EL REMAKE: LA ESTÉTICA DE LA REPETICIÓN
Por Alejandro Martínez Salinas*
«La técnica reproductiva desvincula
lo reproducido del ámbito de la tradición».
(Walter Benjamin)
PARTE 2
Un fantasma recorre el cine contemporáneo: El fantasma del «remake». Walter Benjamin ya planteó en su ensayo La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica, que cuando una obra es reproducida deja de ser única. La reproducción fílmica de una película ya existente hace que esta pierda su aura —tomo prestado el término de Benjamin—. El remake en tiempos de la reproducción técnica cinematográfica hace cuestionar incluso la esencia misma de lo que llamó película fuente.
No todos los remake son iguales, los resultados varían, incluso se podrá hablar de diversos tipos de remakes. Además se puede diferenciar al remake de la adaptación y readaptación. Así filmes como El planeta de los simios (2001) de Tim Burton, no es remake del filme del mismo nombre de 1968, dirigido por Franklin J. Schffner. De igual manera la versión de La guerra de los mundos (2005) de Steven Spielberg, no es un remake de La guerra de los mundos (1953) de Byron Haskin.
Al hablar de remake se puede hablar de varios tipos. Uno que parte de un filme anterior para retrabajarlo con otro estilo o adaptarlo a los tiempos. Otro tipo de remake sería el total. Filme que parte de los mismos elementos de la película original y los reproduce. Hagamos un breve recorrido por las aguas del remake. En un ensayo anterior hablamos de las diversas taxonomías que existen en torno al remake. En este apartado de nuestro estudio haremos un breve recorrido por algunos remakes que son dignos de mención para dar un breve contexto.
LOS PRINCIPIOS DEL REMAKE
En la época de oro del cine norteamericano fueron muy pocos los remakes que se hicieron.
Basta hacer un breve recorrido por el cine norteamericano de esa época para darse cuenta de ello. Hitchcock por ejemplo hizo un remake de su clásico filme de 1934 El hombre que sabía demasiado ya en su etapa norteamericana con el mismo nombre, pero en el año de 1956.
Otro antecedente estaría en el filme de 1936 La bestia humana de Jean Renoir, del cual Fritz Lang haría un remake en 1954 con el nombre de Deseos humanos.
De igual manera algunos clásicos como Cara cortada (1932) y La cosa del otro mundo (1951) han tenido sus propios remakes. Ambos filmes originales de Howard Haws, aunque el segundo con crédito a Christian Niby. Cara Cortada tendría su remake en el filme clásico de Brian de Palma de 1983 con Al Pacino. De igual manera El filme de ciencia ficción La cosa del otro mundo sería retrabajado por John Carpenter en 1982 con el título de La cosa.
EL MISMO FILME, EL MISMO DIRECTOR
Si bien Hictchcok ya había hecho una versión de un filme trabajado anteriormente por el mismo. Destaca dentro de este fenómeno el remake de Juegos divertidos (1997). Filme austriaco hecho por el director Michael Haneke. Destaca porque Haneke nos es un director frívolo que se dedique a hacer cine por un mero goce estético. Este cineasta austriaco reiteradamente ha insistido en que cada filme que hace tiene un por qué. Así sus filmes están hechos con toda una justificación ideológica. Entonces por qué la versión de Juegos divertidos (2007), versión Estados Unidos, con actores como Naomi Watts y Tim Roth.
El filme es idéntico cuadro a cuadro. Cada toma es hecha igual sin ningún cambio. La selección musical es la misma. Vaya salvo los actores el filme es idéntico al filme austriaco. El filme original era una diatriba en contra de la violencia cinematográfica. Si bien el filme es fuerte en su contenido violento, este es solo representado de manera diferida. Entonces por qué una nueva versión. Quizá porque Haneke busco hacer un filme en Hollywood y darles un filme idéntico a su filme austriaco, que pudiera ser parte del juego de filmes violentos de Hollywood y, sin que estos se dieran cuenta, criticarlos con sus propias armas.
Otros realizadores que ya en Hollywood hicieron versiones de sus anteriores filmes han sido los hermanos Oxide y Danny Pang. Los cuales en 1999 hicieron el filme tailandes Bangok Dangerous y recientemente hicieron una versión de su anterior filme con Nicolas Cage, pero en versión americana.
EL HOROR REVISITADO
¿Qué pasará con el cine de horror contemporáneo que echa mano de cuando clásico de este género se topa?
El remake es la piedra de toque del cine de horror posmoderno. No hay clásico de horror de la década de los ochenta que no tenga un remake hecho o por venir: Masacre en Cadena, Halloween, Viernes 13, Pesadilla en la calle del infierno, Está vivo, Noche de graduación, Sangriento San Valentín, Terror en Amityville, El amanecer de los muertos, La niebla. Esos son algunos de los remakes que ya están hechos. Faltarían los que suenan por ahí: Feliz cumpleaños sangriento, Juegos Diabólicos, por solo citar un par.
De entre los remakes hechos filmes de horror clásicas se destacan Halloween (2007) de Rob Zombie. Filme que topa los elementos del clásico de John Carpenter y los reutiliza dentro de su propia fuerza y sentido. Toda la primera parte del filme es un estudio sobre la génesis del mal.
Otro cineasta que ha hecho del remake su toque es Marcus Nispel. Apoyado por Michael Bay, este cineasta surgido del mundo del videoclip, toma los clásicos slashers Masacre en cadena y Viernes 13 y les da un nuevo toque. Un toque mórbido y clínico, además de recrear la atmósfera sucia propia de los filmes clásicos.
Además este cineasta les da a ambos filmes un tono de vouyerismo malsano que no estaba en los filmes originales. Nispel se regodea en los asesinatos, casi haciendo cómplices a los espectadores. Su cine es un cine fetichista de la violencia.
REMAKES QUE SUPERAN A LA ORIGINAL
También se puede dar el caso de remakes que superen al filme original. Aquí podemos hablar de filmes como La mosca de David Cronenberg, La cosa del otro mundo de John Carpenter, El despertar del diablo de Alexander Aja, remake de La colina tiene ojos de Wes Craven. El cineasta francés Alexandre Aja, le daría al filme un tono que la película original no tenía. Un tono de violencia propio. Una fuerza propia que deja de lado al filme original y se separa de él.
Otros filmes se podría decir son muy buenos tanto el remake como el original. Como El remake de El amanecer de los muertos (1978) de George A. Romero, llamado de la misma manera y hecho por Zack Snyder. Si el filme de Romero respondía en toda su virulencia a una dura crítica al gobierno de Ronald Reagan. El filme de Zack Snyder, realizador de 300 y Watchmen: los vigilantes, toma la trama del argumento de Romero y lo adapta a los nuevos y paranoicos tiempos actuales, dándole una vigencia inusitada para un remake de un filme que de antemano tenía su fuerza. El filme de Snyder se independiza del original tomando su propia fuerza. Si El amanecer de los muertos es una obra maestra, el filme de Snyder también lo es por derecho propio. Cosa que no ha pasado con los otros remakes de los otros filmes de zombies de Romero, que solo explotan los elementos grotescos.
EL HORROR VINO DE ORIENTE
Hollywood también echa mano del cine oriental a la hora de hacer remakes. Gran parte de las películas orientales de horror exitosas, terminan siendo remakes americano. De El aro o Ringu (1989), dirigida por Hideo Nagata, hasta El ojo (2002) de los hermanos Pang, han tenido su remake americano.
Estos remakes de los filmes orientales toman la base estilística y prácticamente no se les cambia nada. El aro (2002) de Gore Verbinski, por citar un ejemplo, toma los mismos elementos del filme de Nagata , lo que hace la diferencia es que, si bien en Ringu no se explicaba mucho de la maldición, en el filme de Verbinski, se insiste en darle una explicación a la trama. Posteriormente se haría un remake de Ringu 2 (1999) de Hideo Nagata, El aro 2, pero ahora el proyecto estaría de la mano del propio Hideo Nagata. Otro de los filmes de horror de Nagata ya ha sido trabajado por Hollywood: Agua turbia (2002). El remake de este filme lo haría el cineasta brasileño Walter Salles, realizador del filme Diarios de motocicleta (2004).
Otro de los filmes que serían retrabajados por Hollywood es La maldición (2004), lo curioso es que este proyecto, desde el principio, estuvo en las manos del realizador de la versión original japonesa Takashi Shimizu. Se podría decir que Shimizu hizo un remake de un remake, pues su filme Ju–On: La maldición (2002), es una puesta al día de su filme, hecho para televisión, Ju–On de 2000.
EN LOS TIEMPOS DE LA REPRODUCCIÓN POSMODERNA
Si bien los tiempos posmodernos son una revisión de las perspectivas clásicas y modernas, desde diversas perspectivas. El remake es un fenómeno cinematográfico interesante. Típicamente posmoderno. Hablar desde la perspectiva de Walter Benjamin, de que el original pierde su espacio en la tradición, pues pierde su aura de original, está por verse. Si bien es cierto que la mayoría de los remakes que se hacen son muy inferiores en calidad a los filmes originales, incluso hay casos de remakes innecesarios y sin ninguna justificación de ningún tipo. Basta ver el remake de REC (2007) de Jaume Balagueró y Paco Plaza, que tan solo un año después se realizo el remake americano con el nombre de Cuarentena (2008) de John Erick Dowdle.
El cine en la época del remake parece volver tras los pasos ya andados. Curioso pues las tecnologías permiten muchas otras que antes no se podían. Ya dije el remake es la piedra de toque del cine contemporáneo, no hay mes que no se estrene una película basada en una obra anterior. Es curioso, al paso que vamos tendremos dos historias del cine: la del cine ya hecho y la historia del cine en remake.
Ya en un ensayo anterior hablamos de la retórica del remake, las estrategias discursivas que permiten al remake subsistir, en una tercera parte abordaré como las estrategias del remake trabajan sobre una sola película, un caso muy particular, una película que a la fecha ha tenido cuatro tratamientos, sin mencionar la película base y sin olvidar la novela en la que se basan todos esos tratamientos. En La invasión de los usurpadores de cuerpos y sus posteriores tratamientos podremos ver un poco de las relaciones intertextuales que hacen posible al remake y sus distintas estrategias retóricas.
Espera la tercera parte de este artículo en la próxima edición de www.revistacronopio.com
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* Alejandro Martínez Salinas es crítico de cine y curador cinematográfico. Sus áreas de interés son las expresiones propias del cine contemporáneo, especialmente el posmoderno y las cinematográficas periféricas. Es colaborador de Revista Pantagruélica y de Armas y Letras, revista de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Es coordinador del Cineclub Gargantúa en la ciudad de Monterrey, México, donde reside.
Disculpen; pero este escrito no es ni un ensayo y mucho menos un estudio. Mas bien un resumen de informacion previa.