Alfil Cronopio

LA DESAPARICIÓN DEL PARTIDO DE LA U

Por Marcel Hofstetter Gascón*

Cuesta creer que el Partido de La Unidad Nacional que eligió a Álvaro Uribe Vélez II y a Juan Manuel Santos a la Presidencia de la República con abrumadoras mayorías, se encuentre hoy a punto de desaparecer.
El partido fue construido por el actual Presidente, con el objeto de aglutinar a la mayor cantidad de fuerzas gobiernistas bajo el liderazgo del ex Presidente Uribe. Desde el punto de vista operativo, era una jugada maestra, dado que el Presidente recogía a todos los políticos que viven literalmente de la política, sin manifestar ideología alguna.

Una vez el liderazgo del ex Presidente Uribe se empezó a resquebrajar, Juan Manuel Santos se hizo al Partido con el objeto de capitalizar el gran apoyo ciudadano que en ese momento tenía el ex mandatario. Un año después de la elección presidencial, el Partido de la U languidece a punto de dormir el sueño de los justos. El Partido parece sin ideario, viéndose obligado a asumir las políticas liberales del Primer Mandatario, caracterizadas por ser opuestas a las esgrimidas por Álvaro Uribe. La Ley de Víctimas, la promesa de cobertura universal en salud, y los rumores sobre la búsqueda de la paz por la negociación política son claros ejemplos del giro en las políticas que le ha impreso el nuevo ejecutivo.

En ese orden de ideas, el Partido Liberal y Cambio Radical han ganado el pulso, capitalizando la influencia del nuevo escenario político. Lo que fuera el partido del poder, se encuentra hoy prácticamente marginado, con una influencia mínima en el debate y en la formulación de la política pública.

La explicación a esta debacle, que va a impedir que el Partido trascienda en el tiempo, se debe a la falta de una visión de la sociedad, la carencia de una organización interna, y a la inexistencia de un líder capaz de convertir al Partido como una auténtica opción de poder.

La Política de Seguridad Democrática fue la principal apuesta, y prácticamente el único elemento presente en el ideario del Partido. La visión de la sociedad era en consecuencia muy limitada. Diez años han pasado desde que la fuerza pública tomó la ofensiva con notables éxitos, sin poder desarticular completamente a los alzados en armas. La U se queda sin ideas sobre el camino a seguir.

Continuar con la ofensiva militar no conducirá a la solución del conflicto, por lo que se deben buscar alternativas que no están en su identidad. La ausencia de debate interno que contribuya a la creación de nuevas ideas para la construcción de una mejor sociedad lo ha ido relegando. Su líder, Álvaro Uribe Vélez, se encuentra enfrentando duros cuestionamientos sobre sus ocho años de gobierno, y su sucesor, Juan Manuel Santos, gobierna a espaldas del Partido. Al Presidente Santos, el Partido de Unidad Nacional ya no le sirve. Es más, su desaparición lo beneficiaría, al borrar de esa manera el último vestigio del uribismo.

La reflexión debe conducir hacia la construcción de verdaderos partidos políticos interesados en el estudio profundo de los problemas que aquejan a la sociedad. Esto permitiría una mayor comprensión de la sociedad, y la consecuente elaboración de políticas adecuadas, con impactos positivos sobre las generaciones venideras.

Para ello se requiere que los políticos y sus organizaciones adquieran una visión de largo plazo, por encima de las migajas que el poder les deja. De esta manera las organizaciones políticas podrían trascender en el tiempo, evitando agonizar al poco de haber sido creadas.

¿Podrán entonces los partidos políticos estar a la altura de las necesidades del país?

Juan Manuel Santos asegura que el Partido de la U es el partido del futuro en Cúcuta, Norte de Santander, Colombia, antes de las elecciones legislativas del 2010. Pulse para ver el video:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=Gv0eKrkQv7Y[/youtube]
___________
* Marcel Hofstetter Gascón es Director del Programa de Economía y Finanzas Internacionales de la Universidad de La Sabana.