LA MUERTE DE UN POETA
Por Juan Leonardo Salazar Gonzales*
Los poetas mueren solos, sin amor o detalle que la soledad implora.
Viejos amigos distraen el silencio que acongoja nuestro sufrir,
Vertiente de aventuras incalculables, opacas el sentimiento de culpa.
Aquella ira injusta atolondra una sonrisa inoportuna,
Y fue así que murió un poeta exhalando el final de su vida,
agobiado por el instinto de seguir la eternidad.
Sin dios que ilumine su presente,
¡maldigo una suerte insignificante! una fe descompuesta en medio del tormento…
¡Salven los santos! La gloria expone nuestro cielo,
Pues los poetas ¡hoy! su rabia fortifica la razón del alma.
¡Desierto sueños, inhóspitos fragmentos! Habitado en medio de una ausencia perenne
Versos inconclusos apegados hacia el infinito lago de nuestra desidia,
Mentes lúcidas agrupando cuerpos imperfectos
Y el poeta con sus versos, muere lento tan lento…
Inculto bohemio, trágico despertar alma errante torturado en rascacielos impetuosos
Existe un firmamento inagotable de recuerdos absurdos
Absuelto en medio de un festín poético, una eternidad ¡nuestra eternidad!
Amansa el placer de sentir libertad, mas la muerte
Atenta un fracaso permanente, pues hoy el poeta denigra la santidad del hombre.
¡Pobre! Imperfecto, ante el desdén de la muerte de un poeta.
Ausente, ausente… susurran mis demonios en el desierto del recuerdo.
Atroz conjetura comparado ante el innegable desprecio del vivir,
Amante empedernido de una lujuria desmesurada
Y cómplice insatisfecho de aquellos versos desechos de un poeta incompleto.
FRENÉTICA TEMPESTAD
Y el hombre dio su último suspiro, intangible y exasperado
Solo… culminando la etapa del recuerdo,
Impetuoso y decidido, ¡dios! ¿Quién responde al extenso llamado del silencio?
Interminable desidia, la mano de hierro
Impondrá sus enclenques penurias y los ángeles capturarán un cielo inconsciente.
¡Cobarde! O la muerte rodea cada parte del universo y ¡la hipocresía!
Inundando la tempestad, negando alguna existencia coherente.
El hombre por voluntad propia invade un círculo ambiguo de proezas.
Entre sí, no se acumulan pecados internos
Y nuestra alma ¡pobre! Vagabunda, anticuada desde el principio de
Los tiempo, impunidad desoladora atrayendo indescifrables desdichas.
Y de las puertas del infierno impulsó pasos de una necedad determinada,
Los ángeles arrodillados ante el ser perfecto y complejo despojado
En las tinieblas desde el inicio de los tiempos y «dios» perplejo,
Recluido en la soledad de su egoísmo mantuvo la postura
Erguida, despotricando a un hijo bastardo.
Y el tiempo cederá espacio en la infinidad de nuestros males,
Contagiando ingratas y despreciables vertientes de amor,
Humillando aquella felicidad testaruda que nos mantuvo presos
¡Y el infierno o el cielo! Soportan advenimientos testarudos.
DEMENCIA INSUSTANCIAL
Tiempo… Irrefutable porvenir, indomable amanecer,
Desdicha elocuente, momentos de penurias por la cual
Mi alma restringe tormentos hacia un grato infortunio.
El cielo se torna testigo de mis complejos
Mientras aquellos años disparejos irradian un «porqué» desmerecido.
Actor en segundo plano decadente,
Director en obras impuntuales,
Rencor empañado establecen pactos demenciales,
¡hoy el amor! desecha cualquier sentimiento de culpa
Reuniendo aquellos sueños insolentes y el pecado,
Haciendo eco de sus virtudes inmolan desprestigio.
Ser humano, atentando una vulgaridad demencial.
Entre el cielo y la tierra los ángeles lloran su desconsuelo,
Infringiendo banales tertulias de ignorancia mutua.
¡Oh! Imperfecto amanecer, fantasía decorada por
Reclusos insatisfechos en su actuar.
Pecaminoso sendero, ermitaño forjado a base de pláticas
Inmersas en medio del olvido, manchas de tinta plasmando
Imaginación brusca y el mundo…¡expresa su miedo!
Dando rienda suelta hacia una impenetrable desdicha tildada «soledad».
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* Juan Leonardo Salazar Gonzales [sic] es Comunicador Social nacido en Perú. Es autor del libro «Larva y la virtud del exilio» y del poemario «Tempuscripto». Ha sido colaboradorde la Revista de Arte Fragmento (Colombia). Obtuvo el segundo puesto en la sección poesía en el colegio Felix Tello Rojas en 2011. Fue finalista del concurso internacional «Freeditorial» 2018 por su obra literaria «Larva» y finalista en el IV Concurso de Historias de Familia con el poema «Recinto Infructuoso» del Club de la escritura «Fuentetaja» (España) del cual también es colaborador. Fue integrante del grupo de Teatro Clown Kallpa Puka.