Filosofía Cronopio

LA ONTOLOGIZACIÓN DEL SER A PARTIR DE LA IDEA DE POSEER A LOS OBJETOS

Por José Martín Hurtado Galves*

Imagino estar a la mitad entre la idea de sujeto y la palabra objeto. ¿Es realmente la mitad? ¿Puedo determinar dónde termina una y dónde empieza otra? ¿Qué parte de mi ser es la conexión entre ellas? ¿Y por qué tendría que estar en la mitad? Sujeto es movimiento; ser es estar siendo. Palabra y movimiento hacen realidad circunstancial. La realidad se mece en la palabra que deja rastro. La órbita conceptual que describe el movimiento es infinitamente posible, gnoseológicamente necesaria. Se repite y me repite, se anula y me hace aparecer de diferente manera. Así me descubro en la pregunta, que es un tipo de centro existenciario por demás difuso.

Como herramienta racional, el pensamiento fragmentado (partido) y fragmentario (inconcluso) sirve para desentrañarle más de una verdad a la realidad. Metáfora que descubre los espejos de la metonimia, la suplantación de la realidad por la palabra. Posibilidad de ampliar el discurso hasta volverlo materia ontológica. Piel filosófica de múltiples miradas estéticas y estetizantes que descubren al ser: ser es hacer, estar haciendo. La palabra es sensualmente racional. El sujeto es racionalmente literario.

Desde la polisemia epistemológica que envuelve y desenvuelve la mirada y la voz del sujeto, los objetos se vuelven inasibles, escurridizos; apenas si pueden tomarse con los dedos de la imaginación. En ellos se van (irse también es construirse) formas de mirar difusas. En lo difuso está todo lo concreto que podemos ver (ver también es ser, estar viendo es estar siendo). Los objetos nos sitúan y resitúan en la realidad existenciaria (estar siendo), no solo existencial (estar en el tiempo). Desde ellos la realidad también es objetual, no solo humana. O para ser más precisos: desde los objetos la realidad es humanamente objetual.

Veo al objeto desde el tamiz del pensamiento fragmentado: el objeto se bifurca, la mirada se quiebra; aparecen varios objetos, se destejen varias miradas; de la poiesis surge la realidad como palabra: los objetos se multiplican y multiplican mi mirada, que estalla en posibilidades inconclusas. Mirada de creación incierta. Aliento divinamente humano el de mirar y ser mirado. Al final, la voz concentra la dispersión en un decir óntico (del objeto); sin embargo, ningún sentido óntico puede ocultar el rostro ontológico (del sujeto) de esta nueva forma de ser y estar siendo en sucesión interminable de los días, inclusión en que aparecemos más allá de una fenomenología concreta o total.

Los objetos son el primer acercamiento a la cotidianidad, al menos como realidad acercadora a lo primero que es el ser que se intuye desde la percepción sensual. Después viene la mirada, la que los hace aparecer como materialización física (una materialización que solo desde lo humano tiene sentido). Al final, la voz que les da sentido y contingencia existencial.

De la simbiosis entre sujeto y objeto se pasa a la metamorfosis, y de ésta a la imaginación transgresora de la fatalidad semántica. Estar siempre en la aproximación es de humanos. De hecho, ser humano es una especie de aproximación inconclusa: la ontologización es posibilidad de asumirse desde una realidad fáctica. Una indeterminación que se aproxima a la idea ontológica de ser. Pero es solo una aproximación, un estar constante en la posibilidad de poder no ser: siempre estamos en algún lugar de la distancia, somos distancia al quedar indeterminado el grado de aproximación real e imaginaria. ¿A qué distancia estamos de los objetos que nos rodean? ¿A qué distancia están ellos de nosotros? ¿Es la misma distancia? La claridad de los rostros depende de la distancia.

De cotidianidad y extrañamiento se suceden los instantes en que me encuentro como pregunta. ¿Qué pregunta puedo formular desde este silencio que pervierte la existencia al tratar de volverla absoluta? ¿O es una respuesta la que debo dar a la pregunta qué significa existir? Tanto la pregunta como la respuesta son formas ontologizantes de reflejarme en el espejo de la existenciaridad.

Preguntar por el ser desde la cotidianidad. Hacer visible el aspecto ontológico, despejarlo de las montañas de objetos que lo ocultan es intento fallido, inconcluso. Es perfilar la mirada hasta el punto en que la materia se hace voz, y la voz este tipo de humanidad infinita que pregunta incesantemente. Después de todo, la pregunta siempre será el tamiz desde el que cobre conciencia de sí el para sí ontológico y ontologizante existenciario. Somos cazadores de palabras nacidas o imaginadas. La red nunca deja de estar tendida. En cualquier momento podemos caer en la tentación de ser como el objeto. Posibilidad que no nos libraría para siempre de un para sí, pero que —al menos— nos ubicaría en un sí difuso: pudiéndonos negar cuando fuera necesario.
___________
* José Martín Hurtado Galves (Querétaro, México, 1962) Filósofo, historiador, poeta y escritor. Laboralmente se desempeña como Profesor-Investigador de la Escuela Normal Superior de Querétaro y Asesor de la Universidad Pedagógica Nacional. En ambas instituciones es coordinador de postgrado e investigación. Ha colaborado en la sección literaria \’Escaparate\’ del Diario de Querétaro, y las revistas Lunar, SUPAUAQ, Voces, Alternancias, y Arteducto; además de varias revistas internacionales de literatura e investigación en la red. Obtuvo el primer lugar en el Concurso de Poesía, Cuento y Ensayo de la UAQ, en cuento [1998], y en ensayo [2000], y menciones honoríficas en poesía y en ensayo [1999]. Finalista en el concurso internacional de poesía [2003] del Centro de Estudios Poéticos, Madrid, Espaa; y finalista en el \’6º Encuentro Literario Internacional\’ [poesía] del Centro de Escritoras/es Nacionales CEN EDICIONES, Córdova, Argentina.
Creador y coordinador del Grupo Literario HaSer. Colaborador del suplemento cultural Barroco, con la columna \’De golpe ante la palabra\’, del Diario de Querétaro.
Autor y coordinador de varios libros de Historia, Filosofía y Educación en los que han participado académicos e investigadores de México, Cuba, Francia, España y Perú.

El presente texto está tomado del libro «Ser y objeto. Aproximaciones a una ontología literaria desde los objetos», de José Martín Hurtado Galves. Publicado en septiembre de 2013 por la Editorial Eutelequia, en Madrid España, dentro de su Colección Ensayo.