A la luz de los postulados, podríamos sostener una crítica a la democracia, la cual bastaría con observar parte del trabajo propuesto por la ONU, pues, para este organismo, si se le da una definición conceptual a la democracia, podrá aprenderse su importancia y trascendencia en la búsqueda de un mundo bajo dicho ordenamiento.
Probemos con el siguiente fragmento:
«La democracia es uno de los valores y principios básicos universales e indivisibles de las Naciones Unidas. Se basa en la voluntad libremente expresada por el pueblo y está estrechamente vinculada al imperio de la ley y al ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales» [16].
Si prestamos un poco de atención, podemos ver claramente que ya mantiene la imagen dogmática del pensamiento, pues, aparece como un dogma moral, es decir, como aquello que es capaz de persuadirnos de que tiene una buena naturaleza y que por tanto existen organismos, como la ONU, «posibilitadores de una buena voluntad» [17]. Entonces, se nos ha develado el primer postulado, puesto que ya nos aparece como un concepto atrapado en una buena voluntad, capaz de armonizar las diferentes situaciones que se susciten, pues todo acontecería en un mar de actos libertarios en concordancia plena con el imperio de la Ley.
Asimismo, se permite suscribir un análisis del segundo postulado, pues, ya se nos presentan todos los elementos que conforman la humanidad, es decir, que «todos los hombres» pueden ser vistos como elementos que ejercen sus relaciones, en total armonía, en aras de la vida democrática.
Entendiendo que la ONU sostendrá que «los individuos participan en las decisiones que afectan a sus vidas y pueden exigir cuentas a quienes las toman, en base a [sic] normas inclusivas y justas, instituciones y prácticas que gobiernan las interacciones sociales» [18]. Lo cual sería imposible puesto que las partes no son las que conforman un todo armónico, empero, sería todo lo contrario, pues, Deleuze sostendría que cada hombre y cada pueblo serían quienes establezcan su propio orden: «El verdadero sustantivo, la sustancia misma, es multiplicidad, que hace inútil lo uno, y no menos lo múltiple […] Lo múltiple es una multiplicidad que aun no sea una multiplicidad» [19].
Con respecto al tercer postulado, ya nos dice la ONU lo siguiente:
«Si bien la Carta de las Naciones Unidas no incluye ninguna mención de la palabra “democracia”, las palabras iniciales de la Carta, “Nosotros los Pueblos”, reflejan el principio fundamental de la democracia de que la voluntad del pueblo es la fuente de legitimidad de los Estados soberanos y, por consiguiente, de las Naciones Unidas en su totalidad».
Pareciera que la solución ya estaba inscrita desde la patente de las Naciones Unidas, en la cual el mundo habría entendido que la revolución expresada en el término la Unidad de los Pueblos sería un reconocimiento de lo democrático.
Dicha afirmación conduciría al cuarto postulado, el del sometimiento de toda la potencialidad a la identidad del concepto, pues:
«La Declaración especifica los derechos que son esenciales para una participación política eficaz. Desde su aprobación, la Declaración ha inspirado la elaboración de constituciones en todo el mundo y ha contribuido notablemente a la aceptación mundial de la democracia como valor universal» [20].
Lo anterior posibilitaría que todo termine por ser pensado bajo el modo de falso y verdadero, haciendo surgir el sexto postulado. No olvidemos que la construcción de la ONU surge de un núcleo problemático, nos referimos al movimiento Nacionalsocialista, que provocó la II Guerra Mundial.
Entonces, parece que La Democracia surge como un procedimiento contra los problemas totalitarios, produciendo soluciones desde las representaciones y no desde los problemas mismos como propondría Deleuze. Para muestra el siguiente párrafo:
«La labor política de las Naciones Unidas exige que promueva resultados democráticos; los organismos de desarrollo tratan de promover las instituciones nacionales como los parlamentos, las comisiones electorales y los sistemas jurídicos que forman la base de toda democracia; y las actividades de derechos humanos apoyan la libertad de expresión y asociación, la participación y el imperio de la ley, todos los cuales son componentes críticos de la democracia» [21].
En todo caso, la democracia se torna en saber y en solución, en el fin último que debe ser alcanzado en todas las esferas políticas y sociales. Sin embargo, esto es un movimiento ilusorio que impide las posibilidades reales de los núcleos emergentes de los programas políticos, puesto que sólo promueve una visión concordante e ideal de las diferencias, no permite un despliegue real, en tanto problemático de las facultades, como precisamente Deleuze propone.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Si se acepta la postura democrática, como pretende la ONU, se puede observar que esta se encuentra atrapada en la imagen dogmática del pensamiento, empero, esto no significa que pueda ser una realidad.
Su manera de proponer soluciones ya nos aparece como totalizadora, desde el propio concepto, pensando en que existen riesgos que se deben sortear, es decir, plantea programas y soluciones pero que sólo sirven para casos ideales. De lo contrario, si acepta el reto de impactar la realidad con esta ilusoria idea, entonces estamos en aras de totalizar todo el globo terráqueo con una falsa concepción de progreso y anular con ello los elementos diferenciales y sus relaciones problemáticas.
Tal vez necesitáramos algo que nos fuerce a pensar de otra manera, es decir, que lo que se necesite es otra forma del pensamiento,
«Ese algo es el objeto de un encuentro fundamental, y no de un reconocimiento. Lo que se encuentra puede ser Sócrates, el templo o el demonio. Puede ser captado bajo tonalidades afectivas diversas: admiración, amor, odio, dolor. Pero su primera característica, bajo cualquier tonalidad, consiste en que sólo puede ser un sentido. En esto se opone al reconocimiento. Pues […] lo sensible no es de ningún modo que sólo puede ser sentido; sino lo que se relaciona directamente con los sentidos por medio de un objeto que puede ser recordado, imaginado, concebido. Lo sensible no sólo está referido a un objeto que además de sentido puede ser otra cosa» [22].
Quizás sea necesario problematizar la democracia desde sus cuestiones más esenciales, en aquellas paradojas reales que se dibujan en el fondo de sus pretensiones idealistas, en sus propias antinomias, por ejemplo: en la forma en la que tendría que lidiar con un partido antidemocrático.
«Otro problema que denota debilidad democrática es la existencia y amplio seguimiento de partidos antidemocráticos. Este es realmente el talón de Aquiles de la democracia, uno de los peores círculos viciosos a que puede dar lugar el sistema: ¿Qué ocurre cuando se elige democráticamente a un partido antidemocrático? […] Excluir a este partido podría considerarse una violación de la tolerancia que la democracia requiere, pero su triunfo puede muy probablemente significar el fin del sistema» [23].
Esta paradójica situación tal vez nos arroje otra posibilidad, la de entender esos elementos diferenciales y forzar a pensar la diferencia y la repetición tal como Deleuze nos incita a hacerlo, entendiendo cada una de las particularidades del problema mismo, un pensamiento sin imagen, en lugar de una totalizadora imagen dogmática del pensamiento.
Para el caso de la democracia, pudiésemos pensar que es posible crear otro orden que no sea el dogmático-democrático.
En todo caso, el orden de la diferencia y la repetición, entendidos como un constante flujo de devenires, que posibiliten una reterritorialización de cada elemento particular de las naciones que confluyen en el globo terráqueo, cada serie de elementos diferenciales en sus relaciones con su propio entorno. Lo cual no implicaría un orden unívoco sino más bien otra serie de posibilidades, que no dependan de organismos ilusorios y apropiativos como ocurre ahora con la democracia dogmática.
Consideramos que es tiempo de forzar el pensamiento a otras posibilidades, a saber, que no pueden ni deben surgir erigiendo el proyecto democrático como el fin último, cosa que posiblemente encuentre sus despliegues en el entramado nietzscheano o bien la actualización de éste con Deleuze, desde un pensamiento antidemocrático, nomádico, problematizador y por supuesto, inactual (intempestivo).
BIBLIOGRAFÍA
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________ Violencia en acto. Conferencias en Buenos Aires. Traducción de Analía Hounie. Paidós. Buenos Aires 2004.
NOTAS
[1] Nietzsche, F. Fragmentos póstumos sobre política. Traducción de José Emilio Esteban Enguita. Editorial Trotta. Madrid. 2004. p. 170
[2] Cfr. Tomo éste concepto de Zizek, quien sostiene que la política posmoderna, se inscribe en la represión de las ideologías políticas, intentado contenerlas y pacificarlas, excluyendo así todo compromiso real. Estableciendo así que el modelo de ideología ha sido superado. Véase: Zizek, S. En Defensa de la Intolerancia. Traducción de Javier Eraso Ceballos y Antonio Antón Fernández. Diario Público. España 2010. p.37
[3] Pellejero, E. Deleuze y la redefinición de la filosofía. Morelia Editorial. Michoacán 2007. p.20
[4] Ibíd. pp. 18-19. Los corchetes son nuestros.
[5] ibíd. p. 25
[6] Cfr. Para una concepción más detallada de las recurrencias a la inactualidad en el proyecto deleuziano, véase la obra de Pellejero, Óp. cit. pp.32-42
[7] Ibíd. p.35
[8] Ibíd. p. 40
[9] Zizek, S. Órganos sin Cuerpo. Sobre Deleuze y consecuencias. Trad. de Antonio Gimeno Cuspinera. Pre-textos. España 2006. p.13. Los corchetes son nuestros.
[10] Zizek, S. Violencia en acto. Conferencias en Buenos Aires. Traducción de Analía Hounie. Paidós. Buenos Aires 2004. p.37
[11] Ibíd. p. 57
[12] Ibíd. p.62
[13] Morey, M. Del pasar de las cosas que pasan y su sentido. En: Deleuze, G. Lógica del Sentido. Paidós. Buenos Aires 1989. p.16
[14] Deleuze, G. Diferencia y Repetición. Traducción de María Silvia Delpy y Hugo Beccacece. Amorrortu. Buenos Aires. 2002. pp. 254-255
[15] Ibid. p. 255
[16] Organización de las Naciones Unidas. La democracia y las Naciones Unidas. tomado de: https://www.un.org/es/globalissues/democracy/democracy_and_un.shtml
[17] Deleuze, G. óp. cit. p. 205.
[18] ONU. Óp. cit.
[19] Deleuze, Óp. cit. p. 277. Los corchetes son nuestros.
[20] ONU, Óp. Cit.
[21] Ibíd.
[22] Deleuze, Óp. Cit. pp. 215-216. Los corchetes son nuestros.
[23] García, L. y Tortella, G. (Eds.) La Democracia Ayer Y Hoy. Editorial Gadir. Madrid 2008. p. 231. Los corchetes son nuestros.
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* Orlando Carmona Sánchez
Es licenciado en Psicología por la Universidad Veracruzana y maestro en Filosofía por la misma universidad. En el ámbito laboral se ha desempeñado como coordinador general del Archivo Histórico Municipal y actualmente como asesor del Instituto Municipal de la Mujer del municipio de Jilotepec, Veracruz. Ha sido profesor de psicología en universidades privadas y en la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz; además, profesor invitado en la Escuela de la Policía Federal, división de Gendarmería y en 17, Instituto de Estudios Críticos, de la Ciudad de México. Ha escrito en Revistas Arbitradas e Indexadas, entre las que destacan: La Revista UARICHA, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, La Revista SUBJE-CIVITAS y la Revista LATHOUSES; También, ha colaborado, desde 2011, como articulista de la JORNADA VERACRUZ, en la columna de Opinión. Ha participado como ponente en diversos congresos entre los que destacan el CUARTO FORO ANUAL INTERNACIONAL SOBRE CIVILIDADES, organizado por la universidad Veracruzana y EL SIMPOSIUM XALAPA 2012, Organizado por el H. Ayuntamiento de Xalapa.
Líneas de investigación: Psicología Social en problemas de Violencia Escolar, Género, Civilidad y Cultura. Filosofía Política: el pensamiento político de Freud, Nietzsche, Schopenhauer, Hobbes; Democracia y Sociedad.
Principales Publicaciones:
Por Un Alegato Ético De Violencia Escolar: Fracasos Del Paradigma Inmunitario en el Estado de Derecho Mexicano. Revista Uaricha (Morelia, México) Volumen XI, N° 24 enero-abril 2014., Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás De Hidalgo. (Publicado).
“Consecuencias ontológicas en la asimilación del enemigo: de los nacionalismos a la hegemonía política contemporánea”. Revista Lathouses: psicoanálisis, arte y humanidades. (San Luis Potosí, México) año 1 n°1 (publicado).
En el reflejo de Narciso: sociedad, política y subjetividad. Revista Subje-Civitas. Estudios Interdisciplinarios Sobre Subjetividad Y Civilidad” (ISSN 1870-6932). Aprobado y en espera de Publicación.
¿Radicalidad Política en Nosferatu? Una propuesta para la aniquilación de la Representación Social. Revista Subje-Civitas. Estudios Interdisciplinarios Sobre Subjetividad Y Civilidad” (ISSN 1870-6932). Aprobado y en espera de publicación.