IDÉNTICOS Y PERTURBADORES
Por John Harold Giraldo Herrera*
Cualquier día, digamos a los 38 años, un hombre tranquilo se da cuenta que hay otro similar a él. Era tranquilo, tenía una esposa, un trabajo como docente de historia, una vida modesta y justa, pero todo cambiará cuando ese otro, idéntico y perturbador también se dé cuenta que existe otro como él. Se trata de una película con dos ambientes: el primero es underground, una araña se despliega como menú de un ritual lujurioso y lleno de matices carnavalescos. Y esa araña será la que nos diga el sentido final de lo que pasará en la trama, la hostilidad, una serie de pruebas, la desesperación, combinadas con momentos de placer y esplendor, más la historia de amor, son los elementos para una película que duplica a un hombre y nos duplica las emociones.
Por el otro lado, hay un intento de familia, un hombre con cierto entusiasmo por hablar de las dictaduras, por enrostrar los hechos de la historia. Y aunque monótono, ese hombre está dispuesto a vivir. A seguir la ruta, un camino con velocidades diversas, en la que los hechos, van con el acelerador y no hay como poner freno. Enemy es el nombre en inglés, un título diciente, en español la han puesto El Hombre duplicado, y aunque funciona, no es tan diciente como la pugna que se vive entre dos idénticos.
El director de esta película se ha especializado en atmósferas inquietantes, que den pie a la perturbación, al juego del doble, de las máscaras. En el 2013 fue nominado al Oscar con Prisioneros, una película donde otro hombre hace lo que sea por recuperar a su hija. Ahora, en Enemy o el hombre duplicado, el otro que es quizás la misma persona, el profesor, pasa de hablar que es una dictadura, esa misma que limita las preferencias individuales, y suprime las libertades, a vivir una propia, condenado por un rostro idéntico al suyo, por un cuerpo que lleva sus mismas marcas, pero que experimenta el mundo de modo distinto.
Adam, el profesor, casi ni tiene tiempo para ver cine. De hecho sus compañeros se burlan de él, diciéndole que debería sacar tiempo para asistir a las cavernas de cautiverio, y un día alguien le recomienda una, y la alquila. Al verla se ve. Es decir, ve a ese otro que de inmediato sabe que se parece a él. Casi en paralelo, esboza en su clase de historia, una sentencia filosófica: “Hegel decía que los eventos mundiales se presentan dos veces”, y como si fuera un fantasma, el acontecimiento, el evento duplicado va a ser él. Luego agrega algo fatal: “Karl Marx agregaba que la segunda vez era una tragedia”.
De ahí en adelante, los hechos, desencadenan unas reacciones similares a las que se producen como efecto de verse en un espejo, uno trizado, empañado, diáfano y hasta estupefacto. Mil rostros van a ponerse frente a nosotros, y vamos a vivir una contienda de dobles, de deformaciones de la identidad, de deconstrucciones. Como también, el espectador, sufrirá un insomnio: creerá estar en medio de un sueño, o una pesadilla, y la película se encargará de darnos un narcótico con su piel: el color nostálgico, unos amarillos leves, una textura propicia para dimensionar que nos encontramos al otro lado del espejo, o en su revés o en una fase alucinatoria. Así, es una oda al cine, a lo que nos produce cuando caemos tendidos frente a las historias en la pantalla grande.
El actor que encarna el cruce de cuerpos y el desdoblamiento, es Jake Gyllenhaal, el mismo, que ya había hecho Amor y otras drogas (2010), Código fuente (2011), entre otras. Un actor capaz de soportar la desdicha de representar a otros y al tiempo ser uno mismo con dos vidas, con dos trayectos. Y eso es lo que me parece tiene de plus la película. Nos ofrece un panorama en esa historia, del desdoblarse, del vivir una vida doble al ver cine. De ser otros viendo unas tramas, de querer ser nosotros con más o menos heroicidad, ser otros afrontando nuestros diversos rostros, los yoes que nos habitan, los diversos unos y otros con los que vivimos. Esa experiencia de poner en duda o afianzar las identidades resulta muy perturbadora.
La película tiene mucho de caos, y lo define: “El caos es un orden sin descifrar”. Y hay mucho que no sabemos, tanto de lo que nos perdemos por no explorarlo, mucho de enigmático al recorrer un sendero; un orden es vivir con muchos hechos por descubrir. De modo que ver Enemy resulta una experiencia tétrica y fascinante. Es simple: somos muchos otros y eso nos desvela todos los días.
Ficha técnica
País, año, duración: Canadá, 2013, 91 minutos
Director: Denis Villeneuve
Guion: Javier Gullón (Novela: José Saramago)
Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Fotografía: Nicolas Bolduc
Actores: Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini, Joshua Peace,Tim Post, Kedar Brown, Darryl Dinn, Misha Highstead, Megan Mane, Alexis Uiga
Productora: Coproducción Canadá-España; Rhombus Media / Roxbury Pictures / Mecanismo Films
Género: Intriga. Drama | Drama psicológico
Página web: https://enemy-movie.com/
Enemy de Denis Villeneuve. Cortesía de Rhombus Media / Roxbury Pictures / Mecanismo Films. Pulse para ver el video:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=ty3U5RRb2YI[/youtube]
—
+El Gran Ojo Cronopio es la nueva columna de cine y literatura de Revista Cronopio.
__________
* John Harold Giraldo Herrera es docente Universitario y Periodista. Estudiante del Doctorado Rud de Colombia en Educación, Universidad Tecnológica de Pereira. Uno de sus temas de interés es el estudio de Los pueblos originarios. Magíster en Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira, 2011. Licenciado en Español y comunicación Audiovisual de la UTP, 2004. Con estudios de diplomado en Narrativas audiovisuales, Fundación Universitaria Área Andina, 2003. Democracia y formación ciudadana con énfasis en Derechos Humanos, paz y cultura de resolución pacífica de conflictos para el sector educativo. Universidad Católica Popular del Risaralda, 2004. Periodismo público, Escuela Superior de Administración Pública, 2008.
Correo-e: john.giraldo.herrera@gmail.com