Entrevistas Cronopio

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LA MUJER DEL ANIMAL DE VÍCTOR GAVIRIA: TRES AÑOS DESPUÉS

Por Juan Manuel Zuluaga Robledo*

De repente, después de una ansiosa espera, se abrieron los recuadros de Zoom, y aparecieron en la pantalla los rostros amables del director de cine Víctor Gaviria y del guionista y productor Francisco Pulgarín. Mas que una entrevista formal y protocolaria, en medio de esta cuarentena, sostuvimos una amena conversación virtual sobre el filme La mujer del animal (2016), tres años y medio después de su estreno y presentación en salas de cine. Pese al distanciamiento social y la distancia geográfica -yo vivo en Missouri y ellos en Medellín-, en realidad fue como si estuviésemos tertuliando, con el calor humano que da tomarse un buen café acompañado de unos amigos.

Siempre he sido un espectador atento de la filmografía de Víctor Gaviria. Sus películas siempre las he observado como extensos poemas visuales, de una belleza abrumadora y dura, como contemplar esos poemas fotográficos actuales en los que sus creadores disponen y ordenan una secuencia de imágenes o fotografías, en la que se transmite un mensaje, un sentimiento, una tragedia o una ensoñación. Desde luego que Gaviria es un poeta de la imagen -poeta también de la palabra- agenciado para crear belleza desde el lenguaje cinematográfico, metamorfoseado luego en imágenes en movimiento. Poéticos son el desenlace trágico de Rodrigo D: No Futuro (1990) o las alucinaciones de Lady Tabares, cuando contempla el horizonte desde el puente de la Iguaná en el occidente de Medellín, en La vendedora de rosas (1998). Asimismo, tienen un fuerte peso poético, en Sumas y restas (2005), las secuencias que muestran el ascenso de un personaje como el narcotraficante Gerardo -con sus enrevesados juegos de palabras- en esa Medellín de los años 80, golpeada por la brutalidad del cartel. Desde luego, el filme La mujer del animal, tampoco se escapa de esa lógica. Es un extenso poema visual, compuesto por imágenes duramente poéticas, con la suficiente fuerza estética para quedarse hurgando en la mente del espectador durante varios días luego de ser apreciado.

Vivo en Columbia, un pueblo universitario erigido entre Kansas City y St Louis, en pleno corazón del Medio Este estadounidense. Igualmente alejado de las dos costas de este país con su geografía descomunal, es poco lo que llega de cine colombiano a las salas que proyectan filmes independientes. Nuestro cine nacional, enfrentado a los problemas de distribución internacional, casi no se aprecia en esta región de los Estados Unidos. Por ese motivo, nunca pude ver La mujer del animal en 2016. Después de tres años de espera, al final pude verla mientras el Covid 19 hacía estragos en la ciudad de Nueva York y seguía tendiendo sus tentáculos pandémicos por todo el mundo.

Pienso que es una propuesta fílmica sui generis, que habla del empoderamiento asumido por una mujer, después de sufrir durante muchos años las vejaciones y maltratos por parte de un hombre violento que funge de adalid, cuando impone un régimen de terror en una de las tantas periferias marginales de Medellín. Es una película abiertamente feminista -pese a que algunos no lo adviertan-, y es una de las propuestas de arte cinematográfico latinoamericano que ha denunciado con más ahínco la violencia patriarcal orquestada contra las mujeres en contextos en los que la presencia del Estado es prácticamente nula. Esta película de Víctor Gaviria obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de La Habana (2016) y el Festival de Málaga (2017). A su vez, también fue nominada en la categoría de mejor película iberoamericana en el Premio Ariel de México.

Después de todo, la película tuvo una tibia respuesta por parte del público cuando fue estrenada, debido en buena parte al poco apoyo de las distribuidoras y de las empresas que proyectan cine en Colombia. Sin embargo, se ha convertido en un verdadero fenómeno viral en redes sociales, por lo que cuenta con millares de reproducciones. En sitios como YouTube circulan copias piratas, con escenas recortadas y editadas -importantes para el desarrollo narrativo de la historia que fueron suprimidas- y que no cuentan con la calidad visual del largometraje original.

Es esta la oportunidad de ver la conversación que sostuve con Víctor Gaviria y Francisco Pulgarín sobre este filme y también de apreciarlo en su versión original, sin recortes, tal como fue presentado en salas de cine y en festivales internacionales. Este material puede ser compartido entre amigos y conocidos. La idea es que muchas personas puedan apreciar la película, comentarla y discutirla.

CONVERSACIÓN CON VÍCTOR GAVIRIA Y FRANCISCO PULGARÍN

PELÍCULA «LA MUJER DEL ANIMAL»

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*Juan Manuel Zuluaga Robledo es director de www.revistacronopio.com Es Comunicador Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, Magíster en Ciencias Políticas de la misma universidad. Magister en Artes y Literatura de la Illinois State University, donde también fue profesor de español. Es doctor en Literatura Latinoamericana de la University of Missouri, en la ciudad de Columbia.

 

 

2 COMENTARIOS

  1. Don Juan Manuel, gracias por todo…a veces dicen que los que están afuera de Colombia aprecian más las bellezas que tenemos en nuestro país…en tu caso siempre has sido admirador de lo bueno que tiene Colombia. Enhorabuena por tu trabajo.

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