En el caso de Scrooge, según lo que nos muestra el fantasma de las navidades pasadas, tuvo una infancia bastante dura y solitaria. Sin embargo, él no estaba del todo solo, a su lado siempre estuvo su hermana quien le ayudó cuanto pudo. De igual manera, cuando él fue un practicante en el despacho del señor Fezziwig, su jefe fue amable con él y tuvo allí un gran amigo como Dick Wilkins y una prometida llamada Belle, quienes estuvieron a su lado cuando él aún era pobre. Así, la insistencia de Scrooge o Mr. Bounderby en que los pobres deben surgir por sus propios medios, carece de fundamento en cuanto ellos alcanzaron su elevada posición social gracias a la ayuda de otras personas. Para Dickens, entonces, el hombre no se hace a sí mismo sino gracias a la sociedad, la cual es un todo integrado, donde los diferentes individuos se relacionan entre sí y deben ayudarse mutuamente; de esta forma, la pobreza o la miseria humana es algo que sólo se puede combatir cuando las personas se solidarizan con aquellos que se encuentran en situaciones adversas y difíciles, cuando se comparten los bienes que se tienen, sean estos económicos o sean simplemente compañía y amistad.
Cuando Scrooge es conducido a una celebración en el pueblo por el segundo espíritu, aquel que le muestra el presente, éste nota que el espíritu espolvorea incienso sobre las cenas de los que por su lado pasan. Intrigado ante esta visión, Scrooge cuestiona al espíritu.
—¿Tiene un sabor peculiar lo que rociáis con vuestra antorcha? —preguntó Scrooge.
—Lo tiene. El mío.
—¿Y sirve para cualquier clase de cena de este día?
—Para cualquiera si se ofrece con cariño. Cuanto más pobre, mejor.
—¿Y por qué decís «mejor»?… —interrogó Scrooge.
—Porque es la que más lo necesita. (Canción de navidad 18).
La crítica que Dickens haría a esa noción de «solidaridad de los modernos» que tiene un principio jurídico–político no busca eliminar las instituciones que en ella se dan, sólo busca poner de presente que éstas no son suficientes. Esta solidaridad es capaz de crear orfanatos que acogen a un gran número de niños desamparados, es capaz de crear Casas de Misericordia que proveen de techo y alimento a personas sin hogar. Sin embargo, no alcanza a cubrir todas las necesidades, siempre quedan niños y personas desamparadas. Por otra parte, hay casos que se le salen a estas instituciones de las manos, como aquellas enfermedades que requieren de cuidados y tratamientos costosos. Es por esta razón que se requiere de un esfuerzo por parte de los individuos que vaya más allá del cumplimiento del deber para que se pueda ayudar a quienes lo necesitan. Es por ello que se requiere también de una generosidad y una solidaridad basadas en sentimientos como la compasión, que permitan entender el sufrimiento de los otros pero también compartir con ellos sus alegrías y las nuestras.
Si bien Scrooge cumple con su deber al pagar sus impuestos y así colaborar con las Casas de Misericordia, es necesario que además realice una serie de actos voluntarios que ayuden o que alegren a aquellos que lo necesitan y que le son más cercanos, como su sobrino, su empleado o el hijo enfermo de éste último, Timoteíto. Así, al final de su recorrido con los tres espíritus, Scrooge se convierte en lo que Popper denomina un altruista individualista, alguien que desde su esfera privada logra realizar acciones públicas, alguien que por voluntad propia está dispuesto a hacer sacrificios por otros individuos, incluso aquellos que no le son cercanos (97). Canción de navidad (A Christmas Carol), el título de la obra, describe por lo tanto su carácter breve, su estructura dividida en cuatro estrofas (stave), su temática navideña y también los ideales que encarna: el que varias voces claramente definidas salgan de su esfera individual y armonicen y se reúnan en un círculo para cooperar una con otra y así formar una melodía alegre, es decir, lo que en su origen italiano se designaba con una carola (Rowell). Mediante sus obras y la buena voluntad que irradia a las otras personas, Scrooge al final de la historia promulga lo buena que es la generosidad.
De esta manera, la propuesta de Dickens no se preocupa tanto por transformar las instituciones sociales y políticas de su tiempo sino por complementarlas y por formar a través de sus historias unos sentimientos morales en sus lectores u oyentes que despierten en ellos emociones de compasión y solidaridad y que hagan que se dé una preocupación y un cuidado por el prójimo. Esta propuesta busca que los individuos no sean extraños para nosotros, que no sean determinados como simples cifras o como una obligación, sino como seres con quienes nos hallamos en continua relación y cuyas situaciones debemos comprender para así poder guiar nuestras emociones y acciones con respecto a ellos. La vigencia y la importancia de los planteamientos de Dickens se constatan por el hecho de que Canción de navidad es una obra que aún goza de gran popularidad, con ella se siguen educando niños y adultos y por ello es reinterpretada una y otra vez en películas, obras de teatro y dibujos animados.
NOTAS
[1] Si bien la solidaridad como principio jurídico ya estaba presente en el derecho romano antiguo, para los propósitos de este trabajo mantendremos la división propuesta por de Lucas entre una noción de este concepto en los antiguos y otra en los modernos. Agradezco al profesor Rodolfo Arango del Departamento de Filosofía de la Universidad de los Andes por esta aclaración.
[2] Esta y todas las traducciones de las fuentes consultadas en inglés fueron realizadas por mí.
[3] Sobre este punto es ilustrativa la descripción que Dickens hace de la ciudad ficticia de Coketown en Tiempos difíciles: «Era una ciudad de ladrillo rojo o de ladrillo que hubiera sido rojo, de no ser por el humo y las cenizas…Una ciudad de maquinaria y altas chimeneas, de las que se alzaban en persecución sin fin, interminables serpientes que nunca acababan de desenroscarse. Tenía un canal negro y un río que corría rojo de un tinte maloliente… Contenía varias calles grandes todas iguales entre sí, y muchas pequeñas aún más iguales, habitadas por gentes todas iguales que entraban y salían a las mismas horas, haciendo resonar los mismos pasos sobre el mismo pavimento para ir al mismo trabajo» (72).
OBRAS CITADAS
Ackroyd, Peter. Dickens. London: Mandarin, 1994. Impreso
Ashton, T.S. La revolución industrial. México: Fondo de Cultura Económica, 1995. Impreso.
de Lucas, Javier. El concepto de solidaridad. México: Fontamara, 1998. Impreso
Dickens, Charles. A Christmas Carol. Web. 25 de octubre de 2015. ‹https://www.gutenberg.org/ files/46/46—h/46—h.htm›
———American Notes. New York: Fawcett Publications, 1961. Impreso.
———Canción de navidad. Bogotá: Editorial Panamericana, 2008. Impreso.
———«Frauds on the fairies». Web. 25 de octubre de 2015. ‹https://www.victorianweb.org/authors/ dickens/pva/pva239.html›
———Tiempos difíciles. Madrid: Editorial Gredos, 2005. Impreso.
Mill, John Stuart. El utilitarismo. Madrid: Alianza editorial, 1991. Impreso.
Nussbaum, Martha. Justicia poética: la imaginación literaria y la vida pública. Barcelona: Andrés Bello, 1997. Impreso.
Popper, Karl. The Open Society & Its Enemies. Princeton: Princeton University Press, 2013. Impreso.
Rorty, Richard. Contingency, Irony, and Solidarity. New York: Cambridge University Press, 1993. Impreso.
Rowell, Geoffrey. «Dickens and the Construction of Christmas». Web. 15 de enero de 2016. ‹https://www.historytoday.com/geoffrey—rowell/dickens—and—construction—christmas›
Skinner, Quentin. Visions of Politics. Volume I: Regarding Method. Cambridge: Cambridge University Press, 2002. Impreso.
Williams, Raymond. The English Novel From Dickens to Lawrence. London: The Hogarth Press, 1984. Impreso.
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* Cristian Soler es licenciado en Literatura y Filosofía de la Universidad de los Andes. Magister en Estudios Medievales y Renacentistas de la Universidad de Columbia. Se ha desempeñado como corrector de estilo y docente. Artículos y cuentos suyos han aparecido en publicaciones como Vecindad (Queens, Nueva York) y Lecturas Críticas (Bogotá).