de creación poética La Bisagra y la revista virtual Gotas de tinta. En 2019 fue uno de los ganadores del concurso de la Editorial ITA de Bogotá, en la categoría de poesía con el poemario El libro de las Evocaciones. En 2019 publicó el poemario Melancolía de Artista con Fallidos Editores.