FERNANDO VALLEJO, EL HOMENAJE POSIBLE
Por Gloria N. Ramirez – Oliveri*
Fernando Vallejo no está muerto como él tantas veces lo afirma. Basta con leer sus libros para constatar su vitalidad y la vigencia de su pensamiento. Lo que sabe, piensa, critica, altera y emociona está en su obra. Él es el mejor ejemplo de lo que se considera único e irrepetible. Se expresa claro y sin rodeos. Es como es y punto.
Fernando Vallejo presenta su libro «La conjura contra Porky» en la Filbo 2023 | El Espectador
Como domina el español, lo somete a su servicio.
Como filósofo, más que preguntas es un genio al dar respuestas.
Como también es músico, compone y estructura. Que no falte el ritmo ni mucho menos el tono.
Quienes lo conocen saben de su ternura, de su trato amable, de su gran sensibilidad… Pero que no se atrevan a abordarlo con tonterías, prejuicios o nimiedades, porque cuando se le desborda La Loca, se enfurece tanto o más que la Santa Elena, la quebrada de Medellín, que en mayo, se convertía en avalancha.
«…y en mayo, el mes de las lluvias, cambiaba la cosa. Saltaba una chispa, brillaba un relámpago, sonaba un trueno y se soltaba el chubasco, el gran chaparrón de gotas grandes, vulgares. Y por los cerros y las montañas empezaba a rodar el agua. Y las fuentecitas se volvían arroyos, y los arroyos ríos, y ríos y arroyos iban a dar a la Santa Elena, que engrosada por infinitos torrentes cambiaba de nombre y se tornaba en una avalancha: La Loca, la quebrada La Loca» (Los días azules, pág. 10).
Sus allegros ya no suenan alegres. Alguien lo provocó. Argumenta. Cita la historia y su barbarie. Lo que afirma es cierto y repugnante. Algunos que lo escuchan se persignan, se dan bendiciones. Otros callan, asienten y se avergüenzan. Tiene razón.
Entrevista a Fernando Vallejo – Sobre su libro «La Puta de Babilonia»
«Con la iglesia no te metas, Fernando, le aconsejan»… pero como él ya está muerto, ni responde, ni se asusta, ni escucha consejo. Vallejo es así. Se le quiere o se le odia, y nosotros en Revista Cronopio somos de los que lo queremos.
Fernando Vallejo es para muchos el mejor y más grande escritor colombiano vivo. Y lo de vivo hay que enfatizarlo, porque a pesar de su elocuencia no ha logrado convencernos de que está muerto, una candidez. Aunque la historia de su vida se puede leer en algunos de sus libros, lo que se reseña de él es muy conciso. Así:
Nació en Medellín, Colombia. Estudió filosofía y letras en universidades de Bogotá y Dirección de cine en el Centro Experimental de Cinematografía en Roma. Ha vivido gran parte de su vida en México donde ha dirigido tres películas y escrito la totalidad de sus libros… Es autor de La puta de Babilonia, un extenso sumario de los crímenes cometidos por el cristianismo y el Islam, y de Logoi, una gramática del lenguaje literario. Algunos de estos libros han sido traducidos a varios idiomas. El gran amor de su vida son los animales y su única causa es su defensa. (Contenido de la contraportada de «Los días azules», edición 2008).
Fernando Vallejo no es monedita de oro pa’ caerle bien a todos, tampoco es una perita en dulce que se digiere rápido por lo simplona, (la perita). En términos gastronómicos, él no es el postre, sino el plato fuerte, cuyo menú no incluye de qué está compuesto. Que esta comparación tan simple sirva para expresar su singularidad.
CARTAS Y RESPUESTAS DE FERNANDO VALLEJO PARA ESTA EDICIÓN ESPECIAL
Un poco de contexto
La planeación comenzó desde el año 2021, durante el tiempo de edición de la revista, un domingo temprano. La mañana de Colombia, porque en otras latitudes era de madrugada. En fin… Lo importante aquí es que tras la edición de cada artículo de Revista Cronopio, hacíamos pausas para pensar en la edición 100, la misma que están leyendo. Fue en ese momento cuando decidimos que Fernando Vallejo sería nuestro tema central, nuestro invitado o quizá la portada de una revista impresa que tal vez publicaríamos para conmemorar este esfuerzo que solo se financia con pasión.
Esa publicación todavía es un sueño. Una conversación larga con él también lo es.
Lo que sigue a continuación es el proceso de este deseo inconcluso, de una carta que se escribió y no se envió.
De otra carta que se escribió y sí se envió por correo y que Fernando Vallejo contestó por e-mail.
Por si quedan dudas solo podemos concluir que Fernando Vallejo es auténtico, interesante, polémico y extremadamente divertido. Quienes no somos como él, que somos todos, admiramos su estilo, su gracia, su sinceridad, su valentía, su manera de desafiar sin que le tiemble la voz, ni le tiemble nada, porque el tembleque es para pusilánimes y Vallejo no lo es.
Señor escritor Vallejo, lo queremos mucho y como ya lo expresamos, una conversación con usted sigue siendo nuestro anhelo. Usted está más vivo que siempre.
_________
* Gloria Nivia Ramírez Oliveri, es Comunicadora Social – Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (1991), con un máster en Liberal Arts – Spanish en California State University Northridge, CSUN. Inició su carrera como reportera gráfica del periódico El Colombiano (1989), al registrar una de las décadas más difíciles de la historia reciente de Colombia. Sus fotografías se han publicado en diferentes medios periodísticos de Colombia y el exterior. La docencia y la investigación también hacen parte de su trayectoria profesional. Su tesis de grado (1991), Vigencia de la fotografía documental en la prensa escrita: Tras las huellas de Henri Cartier-Bresson en el contexto de Melitón Rodríguez, le abrió las puertas de la prestigiosa agencia de fotografía Magnum de París, de la que fue pasante en el año 1993. Es miembro de «Pacific Ancient and Modern Language Association», «PAMLA» y ha sido ponente de conferencias académicas en diferentes universidades de los Estados Unidos, país de residencia. Colabora con el equipo de investigación del programa de Periodismo en español de CSUN. Es editora auxiliar de esta revista y reportera «free lance».
**Gustavo Arango, periodista, escritor y columnista de Revista Cronopio, se sumó a este homenaje con las fotografías de esta columna, tomadas en el año 2012.