LA VINCULACIÓN SIMBÓLICA DE DOS CONTINENTES A TRAVÉS DE SKYPE EN HONOR DE LA MEMORIA DE LILY GRAFULIC
Por Branka Bezic Filipovic*
Traducción de Helena Besovic**
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El 14 de mayo de 2014 en Split, Croacia, la fundación para la emigración croata junto con el centro cultural de la isla de Brac, honró la memoria de la escultora chilena de origen croata Lily Garafulic, con motivo del centenario de su nacimiento.
Los invitados fueron recibidos por Jasna Damjanovic, la directora del centro cultural de la isla de Brac, y por el alcalde de Nerezisca Lovro Kuscevic. Sobre la vida y la obra de Lily Garafulic habló Branka Bezic, representante de la fundación para la emigración croata, y después se mostró una película sobre la artista chilena de origen croata. El regalo especial de la noche fue la conversación por Skype con la sobrina de Lily, Gloria Garafulic Grabois, quien en compañía de su familia se comunicó con Croacia desde el museo de Arte Contemporáneo, en Santiago de Chile. El evento fue coordinado por Renee Ivin, la consejera cónsul de la embajada de Croacia en Santiago. Con los invitados ya mencionados, desde Brac también se comunicaron con Chile varios familiares de apellido Garafulic, junto con los escultores Lovro y Pero Jaksic, la pintora Dina Jaksic, y la pareja casada de Sandra y Janez Nejasmic Pirnat. La vinculación simbólica de los dos continentes, igualmente importantes en la vida de Lily Garafulic, fue vivida con mucha emoción. En Brac, el ambiente llegó a su momento culminante con el performance del grupo musical Kantaduri de su canción «Volveré a mis hermanos». Fue una noche muy especial que definitivamente revivió la memoria de una gran artista que nunca se olvidó de sus raíces.
Con este programa Nerezisca se unió a varias ciudades del mundo que en mayo de 2014 celebraron el centenario de Lily Garafulic. En el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago y en la Universidad de Talca, se abrieron exposiciones de sus obras. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile organizó la exposición en Washington D.C. y Gloria Garafulic organizó otra más en Nueva York. El cónsul honorario Pedro Marino en Antofagasta solicitó a los alcaldes que una de las calles en la ciudad se nombrara Lily Garafulic.
Los padres de Lily, Petar Garafulic y Margarita Jankovic, ambos eran de Nerezisca, y llegaron a Chile a principios del siglo XX. Ellos se establecieron en Antofagasta donde tuvieron nueve hijos, de los cuales la más joven era Lily.
Su educación comenzó en su ciudad natal en el Colegio Yugoslavo. La educación secundaria la continuó en la escuela secundaria en Santiago y luego se dedicó a estudiar escultura en la Universidad de Chile con el profesor Lorenzo Domínguez. Su familia no estaba muy contenta con su decisión de estudiar escultura, ya que en estos tiempos pocos se dedicaban a dicho arte. En la Academia, la mayoría de los estudiantes elegían el estudio de la pintura o de la gráfica. Sin embargo, Lily no abandonó su sueño y se convirtió en una escultora, en una artista, aunque ella misma solía decir que la vida de un arista es una vida de mucho sacrificio y trabajo, porque los artistas se ven privados de muchas cosas que tiene la mayoría de la gente. Además del arte, a Lily le encantaba viajar.
Antes de la Segunda Guerra Mundial pasó dos años estudiando en París, donde colaboró con el escultor rumano Constantin Brancusi, quien, como el creador de la escultura abstracta abrió el camino hacia el surrealismo y el minimalismo.
Unos años después, Lily continuaría sus estudios en Nueva York con una beca de la Fundación Guggenheim. Después de la guerra, se trasladó a Italia donde estudió la técnica de mosaicos en Ravenna.
A Croacia regresó en 1957, cuando después de un congreso de artistas en Venecia, viajó a Grecia y Egipto a través de nuestro país (Croacia). En esa ocasión, visitó a Split y Dubrovnik.
En los años sesenta realizó una gira por América del Sur con motivo de estudiar el arte nativo americano, Machu Picchu, y las esculturas en la Isla de Pascua. Su viaje le inspiró a crear una serie en madera y piedra llamada «Espíritus Aku». Antes de realizar su proyecto, pasó casi un año contemplando la idea, hasta que en un sitio de construcción encontró un viejo pedazo de madera que después convirtió en la escultura deseada. Así en los siguientes años le donó una nueva vida a la madera, que a la primera vista tenía poco uso.
Lily Garafulic presentó sus obras en doscientas exposiciones, y se estima que en 80 años de trabajo escultórico creó alrededor de 300 esculturas. Entre las más famosas se encuentran las de grandes dimensiones, colocadas en la cúpula de edificios góticos y bizantinos en la basílica de Nuestra Señora de Lourdes en Santiago de Chile. Su hermano Andrés Garafulic, un arquitecto que trabajó en la basílica, necesitaba un escultor, y el trabajo lo encomendó a su hermana. Ella lo aceptó, como ella dijo, como un gran riesgo que se convirtió en todo un éxito. Incluso la revista «Life» dedicó un artículo a Lily en el cual la llamaron el orgullo de Chile, destacando que fue becada por la Fundación Guggenheim.
Entre sus logros como artista se destacan el Premio Nacional de las Artes en 1995, su cargo de directora del Museo de Bellas Artes, su cargo de profesora en la Universidad de Chile, donde después de la jubilación se proclamó emérita. Fue una intelectual de primer nivel, dura con sus estudiantes, así como consigo misma. De su taller salieron escultores famosos como Sergio Badilla Castillo y Raúl Valdivieso.
Lily Garafulic murió en Santiago a los 98 años de vida. La noticia, publicada en «’The Santiago Times» señaló su origen croata y su impacto significativo en los círculos culturales y escultóricos de Croacia. Su deseo de exponer en Croacia nunca se realizó. En la Galería de Branislav Deskovic en Bol está expuesta una de sus esculturas, retrato de una mujer en piedra de 1949. Esta obra de arte de 286 libras la artista la envió como regalo en 1989.
Lily Garafulic será recordada por sus obras producidas por un talento excepcional que marcó su vida. Ella mismo dijo: La escultura me dio todo: Mi vida, es el amor.
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* Branka Bezić Filipovic nació en Split, Croacia, el 6 de febrero de 1955. Estudió Turismo en la Facultad de Economía en Split. Trabajó en La Fundación de la Inmigración Croata. Es actualmente gerente de sucursal de esa institución en Split. Su trabajo consiste en colaborar con Croatas fuera de su país para mantener su identidad cultural y nacional. En Split ha organizado encuentros de los empresarios de la inmigración en la Cámara del Comercio de esa ciudad. Asimismo, ha organizado exposiciones, promociones de libros de escritores de origen croata, conferencias y otro actividades culturales. En países donde viven croatas ha organizado conciertos, partidos de fútbol, promociones de libros, exposiciones. Colabora con ciudadanos croatas en América del Sur, América del Norte, Australia, Nueva Zelandia y Sudáfrica. Ha recibido reconocimientos por su trabajo con la comunidad croata de Antofagasta, Chile y la comunidad croata de Montenegro y Macedonia. También ha recibido reconocimientos del Congreso de los Estados Unidos.
Es autora de ocho libros:
Encuentro de dos mundos: Croacia y Nueva Zelandia
Encuentro de dos mundos: Croacia y Australia
Hayduk (club de fútbol de Split) y la inmigración Croata
Veteranos de Hayduk
Importancia del deporte en vida de inmigración
Ivan Lupis Vukic, primer periodista de la inmigración Croata
Uno por todos, todos por uno (homenaje a los 130 años de los bomberos de Split)
Huellas Croatas en mundo
** Helena Besovic nació en Belgrado, Serbia. Es candidata al doctorado en Literatura Española por la Universidad de Missouri. Es magister en Educación de la misma universidad. Tiene estudios de pregrado en Artes, Publicidad y Relaciones Públicas; así como otro pregrado en Español de la Universidad Cristiana de Texas. Entre sus publicaciones se encuentra La pesadilla en el Mundo de los sueños de Rubén Darío (2014).