GUERRA CIVIL EN FACEBOOK
Por Fabrice Epelboin*
Traducción del francés por Silvia Juliana Sanabria López*
«Se abrió una caja de Pandora»
Si Facebook fuese un país, sería uno de los más poblados del planeta y estaría luchando contra una guerra civil que cada día toma proporciones inquietantes. Esta guerra inició semanas después de que una cantidad considerable de información de los perfiles de los miembros de la comunidad virtual fuera de repente de dominio público. Desde ese momento, los enfrentamientos que han tenido lugar en Facebook entre integristas musulmanes, de una parte, y moderados y laicos, de la otra, son los titulares de la prensa gubernamental tunecina, y el comienzo, según algunos, de la reciente prohibición (mayo de 2010) de Facebook en Túnez.
Ayer, el periódico nacional tunecino Al Hadath hablaba sobre el uso a la deriva de Facebook, y fue más lejos que la televisión del gobierno francés al añadir a las acusaciones de tráfico de drogas, la de terrorismo.
¿TERRORISMO?
Nada de pánico, las muertes son virtuales, pero debe reconocerse que si todo aquello pasase en el mundo real, Facebook sería más peligroso que Bagdad. Centenares de cuentas en la red social son cerradas cada día, seguidas de fatwas numéricas promovidas por los djihadistas de salón.
Todo comenzó hace unos meses, poco después de que un buen número de datos, antes privados, se convirtieran en públicos y visibles para todo el mundo. Mientras que en occidente los analistas temían que las simpatías políticas fueran visibles para los jefes, fue en el norte de África donde el asunto empeoró.
Con cerca de 3,5 millones de internautas, es decir, un tercio de la población, y 1,4 millones de cuentas en Facebook, esta red social es muy popular en Túnez, dado que es visto como un espacio de libertad en un país conocido por su fuerte censura a la Internet, y juega, o jugaba, el rol de válvula de escape para una gran parte de la juventud.
Listas de laicos, de homosexuales, de mujeres que se pronuncian en contra del porte del velo (en un país como Túnez donde está prohibido hacer dicha cosa en la función pública), de periodistas y de intelectuales, han sido creadas. Dichos listados, publicados en páginas cuyo número de fans ha crecido rápidamente, están acompañados de instrucciones sobre la manera de señalar perfiles como falsos, ya que, después de un número de señalamientos, el perfil es desactivado.
Aunque hace un mes, cuando se percibió el problema, dichas listas podían contarse con los dedos de la mano, hoy pueden enumerarse más de cuarenta. Facebook ha tratado de suprimir algunas; sin embargo, a todas luces el servicio de moderación de Facebook fue desbordado por la situación (o no le interesa; en este punto, la cuestión no es muy clara).
COMUNIDAD ADMINISTRATIVA DE FACEBOOK
En alerta hace poco menos de un mes, Facebook no cambia de discurso: las desactivaciones de cuentas serán sistemáticamente realizadas después de una investigación exhaustiva realizada por un empleado de la empresa. Poco creíble, pero difícil afirmar lo contrario… hasta el momento en que mi cuenta fue desactivada por estar inscrita en varias de aquellas listas.
La netocracia obliga, y al contrario de centenares de tunecinos que no han podido recuperar sus cuentas, la mía fue reactivada en cinco minutos, seguida de las excusas del director de la vida privada de Facebook, siempre acompañadas de la misma justificación: error de un empleado. Mi perfil indica de manera muy explícita «editor», seguido de «ReadWriteWeb», información que ningún empleado de Facebook puede ignorar… a menos que empleen iletrados. De esta manera, es evidente que mi perfil no fue objeto de la menor investigación antes de ser desactivada la cuenta.
En Facebook, la policía también es virtual. Después de cierto número de señalamientos, su perfil es desactivado de forma automática, una funcionalidad que los eDjihadistas han comprendido muy bien y con la cual juegan.
Esta policía, respaldada por algoritmos y de cara a grupos bien organizados, no tiene, por lo visto, nada mejor de que ocuparse que pasar todo el día dedicada a hacer reinar el terror en las comunidades virtuales. En pocas palabras, las posibilidades que tiene Facebook de restablecer la paz son tan pocas como las de la armada americana en Irak.
CÉLULA ISLÁMICA AMERICANA
Para completar el folletín americano sobre el affaire, donde los malvados árabes han reemplazado hace un decenio a los villanos soviéticos de los años 80, el principal instigado de estos «eFatwa» en Facebook, quien se hace pasar por un tunecino, no es otro que un ciudadano americano que responde al dulce nombre de Hannibal, confortablemente instalado en California.
Seguro de si mismo, Hannibal no dudó en comentar la primera publicación que publicamos sobre el affaire. Muy educado, en un primer momento, y expresándose en un impecable inglés, él se dejó llevar de repente y comenzó a amenazar a varios internautas tunecinos que se expresaban por medio de comentarios en árabe, revelando un estilo que muchos entre ellos han reconocido, e interviniendo en el mismo momento en RWW y en Facebook, revelando de paso horarios de noctámbulo.
Como relleno de una pésima serie de televisión: él termina escribiendo en francés sus comentarios, revelando que existirían tunecinos que manejan el inglés y el árabe a la perfección, pero que tienen mucha dificultad con el francés, todo esto utilizando una dirección IP localizada en California. En resumen, Hannibal trabaja a menos de media hora de San Francisco y a tres cuartos de hora en carro del centro social de Facebook (salvo cuando hay trancones, por supuesto).
Luego de intensos intercambios en RWW, ante la importancia tomada por el asunto, y sin duda acordándose de las contradicciones locales entre la primera enmienda y el acto patriota, él trataba de minimizar la importancia de sus actos en un video secundado por sus «fans»:
(Extracto de la transcripción del audio) La señalización en masa es un derecho adquirido, es un derecho entre los derechos que da Facebook a sus miembros […] veo esta gente hablar en Internet, ellos se han ido a quejarse delante de los franceses, delante de los europeos, y también delante de los judíos… ellos se quejan ¿y que les dicen? Les dicen que se trata de libertad de expresión, que nosotros les privamos de la libertad de expresarse, que nosotros somos islamistas […] Hay otra cosa de la que quiero hablar […] las asociaciones de los derechos humanos en Francia, son como nuestras tiendas, o… tiendas de especias […] las asociaciones tiene una credibilidad limitada… estas hablan mucho, hacen mucho ruido, muchas palabras, derechos humanos y yo no sé qué más […] pues les doy un consejo de amigo, en tanto que árabes, o tunecinos, o marroquíes, o argelinos […] hay que vencer a tu hermano, sea el opresor o el oprimido, ¿Comprendes? […] y sé discreto, aunque no te guste algo de tu país, trata de corregirlos y habla de ello con tus compatriotas antes de ir a ver al francés […] él no va a hacer anda por ti, no le interesa, es decir que tú eres la última de sus preocupaciones […] tú eres la última cosa en la lista de cosas que le importan en la vida.
Es una peligrosa célula terrorista en el corazón del territorio americano, tanto que esperamos con impaciencia que Hollywood nos compre los derechos de la historia para una adaptación al cine.
DESPUÉS DEL TERRORISMO, LA GUERRA CIVIL
Prueba de que la vida en Facebook no es tan virtual como parece —en el sentido de que ella es una fiel copia del mundo real— el terrorismo da paso desde este momento a la guerra civil. Los tunecinos atacados en Facebook se organizan desde ahora para replicar, siguiendo los mismos métodos, con el fin de señalar en masa los perfiles de los «terroristas» y el listado de páginas que pretenden mostrar algún derecho a la libertad de expresión, sus cercanías al islam moderado, su laicidad, otra religión diferente al islam, que osan mostrar su homosexualidad o un corte sugestivo, y otras cosas más.
Se podría creer que es un problema aislado, pero desfortunadamente, no es así. Información de casos parecidos nos han llegado desde Marruecos, Argelia y Egipto. Grupos Pro–sionistas harían lo mismo mostrando en sus perfiles una bandera palestina en solidaridad con los habitantes de Gaza y Cisjordania.
Aquellos que continúan creyendo que Facebook e Internet están desconectados de la realidad del mundo lo hacen a su propia costa. Facebook, haciendo caer las últimas murallas de la vida privada, ha abierto una caja de Pandora que será muy difícil volver a cerrar.
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* Fabrice Epelboin es planificador estratégico de la agencia web Babel@Stal desde 1995 y trabaja en sitios de comercio electrónico y banca electrónica. Participó en proyectos de Arte Contemporáneo (Net Art) como Keo.org (Premio Ars Electronica 1999) por lo que recibió el primer premio en el «Clics d’Or» en 1999. En 2008, se convirtió en el autor principal y editor de la versión francesa del blog ReadWriteWeb. En un año, el blog se posicionó entre los 5 mejores enlaces de alta tecnología más influyentes de Francia. En 2009 fue nombrado como uno de los mejores bloggers del año por un jurado presidido por Nathalie Kosciusko-Morizet para la revista «Challenges». Fue co-fundador del sitio Owni, una plataforma para la experimentación con nuevas formas de periodismo digital. Participa en Techtoc.tv, una web TV dedicada a las nuevas tecnologías.
*Silvia Juliana Sanabria López (Bucaramanga, 1984). Licenciada Cum Laude en Español y Literatura de la Universidad Industrial de Santander. Ha publicado ensayos sobre la obra poética de Jaime Sabines y de Alejandra Pizarnik (Sic Editorial, 2005). También ha traducido textos de lingüística y de literatura del francés al español. En la actualidad, se desempeña como docente de español y lengua extranjera en la ciudad de Bogotá y colabora en la revista de poesía Exilio. sylviajulianas@gmail.com