Sociedad Cronopio

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EL INICIO DE UN NUEVO ORDEN BORICUA

Por Erick Javier Padilla Rosas*

«Entendemos por pueblo, cuando hablamos de lucha, la gran masa irredenta […], la que ansía grandes y sabias transformaciones de todos los órdenes y está dispuesta a lograrlo, cuando crea en algo y en alguien, sobre todo cuando crea suficientemente en sí misma […] Nosotros llamamos pueblo, si de lucha se trata, a los 600 mil cubanos que están sin trabajo […]; a los 500 mil obreros del campo que habitan en los bohíos miserables […]; a los 400 mil obreros industriales y braceros […] cuyos salarios pasan de manos del patrón a las del garrotero […]; a los 100 mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya, contemplándola siempre tristemente como Moisés a la tierra prometida […]; a los 30 mil maestros y profesores […]; a los 20 mil pequeños comerciantes abrumados de deudas […]; a los 10 mil profesionales jóvenes […] deseosos de lucha y llenos de esperanza […] ¡Ése es el pueblo, el que sufre todas las desdichas y es por tanto capaz de pelear con todo el coraje!» [1] (Fidel Castro, expresidente de Cuba).

Imaginemos que las víctimas políticas son víctimas por el mero hecho de no gozar de la escucha responsable de sus escaseces por parte de aquellos que los representan como líderes políticos. Y que en una democracia el poder político, aunque debe emerger de abajo hacia arriba en forma piramidal, usualmente es organizado y formado por aquellos representantes a los que los ciudadanos han elegido. Y que el ejercicio democrático facilita la escucha atenta de las diversas voces que componen el sistema y permite que el poder no sea unidireccional de arriba hacia abajo, sino que sea compartido entre todos —aunque proveyéndole a la ciudadanía un poder preferencial—.

Sin embargo, habrá llegado un momento donde las necesidades que demanda la ciudadanía se fusionen de tal forma que las diversas voces que componían el sistema se conviertan en la voz del pueblo [2]. Según el filósofo argentino–mejicano Enrique Dussel, el pueblo, entendido desde una realidad indígena del nosotros solidario, es una categoría que busca «englobar la unidad de todos [los] movimientos, clases, sectores, etc., en lucha política» [3] para destituir la represión que han sufrido y la falta de escucha próxima y obediencial por parte de sus líderes. No es necesario que este pueblo responda al plan establecido por los líderes políticos de la democracia ya que los últimos solo son facilitadores de la escucha de las necesidades del pueblo. Una vez la opresión es sentida por el pueblo, es imperativa la renovación total del sistema democrático.

Dussel propone que el pueblo no es un conglomerado de personas sino un actor colectivo [4]. Actor porque se convierte en constructor de un nuevo fundamento de acuerdo a las necesidades vigentes. El pueblo, pues, podrá transformar el sistema democrático siempre y cuando se le dé espacio participativo por parte de sus líderes políticos.

Por ejemplo, Puerto Rico, aun siendo colonia de los Estados Unidos, es organizado de manera democrática. En el año 2016, los ciudadanos del archipiélago acudieron a las urnas para votar, además de por distintos funcionarios políticos, por algún candidato que les gobernara. Desde aquel entonces el gobernador del archipiélago ha sido Ricardo Roselló Nevares.

No obstante, el 10 de julio de 2019 salió a la luz pública que el Buró federal de investigación de los Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) arrestaba a exfuncionarios del gobierno tras presunta corrupción y malversación de fondos federales dirigidos a los sistemas de salud y educación pública del archipiélago [5]. Además, ese mismo día se reveló la filtración de mensajes privados que el gobernador sostuvo junto a miembros de su gabinete utilizando la aplicación Telegram en donde ridiculizaba a ciudadanos y hasta miembros de su mismo partido político [6]. Ambos eventos despertaron el sentir del pueblo puertorriqueño.

El 13 de julio de 2019, ya las protestas se hacían sentir en la capital de Puerto Rico: San Juan. El pueblo se había unido como actor colectivo para pedir la dimisión del gobernador; ese mismo pueblo que un día lo eligió democráticamente se unió para exigirle obediencia.

Roselló, por su parte, reiteró que no renunciaría a su poder político ya que había sido electo democráticamente [7]. Por otra parte, el 17 de julio de 2019 cientos de miles de ciudadanos fueron a protestar hacia el Viejo San Juan para pedir la renuncia del gobernador [8]. Todo ello sin contar que hubo parte del pueblo puertorriqueño que participó de otras protestas que se llevaron a cabo en la diáspora así como en distintos municipios del archipiélago, tales como Utuado, Guayama, San Germán, Juana Díaz y Jayuya [9]. Hechos que demostraron que, aunque 660,510 votos eligieron a Ricardo Roselló como gobernador de Puerto Rico en las elecciones del 2016, al menos unos 500,000 puertorriqueños ya no deseaban su representación política [10].

En momentos de este calibre el pueblo puede gestar un cambio. Bajo el sistema democrático el poder puede comenzar desde el pueblo. Si el poder comienza con el pueblo, aquel que como actor político tiene la capacidad de ejercer un cambio, luego los líderes políticos no tienen poder si no es por medio del pueblo. Por lo tanto, para gestar un cambio, los líderes políticos que custodian la democracia deben practicar la escucha obediente al pueblo.

No obstante, en Puerto Rico no se ha visto una escucha obediente por parte del gobernador. La indiferencia ha demostrado la escisión del poder político; que en sí le pertenecía al pueblo. Concluyamos, pues, que el silenciamiento de la voz del pueblo puertorriqueño ha nacido de la misma ruptura de poder producida luego de que el gobernador mantuviera una relación comunicativa, participativa, responsable y autorreferencial —sin tomar en cuenta la voz y el sentir del pueblo—. Roselló procuró mantenerse en su cargo político, incluso luego de ver las marchas del pueblo pidiendo su renuncia. Entonces los puertorriqueños han experimentado la fetichización del poder político. Ahora se hace evidente que el poder obediencial no existe en la agenda política del gobernador.

El pueblo puertorriqueño ha revelado por medio de sus protestas no escuchadas que la democracia participativa en Puerto Rico no existe. El poder obediencial no surgió voluntariamente bajo el liderazgo de Roselló. A pesar de ello, el pueblo puertorriqueño ha hecho evidente que su poder, soberanía y autoridad ha emergido en medio de la crisis gubernamental —la cual ha incitado la revolución del pueblo—. Sin embargo, si hoy por hoy la voz del pueblo puertorriqueño se escucha obedientemente por parte de Roselló, la fetichización del poder político habrá sentido los primeros pasos de un nuevo orden político democrático en el archipiélago borincano.

NOTAS:

[1] Enrique Dussel, 20 Tesis de política. Siglo XXI: Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, 2006. P. 90. De ahora en adelante citado como TP, seguido del número de la página.

[2] Con el propósito de demarcar la diferencia entre el concepto pueblo de Dussel con la definición común de dicho término, utilizaré el itálico para el concepto dusseliano.

[3] TP, 89.

[4] TP, 91.

[5] Para más información ver, ‘Detienen a exfuncionarios de Puerto Rico por presunta corrupción, entre ellos la exsecretaria de Educación,’ Univision y agencias, 10 de julio de 2019.

[6] Esto sin contar que ya a principios del año 2018 partidarios del actual gobernador de Puerto Rico habían compartido mensajes problemáticos para discutir asuntos políticos por medio la aplicación WhatsApp. Ver, ‘Bullying y tiraera en otro chat que se filtró del gobierno,’ Frances Rosario, Primera Hora, 10 de julio de 2019.

[7] Ver, ‘No voy a renunciar’, Metro, Lyanne Meléndez García, viernes 12 de julio de 2019.

[8] Ver, ‘500000 por Puerto Rico’, YouTube. Puedes encontrarlo en https://youtu.be/yATfI2HwiBY

[9] Ver, ‘Levantan la voz por Puerto Rico en Washington DC,’ Lilly Rivera, Metro, 17 de julio de 2019. Puedes encontrarlo en https://www.metro.pr/pr/noticias/2019/07/17/levantan-la-voz-por-puerto-rico-en-washington-dc.html

También ver ‘¿Dónde se protesta hoy para pedir la renuncia de Ricardo Roselló?,’ Redacción Voces del Sur, Voces del Sur, 17 de julio de 2019. Puedes encontrarlo en https://vocesdelsurpr.com/2019/07/donde-se-protesta-hoy-para-pedir-la-renuncia-de-ricardo-rossello/

[10] Ver, ‘Elecciones generales, escrutinio 2016,’ CEE Event. Puedes encontrarlo en https://elecciones2016.ceepur.org/Escrutinio_General_77/index.html#es/default/GOBERNADOR_Resumen.xml

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*Erick Javier Padilla Rosas . Es filósofo (B.A.) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Mayagüez. Recibió del departamento de humanidades de dicha institución el premio Donald Marshall (premio al mejor estudiante de humanidades). Obtuvo una beca del departamento de filosofía y estudios religiosos de la Universidad estatal de Louisiana (LSU, por sus siglas en inglés) para la maestría en filosofía y trabajar como ‘teaching assistant’ (asistente de clases) en dicho departamento. Entre sus publicaciones se encuentra: From Colonized Thought to Decolonial Aesthetics: The Search for a «Philosophical Voice» Amongst Puerto Rican Colonized Subjects; publicado por la revista Council on Hemispheric Affairs (COHA) el 28 de mayo de 2019. Asimismo ha realizado varias publicaciones académicas y dictado conferencias sobre el colonialismo en Latinoamérica.

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