EL PSICOANÁLISIS EXISTENCIAL, ¿LIBERTAD COMO CONDENA?
En su obra El ser y la nada, Jean-Paul Sartre, define lo que entiende por psicoanálisis existencial. En esta obra, se encuentran varios de los temas más recurrentes en la filosofía sartriana, como son los temas de la libertad, Dios como para– sí del hombre y la razón como luz que descubre las últimas evidencias. Sartre cuestiona los métodos freudianos, pero no solo eso, también identifica una nueva conceptualización del psicoanálisis.
Sartre empieza por cuestionar el planteamiento freudiano de reducir a hombre simplemente a deseos reprimidos: para él el hombre y su naturaleza constituía algo mucho más profundo que merecía replantearse.
Según Sartre, los factores externos que rodean al individuo no son los determinantes para explicar al ser humano, o más aún, para reducir su propia naturaleza. Por eso, critica el uso de lo que él denomina «los grandes ídolos explicativos de nuestra época», como son la herencia, la educación, el medio, y de lo que se proyecta desde el psicoanálisis, de los acontecimientos externos y sus profundas contradicciones.
Sartre establece como crítica hacia el psicoanálisis lo que él denomina ‘materialismo’ de la psicología empírica. Es lo que llama la lógica a ratos indebida de definir a un hombre por sus deseos, debido al alto grado de generalización que esto representa. La equivocada relación que se establece entre lo abstracto y lo concreto, y la incapacidad de esta idea de explicar objetivamente a un individuo.
El psicoanálisis existencial es un planteamiento en donde persiste lo individual, es decir, lo consciente, la totalidad del ser humano según Sartre. Parte del postulado que el hombre es un ser absolutamente libre.
Según Sartre, la idea primordial es explicar en qué constituye la individualidad del hombre como proyecto, lo que él denominaba “el ser para sí”. Se trata de concebir a la persona, al ser.
Para Sartre, la vida humana es siempre producto de una elección de carácter inteligible, consciente, y profundamente libre; la existencia como totalidad pertenecen al deseo libre y fundamental del hombre, es decir, se postula que el proyecto fundamental de persona bajo la condición de libertad absoluta, es la realización de la verdad humana en todos los deseos.
¿Libertad como condena?
Sartre experimenta una contradicción cuando se niega a darle importancia a los factores externos para definir al hombre y por consiguiente, demostrar así sus deseos reprimidos, ¿Es posible concebir hoy la libertad de manera absoluta, como le han criticado a Sartre? Es decir, sin tener en cuenta las condiciones sociales, la educación, y lógicamente el contexto donde se nace. El ser humano estaría condenado a ser libre, en términos sartreanos. Sin embargo, la condición social podría limitarlo, o peor aún, redefinirlo.
El planteamiento psicoanalítico reconstruye esta relación individuo-sociedad, ya que los deseos reprimidos del hombre, alojados en lo profundo del inconsciente, se manifestarían gracias a un receptor social específico en donde se plasme esta voluntad.
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Desiderata filosófica Cronopio es la nueva columna de Miguel Alavalcívar sobre temas filosóficos y estudios políticos.
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*Miguel Alavalcívar es Licenciado ecuatoriano en Filosofía y Ciencias Psicosociales; escritor de novela filosófica con tres publicaciones (El mundo contado al revés, Prozac: un libro a cuatro manos, El Trapecista); exponente en la FIL Guayaquil 2011 y embajador cultural del Ecuador en la FIL Guadalajara 2013; miembro de la Casa de la Cultura -Núcleo del Guayas- desde 2012; actualmente Director Académico y COO Partner en Arcis Capacitaciones, Director Académico en Grupo Compás; docente de Filosofía, Teory of Knowledge y Filosofía del Arte en nivel medio IB y superior.