«LA FUGACIDAD DEL INSTANTE», UNA NOVELA DE MIGUEL FALQUEZ CERTAIN

Por Pedro Arturo Estrada*

El «Yo es otro», más que una frase suelta de Rimbaud, terminó definiendo una nueva manera de asumir la poesía moderna desde finales del siglo XIX a nuestros días. Un cambio de perspectiva respecto a la noción del sujeto, del «yo lírico», incluso de la noción de autor como demiurgo supremo, con la consiguiente crisis de la propia literatura como territorio exclusivo de su poder. Octavio Paz hablando de esto en algún ensayo afirmaba por ejemplo que, en el poema, a veces no somos nosotros quienes escribimos sino el lenguaje, y en general los poetas y escritores contemporáneos se saben más bien «coautores» en un indefinible y a cada instante más vasto universo textual, algo que ya no alcanzamos a abarcar desde el punto de vista meramente individual. La hipertextualidad, por supuesto, nos desborda, y desde Joyce sabemos que todo esfuerzo de unidad estilística, todo intento de originalidad formal parece ya inalcanzable o desfasado. Sin embargo, después de los grandes experimentalismos del siglo XX hasta mediados de los año sesenta, se diría que son los narradores en particular quienes de alguna manera han intentado restablecer ciertas líneas, ciertos ejes fundamentales de una escritura que, sin recaer en los convencionalismos clásicos, ha intentado integrarse a nuevas perspectivas y técnicas creativas que, desde la experiencia misma de las ciencias, las tecnologías, el cine, la música y la transformación radical de las artes plásticas, amén de los aportes de la lingüística, de la sociología y de otras disciplinas del conocimiento, exigen y permiten mantener viva esa escritura como expresión última del ser, la cultura y la sociedad contemporáneos más allá de los viejos cánones.

En este sentido resulta siempre muy interesante explorar, entre los escritores colombianos actuales, propuestas muy innovadoras sobre todo en la novela y el cuento, con nombres ya consagrados después de Gabriel García Márquez, como Jaime Manrique, Marco Tulio Aguilera, William Ospina, Tomás González, Pablo Montoya, el mismo Mario Mendoza, Héctor Abad, Piedad Bonnet, Laura Restrepo, etc., hasta escritores tal vez menos conocidos pero igualmente valiosos como Gustavo Arango y Miguel Falquez Certain**, que en 2022 nos entregó su obra quizá más ambiciosa, tanto temática como formalmente: La fugacidad del instante (Escarabajo editorial, Bogotá, 2020), una novela de casi 700 páginas que recoge y recrea la memoria de Carlos Alberto Rivadeneira, alter ego o avatar del propio autor, desde su infancia hasta promediar la adolescencia, en una serie de relatos en tono auto confesional que van ensamblándose de manera magistral a una estructura mucho más amplia y compleja que constituye en sí el corpus mismo de la obra y que, por lo demás, promete continuar desarrollándose en los próximos años en nuevos volúmenes como saga, como serie o ciclo temático.

Como lo han observado algunos lectores y críticos, hay bellas afinidades entre esta novela con obras célebres que abordan el tema de la memoria, la infancia, los primeros escarceos eróticos, etc., como En busca del tiempo perdido de Proust, o Paradiso de Lezama Lima. Pero más allá de esto, es indudable la originalidad de una historia plena de autenticidad, vigorosa, densa en su elaboración pero sin ser pesada o aburrida en ningún momento. Por el contrario, la gracia y la ductilidad narrativas garantizan siempre en ella el ritmo y la fluidez que después de todo tanto se agradece. Se impone al final cierta visión global de la vida bajo la luz de una estética depurada que salva la obra del peligro de la linealidad, y el recurso meramente anecdótico, el carácter limitado de lo autobiográfico en que suelen incurrir este tipo de novelas signadas por el «yoismo» autorreferencial. En Miguel Falquez, justamente, lo autorreferencial se transforma, se abre y se expande a un ámbito, un contexto mayor, más complejo y significativo.

La fugacidad del instante nos presenta entonces no solo una historia de carácter autobiográfico, sino, ante todo, una intensa y profunda exploración de la memoria, desde el amor, el erotismo, la ironía y el humor, pero además, desde esa conciencia escindida del «yo» multidiverso que a lo largo de los años va conformándose y conformando una cosmovisión, un carácter, una manera propia de ser y ver el mundo. Novela de iniciación pero también de confrontación y cuestionamiento de una sociedad, una cultura, una tradición, una mentalidad ciertamente contradictorias, atrapadas en su propio absurdo y decadencia, sobre lo cual Miguel Falquez logra construir todo un universo narrativo, pleno de vitalidad, frescura, belleza y, agregaría yo, poesía vivida.

La novela como estructura textual se destaca para mí por características muy definidas:

• La complejidad de relaciones que alcanza a desarrollar y mantener a lo largo de todo el andamiaje narrativo. Relaciones intertextuales e hipertextuales que enriquecen para el lector sus posibilidades de disfrute y reflexión crítica.
• Manejo del lenguaje, claro, espontáneo, coloquial y al mismo tiempo preciso, riguroso y fresco.
• El manejo igualmente eficaz del punto de vista, las técnicas de construcción narrativa ágiles, novedosas tanto como el manejo del tiempo, la simultaneidad y entrecruzamiento de los hechos narrados, los personajes, las situaciones decisivas de la historia y sus contextos.
• El acertado uso de expresiones propias del habla caribeña, acentos y tonos que le conceden un alto valor testimonial, sociológico y aun histórico, sin caer en el costumbrismo superficial.

Desde luego que son muchas otras, aparte de la amenidad y maestría del estilo, las cualidades y calidades que a primera vista un lector promedio puede encontrar para su disfrute y satisfacción final en esta novela realmente importante en la ya larga y meritoria carrera del poeta Miguel Falquez Certain.

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* Pedro Arturo Estrada. Poeta y narrador nacido en Girardota (Colombia) en 1956. Ha publicado: Poemas en blanco y negro (1994); Fatum (2000); Oscura edad y otros poemas (2006); Suma del tiempo (2009); Deshistorias (2012) y Poemas de Otra/parte (2012). Ganó el premio nacional Ciro Mendía en 2004, Sueños de Luciano Pulgar (2007) y la «Beca de creación Alcaldía de Medellín» (2012). Invitado al festival internacional de poesía de Medellín en varias ocasiones. Sus textos aparecen en algunas antologías nacionales y del exterior. Se desempeña como coordinador de talleres de escritura creativa con jóvenes y adultos.

* *Miguel Falquez-Certain nació en Barranquilla (Colombia). Es autor de diez poemarios, seis piezas de teatro, una noveleta, una novela y un libro de narrativa breve por los cuales ha recibido varios galardones. En octubre de 2019, la XIII Feria Hispana/Latina del Libro en Nueva York se celebró en su honor. En 2019, Nueva York Poetry Press publicó su antología personal de poesía Hipótesis del sueño. En octubre de 2020, Escarabajo Editorial de Bogotá publicó su novela La fugacidad del instante. En 2022, Nueva York Poetry Press publicó Prometeo encadenado. Vive en Nueva York desde hace más de cuarenta años y se desempeña como traductor en cinco idiomas desde 1980.