LAS INTERCEPTACIONES ILEGALES DEL DAS: UN EJEMPLO CLARO DE MALA GERENCIA
Por Marcel Hofstetter Gascón*
El país ha quedado estupefacto una vez se ha desvelado gran parte de la trama de las llamadas chuzadas realizadas por el Departamento Administrativo de Seguridad –DAS- durante el segundo cuatrienio del ex Presidente Álvaro Uribe Vélez. Parece inverosímil que bajo la batuta del Presidente más eficaz contra el crimen del último siglo, se haya tejido las más perversa red de espionaje contra la Corte de Justicia, la oposición y varios periodistas, entre otras personalidades de la vida nacional. El último capítulo de esta lamentable historia, la escribió Maria del Pilar Hurtado al serle otorgado un asilo político que le permite evadir de manera temporal la acción de la justicia.
Maria del Pilar Hurtado fue la máxima cabeza del organismo de inteligencia durante el período comprendido entre el 31 de agosto de 2007 hasta el 24 de octubre de 2008. En tan sólo trece meses de gestión se introdujo una estrategia integral que buscaba el desprestigio público de los principales opositores al Gobierno, según el acervo probatorio adjuntado por los subdirectores procesados. Resulta paradójico, que mientras sus principales subalternos están pagando las respectivas penas carcelarias, la principal responsable de la entidad goce de privilegios en el exilio.
Ser director o gerente de cualquier institución, sea pública o privada, implica una serie de responsabilidades y riesgos ineludibles. La gerencia debe ejecutar eficientemente los procesos de planeación, organización, liderazgo y control que contribuyan al logro de los objetivos institucionales. Así mismo, Jennifer George y Gareth Jones afirman en la obra “Organizational Behavior” (Prentice Hall 2000), que el gerente es la persona responsable sobre el uso de los recursos de una organización.
La justicia colombiana aún no ha dictaminado el grado de culpabilidad de la ex Directora en los hechos de las interceptaciones telefónicas, por lo que caben dos hipótesis: la primera, en la cual ella ordenó directamente las interceptaciones, o la segunda, donde sus subalternos las realizaron por su cuenta y riesgo. En cualquiera de los escenarios mencionados, se palpa una gerencia mediocre al dirigir esfuerzos en objetivos diferentes al de la misión del Departamento Administrativo de Seguridad, que consiste en proveer información para la toma de decisiones relacionadas con la seguridad interior y exterior. En caso de ser inocente de la imputación, la debilidad directiva nace de la incapacidad de planear, organizar, liderar y controlar el trabajo de sus más inmediatos colaboradores.
Más allá del dictamen de la justicia, a la Dirección le cabe la responsabilidad de lo sucedido. Un directivo debe respaldar a su equipo de trabajo, y asumir las consecuencias de los actos de la institución. Resulta inadmisible que la principal responsable de la institución de seguridad nacional huya del país sin clarificar su participación en el ilícito. Es sin duda un pésimo precedente en la cultura del buen gobierno y la institucionalidad.
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* Marcel Hofstetter Gascón es director del Programa de Economía y Finanzas Internacionales de la Universidad de La Sabana.