SIEMPREVIVA: UNA HERIDA SIEMPRE ABIERTA
Por Jerónimo Rivera*
Hay películas que alegran momentos, otras que conmueven hasta las lágrimas, las hay divertidas y otras que queremos olvidar cuanto antes; el largometraje colombiano Siempreviva de Klych López (basado en la obra teatral del mismo nombre escrita por Miguel Torres) es simplemente necesario.
En 2009 culminé una investigación denominada “Narrativas del conflicto armado en el cine colombiano” en donde llegamos a la conclusión de que el cine nacional ha ignorado la historia y problemáticas del país amparado en la realización de un simple cine de anécdotas. Por fortuna, el panorama ha cambiado mucho desde entonces y solo en 2015 ya hemos tenido en la cartelera varias películas que abordan temas relacionados con nuestra historia de violencia y conflicto armado desde distintas perspectivas: A Siempreviva se suma Antes del Fuego (Laura Mora), un thriller ambientado también en la toma del palacio de justicia; los documentales Un asunto de tierras (Patricia Ayala) sobre la problemática y las historias detrás de la restitución de tierras a desplazados y Carta a una sombra (Daniela Abad y Miguel Salazar), un hermoso homenaje a Héctor Abad Gómez y a tantos mártires injustamente olvidados por nuestro país y la película Violencia (Jorge Forero) que se presentará en funciones especiales la próxima semana y que cuenta tres historias que tienen la violencia como su eje transversal.
Siempreviva (la obra y ahora la película) es una historia necesaria porque, más allá de lo formal, es imperativo contar la historia para no olvidar, denunciar la desidia y complicidad de un Estado que ha escondido sus culpas debajo del tapete y contar hasta la saciedad las historias de compatriotas que sufren un duelo inacabado por el terrible drama de la desaparición forzada. En un hecho sin precedentes para el país, esta semana fueron identificadas tres de las desaparecidas en el funesto episodio de la toma y retoma del palacio de justicia en 1985 (entre ellas Cristina Guarín, la mujer que inspiró la obra) y la Fiscalía General de la Nación anunció que ofrecerá disculpas públicas a sus familias. Siempreviva, la obra de teatro que fue estrenada hace 20 años ha servido también como reflexión y recordatorio de este trágico episodio de nuestra historia.
Ambientada en los trágicos sucesos de la toma del palacio de justicia por parte del grupo guerrillero M-19 y la retoma por parte de las fuerzas armadas,Siempreviva reconstruye y pone sobre la mesa el tema de los desaparecidos en el hecho, muchos de ellos civiles, a partir de los testimonios de sus familiares. La película procura mantener la lógica de la puesta en escena teatral con un recurso cinematográfico complejo: el plano secuencia, que no fragmenta la acción y nos permite recorrer el espacio sin cortes (aparentes) a pesar del paso del tiempo. Más allá de pensar si el recurso es válido o no (yo creo que no siempre funciona) para contar la historia, es importante resaltar la gran calidad de la propuesta fotográfica y de arte de la película que permite ambientar la trama de manera coherente e impactante.
El inquilinato en donde los personajes se encuentran y del que nunca salen se convierte en un espacio privilegiado para vivir la tragedia nacional en carne propia y las tensiones propias del “rebusque” de sus personajes, agobiados por el hacinamiento y las dificultades de la convivencia entre vecinos, las diferencias políticas y las injusticias económicas. El espacio se convierte en un personaje más que cuenta con sus grietas y manchas la historia de quienes lo habitan. Sobresale en la historia un casting preciso y bien conformado con un grupo de actores que se amoldan perfectamente a sus personajes y que, sin perder el peso del origen teatral de la película, cambian su tono y volumen para dar paso a una historia con lenguaje cinematográfico.
Siempreviva es la historia de una herida abierta y sangrante. Esta semana tres familias colombianas pudieron por fin descansar al recibir la triste pero anhelada noticia de la muerte de sus familiares, mientras que miles de colombianos siguen suspendidos en el limbo de no recibir alguna señal del paradero de los suyos: A pesar de la cruda realidad, muchos mantienen su esperanza siempre viva.
Trailer de Siempre Viva. Cortesía de CMO Producciones. Pulsa para ver el video completo
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=qZia7argJsU[/youtube]
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Director: Klych López
Producción: Clara María Ochoa y Ana Piñeros
Protagonistas: Andrés Parra, Enrique Carriazo, Andrea Gómez, Alejandro Aguilar, Laura Ramos y Fernando Arévalo
CMO Producciones 2015
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* Jerónimo Rivera es investigador del campo audiovisual y docente de guión, dirección de actores y apreciación cinematográfica. Director y fundador de la Red Iberoamericana de Investigación en Narrativas Audiovisuales (Red INAV) www.redinav.com
Comunicador Social de la Universidad de Antioquia, Especialista en altos estudios en dirección escénica de la EICTV (Cuba), Magister en Educación de la Universidad Javeriana y candidato a PhD en Comunicación de la Universidad de Navarra (España). Fue Director del grupo de investigación IMAGO de la Universidad de Medellín, Consejero del tema audiovisual de la Alcaldía de Medellín y Director Operativo de la Asociación Nacional de Cineclubes de Colombia.
Actualmente es docente investigador de la Universidad de La Sabana en donde también se desempeñó por cinco años como Jefe del Área de Comunicación Audiovisual y Editor de la revista Palabra Clave, una de las más importantes publicaciones de comunicación de América Latina. Par Académico de Colciencias (Colombia) y Cyted (Iberoamérica) y miembro del Comité Editorial y Científico de más de diez publicaciones internacionales. Autor de los libros «La imagen una mirada por construir» (2004-2006), «Narrativas Audiovisuales: Personajes, acciones y escenarios» (2007), «Cine: Recetas y símbolos. Guía para entender el cine sin dejar de disfrutarlo» (2010) y «Héroes y villanos del cine iberoamericano» (2012).
Ha escrito artículos y dictado conferencias en Estados Unidos, Colombia, México, El Salvador, Cuba, Argentina, Brasil y España.
Su gran pasión, además de su familia, es el cine.