FOTINI GEORGANTAKI
Por María Del Castillo Sucerquia*
Leer a los poetas extranjeros nos acerca a su manera de sentir, ver y ser en el orbe, para —o desde— su terruño, contexto y época. Hoy en Cronopio Errante, columna de traducción y crítica literaria, les presento un paladeo del trabajo poético de la autora griega Fotini Georgantaki Psychogiou, poeta nacida en Yerápetra, Creta, donde terminó la escuela secundaria. Tiempo después, se instaló en Atenas y abrió su propio negocio. Es autora de doce libros de poesía. El duodécimo incluye cuentos. Ha ganado numerosos premios en concursos nacionales e internacionales. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, árabe, indio, ucraniano, serbio y, ahora, al español. Ha participado en antologías de poesía en Grecia y en el extranjero. Es miembro de la Sociedad de Escritores Griegos, de la Unión Panhelénica de Escritores y del Grupo Literario Xasteron.
* * *
EL ABRIGO DE LA PAZ
durante siglos los potentados han quemado
las identidades de los pueblos
no hay piedad
¿qué te harían las lágrimas de los ríos
el descenso de los sollozos al mar?
se apresuran hacia la máxima distancia…
el río junto a mi casa
perdió su rostro de inocencia
las cañas no hallan dónde resonar
el sello del futuro es color amapola
las manchas en los pétalos
evidencian la barbarie
la resina de la traición dará fe
de la fecha de emisión
el Holocausto, lo nombrará la historia
al cerrar los ojos se apresura la memoria…
tiernas almas jugando a la pelota
madres pregonando el patriotismo
abuelas tejiendo los abrigos de la paz
mientras viva, esperaré a que la voz
de la razón prevalezca
y abracemos la risa del mundo, el sol que compartimos
y estrechemos las manos que escriben para los niños
y acariciemos las ramas del olivo milenario que
vigilaba las coronas de la redención
sin embargo, agradezco a la delicada primavera
el coraje de su ovación ante los curadores de la palabra
la expresión más libre de los poetas
TÚ
en el teatro del horizonte, en la luz de la vela
se irguieron mis juramentos —cotidianos, pero reales—
de pronto, emergieron las ansias
no, no desahucies la nonata esperanza que tanto busco
las quimeras en mis sueños, las hojas a punto de caer
desnudan la cruda realidad en la plenitud del ardor
lanza, con suavidad
tu nombre sobre los hombros
cubre la desnudez
el hospitalario amor se torna ciudad
esa chispa, el inagotable sabor del alma
se balancea, abre los canales
hace del cuerpo un hogar
acurrúcate en el soleado colchón
en la blanda suavidad, en la amplitud de mi alma
una mirada lujuriosa en la mella del deseo
oleaje de pasión agolpándose en el cuerpo
(con un poco no se contenta mi espartano corazón)
¡sí! para mí sean los ojos del mundo
el cabello del viento, el beso de la lluvia
el sabor del sol, la rosaleda que define mi corazón
el tesoro del firmamento
¡tú!
LOS ATAÚDES DE LOS SIGLOS
a través de las hojas, en verano, suenan las trompetas
anuncian a los mamíferos nocturnos
la orquestal actuación que auspician las constelaciones y la luna
los batallones de cigarras son encauzados
por las ramas y troncos de la tierra
olivos, pinos, tamariscos, cedros
fértiles paisajes en las montañosas provincias
las estaciones ribereñas
suenan las bocinas de la naturaleza en la mayor
y, justo antes del apagón, una ola de rocío cubre los hombros
las voces de plata se silencian
durante siglos, escudan los dedos del eco, la bandera del tiempo
se torna gris la blanca nube, cubre los ojos el sosiego
la humedad tapiza el paisaje y la alfombra otoñal se despliega
LA CONSTELACIÓN DEL CENTAURO
las nueces de macadamia ahumadas
un prefijo neutro en el ángulo del plato
a la vez, de romántico humor
una sensibilidad connotativa subyacente
multicultural en su básica presencia
tan costosa pese a su estado de hoy
las estaciones lloran el ocaso
los ojos sin aliento se desmayan en la apnea de la ausencia
(es como estar perdido)
los marchitos recuerdos visten los iris
una maravillosa caminata en la juerga del sol
Iniochos lleva las riendas, Eos es un hombre herido
la silenciosa parsimonia horada el momento
los deseos legibles del mañana se rinden
todo es bienvenido y consumible
en la constelación del centauro
los crepúsculos triples, con sus afectos
domesticaron la creación
planto brotes de amor en los corazones
justo allí, en las ahumadas nueces de macadamia
EL EXPRESO DEL OLVIDO
palpo la quietud del agua
las alas del aire se despiertan en mí ¿las recuerdas?
son del color del mar, como el azul del crepúsculo
las notas de una melodía inacabada
que buscan la primavera perdida
el estilo y el colorido de la noche son perennes
cierro los ojos…
reorganizo el caos, borro las sombras, domino el silencio
percibo el delirio de la lluvia, a un loco entre las nubes
la versión elegante de la luna
como sostenido en los manubrios de la media noche
entro en la antología de los recuerdos
palpo el sudor de los cuerpos, las saladas lágrimas
la patogenia del amor que se fue temprano
¿con quién dialogo, a quién entrego las cartas
los votos asesinados?
un estado vestido con galas navideñas y yo…
corro las cortinas, apago la luz
retrocedo, voy a reunirme contigo
tan pronto como penetre
en el expreso del olvido
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La presente columna «Cronopio Errante» muestra traducciones al español de autores asiáticos y de todo el mundo, realizadas por María Del Castillo Sucerquia, así como críticas y opiniones de esta traductora.
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* María Del Castillo Sucerquia es poeta, correctora, narradora y traductora baranquillera (1997). Es una poeta bilingüe, escritora, tutora, médica oriental (Neijing, España) y traductora (francés, Inglés, italiano, portugués, español y alemán). Con experiencia en radio y actuación (teatro y cine). Ha participado en numerosos festivales de poesía, recitales, foros, conferencias y encuentros culturales. Sus poemas han sido traducidos en diversas antologías (Encuentro internacional de mujeres poetas Cereté, Relatos para adolescentes, Poesía Colombiana y Ecuatoriana, entre otras), revistas, periódicos y sitios web nacionales e internacionales (Filogicus, Libresta, María Mulata, Bharatha Vision, Azahar, Atunis Poetry, El Heraldo, Muelle Caribe, Crisol, Uttor Kota, Sol y Luna, entre otros). Sus poemas han sido traducidos al canarés, árabe, urdu, bangla e inglés. También colabora con las revistas Vive Afro (Medellín), Altazor (Chile), Cardenal (México), Golem (México).