Entre líneas Cronopio
UNAS MANOS ANSIOSAS, SEDIENTAS DE TECLADO
Por Gustavo Arango*
Entonces llegó un mensaje que no sabía que esperaba.
Viernes 2 de noviembre de 1990.
La señora Delfina, la vecina que vendía helados, estaba esperando a que el sujeto llegara de su baño de...
Entre líneas Cronopio
LIBROTERAPIA
Por Gustavo Arango*
Coincido con Joseph Epstein (La Novela, ¿Quién la necesita?) en que la corrección política y la intención terapéutica son peligros que la novela enfrenta en nuestro tiempo. Cuando la novela intenta ser...
Entre líneas Cronopio
¿QUIÉN NECESITA LAS NOVELAS?
Por Gustavo Arango*
El descubrimiento de autores que nos entusiasman —aunque raro o, quizá, justo por eso— es una de esas alegrías que iluminan la vida de los que no podemos pasar...
Entre líneas Cronopio
TRAS LAS HUELLAS DE EVERARDO
Por Gustavo Arango*
Tengo la edad que tenía Everardo Ramírez Toro cuando lo conocí, y me ha tomado un cuarto de siglo aprender a apreciar a cabalidad el privilegio de su...
Entre líneas Cronopio
UN CUENTO PERFECTO ES DIFÍCIL DE ENCONTRAR
Por Gustavo Arango*
Suele decirse que la primera frase o el primer párrafo de un cuento o una novela contienen —o deben contener— el ADN de la historia. En...
Entre líneas Cronopio
LA MUSICAL MONOTONÍA DE LOS PINOS
Por Gustavo Arango*
De Chesterton tuve noticias hace muchos años y, al principio, no estaba preparado para apreciarlo. Su novela El hombre que fue jueves apareció en alguna de las...
Entre líneas Cronopio
YA LO DIJO QUINTILIANO
Por Gustavo Arango*
Hace un poco más de veinte años, cuando empezaba a preguntarme con urgencia cuál sería el tema de la disertación que me convertiría en doctor incapaz de poner inyecciones,...
Entre líneas Cronopio
EL SUEÑO DE SÓCRATES
Por Gustavo Arango*
Pocos sabemos con certeza de la vida de Sócrates: que nació en Atenas alrededor del 470 antes de nuestra era, que fue hijo de un picapedrero y una partera,...