LOS ELEMENTALES ERRORES DE LOS CUATRO MOSQUETEROS Y DEL HOMBRE DEL MEGÁFONO
Por Marcel Hofstetter Gascón*
La victoria de Gustavo Petro para la Alcaldía de Bogotá, y la derrota de los candidatos apoyados por el ex Presidente Álvaro Uribe Vélez constituyen los hechos políticos más relevantes de la jornada electoral del pasado 30 de octubre.
Gustavo Petro tenía hace unos pocos meses un entorno político complejo, caracterizado por una elevada imagen desfavorable fruto de sus valientes y polémicos debates en el Congreso, magnificado por su oscuro pasado en la guerrilla del M-19.
Ante este difícil panorama estructural, Gustavo Petro se alzó para sorpresa de muchos con un triunfo categórico e inapelable. Más que una victoria de los progresistas, los resultados evidencian una contundente derrota de la centro-derecha, que desperdigó el voto en cuatro buenas opciones –los cuatro mosqueteros- encabezadas por Enrique Peñalosa, Gina Parody, Carlos Fernando Galán y David Luna.
Los protagonistas de la novela de Alejandro Dumas tenían como mantra “uno para todos y todos para uno”, en el que se evidenciaba el sacrificio de todos y de cada uno de los miembros en busca del objetivo común. Nuestros mosqueteros en cambio, interpretaron que podían llegar al Palacio de Liévano de manera independiente, luchando por el mismo espacio del espectro político en una visión criolla del “todos a una” –la alcaldía-. Este fenómeno condujo a que el elector no fuera capaz de evidenciar diferencias significativas entre las propuestas de gobierno. La inexplicable división condujo a una tranquila campaña y posterior elección de Gustavo Petro. Los cuatro mosqueteros nativos no visualizaron a tiempo, la tremenda derrota que el candidato del centro izquierda les estaba infligiendo. Ninguno de los cuatro planteó una propuesta innovadora que lograra aglutinar el voto independiente, ni se gestaron alianzas estratégicas que amenazaran el liderato de Gustavo Petro. En las estrategias implementadas por los mosqueteros, primaron los egos y los mezquinos cálculos futuristas generando un error de principiante: la elección de su principal opositor.
Mención de honor dentro de los errores de principiante merece el ex Presidente Álvaro Uribe. Después de varias giras proselitistas con megáfono en mano a lo largo y ancho del país promoviendo a varios candidatos regionales, casi la totalidad de los apoyados fueron derrotados inexorablemente. El abrazo de Álvaro Uribe Vélez no sólo no sumó, sino que condenó a varias candidaturas a una derrota irremediable. El país no había experimentado a un ex Mandatario vinculado de lleno en la política regional, abandonando el Olimpo, aquel lugar de privilegio exclusivo para los que han ocupado la Primera Magistratura. Los ocho años de gran estadista quedaron súbitamente desfigurados en el “hombre del megáfono”.
No en vano su popularidad ha caído veinte puntos en lo que va corrido del año, ubicándose en un mediocre 50%. Un error elemental que confirma la importancia de saber renunciar a tiempo.
Sendas lecciones para la reflexión.
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*Marcel Hofstetter Gascón es Director del Programa de Economía y Finanzas Internacionales de la Universidad de La Sabana.
Gustavo Petro, elegido alcalde de Bogotá. Cortesía del Canal Caracol:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=wg5x6gN6XAw[/youtube]
Buen artículo. Análisis certero:
– El ego de los de centro-derecha primó y el de izquierda ganó.
– AUV y su ego aún más grande lo cegó y uno de sus verdugos lo decapitó.