EXISTENCIA Y OTROS POEMAS
Por Eduardo Gómez*
A Mario Barrero
Vivo ardiendo despacio
los días y las noches que me quedan.
Detrás se extiende el vértigo de los años gastados.
En lo que soy está el que fui, fluyendo
siempre sobrepasado y cambiando en el siendo
como cuando creo ver los árboles de siempre
pero sin haber mirado con cuidado
que hoy el brillo de su follaje es único
bajo un sol distinto del de ayer, irrepetible.
Lo que viví me habita como sueño
y se integra a cada instante a lo que voy sintiendo.
Así vivo de muertes y me integro al Todo
asimilando, superando y produciendo.
Saludo a todos en silencio
como a hermanos en el milagro de existir.
Casi nadie lo sabe y se consumen frívolos, sin vivir.
Casi nadie lo sabe y tengo que dejarlos pasar
como si fueran extraños a quienes nunca podré amar.
EL CANTO DE LOS PÁJAROS
El canto de los pájaros difunde eternidad
¿Cómo sería ser árbol o pájaro cantor?
¿Antes de ser hombres, acaso no fuimos todo?
De fuego de estrellas y agua de los mares venimos
Del rayo y el océano conjugados
por bosques y extrañas criaturas pasamos
germinales y tristes, ávidos y silenciosos.
Quedaron por doquiera nuestros rastros
y esa inmensa variedad se condensó en nosotros.
ELEGÍA ONÍRICA
al pintor Luís Fernando Montoya, in memorian
I
Volando encontró un bosque umbrío
En su obsesión de renacer al aire frío.
Era el desenterrado y en neblinoso invierno
y los lobos callaron erizados
y dejaron huir a un macho cabrío.
Sus pies juntos como proa atravesando el aire
su magra desnudez hendiendo con donaire
su boca hinchada de tantos besos ávidos
volando se disolvieron en la noche.
Quedan sus zapatos de suelas gastadas
en fila abandonada para siempre,
sudor y sangre seca en sus cuadros,
y sollozos que suavizaron con ritmo su calvario
de anónimo artista y transeúnte perpetuo.
Ahora incinerado, es humo silencioso y lento
altura lejana de nubes soñolientas
pasos a medianoche y quizás un lamento
que circula sin boca por las calles mojadas
con lluvia y lágrimas de mejillas cansadas.
II
Ya todo confluyó en los árboles inmensos
en la dura raíz y los musgos densos
(¡ahí está su muerte enquistada en lo espeso!)
y en los ríos que se llevan criaturas indefensas
no se sabe hacia dónde sus aguas implacables.
Van fugaces por los cielos sus ojos en la noche
a unirse a las galaxias de evaporados muertos.
Todos vamos cayendo hasta un Agujero Negro:
primero como pequeña historia irrepetible
y que para siempre pasa dejando apenas huella
y luego fundidos con la inmensidad anónima
como circulación secreta por el infinito.
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* Eduardo Gómez. Nació el 24 de octubre de 1932 en Miraflores (Boyacá – Colombia). Durante sus estudios de Derecho en Bogotá, fue líder estudiantil y cofundador de la Federación de Estudiantes Colombianos (FEC), que fue vanguardia en la lucha contra el gobierno de Rojas Pinilla. Estudió en Alemania literatura y dramaturgia durante 6 años. Fue director de publicaciones en Colcultura, representó a Colombia en un encuentro de teatro Latinoamericano en Nueva York, y colaboró como crítico de teatro en el periódico El Tiempo. Desde hace treinta y seis años es profesor de literatura europea en la Universidad de los Andes. Dirigió la revista Texto y contexto de la misma universidad. Fue presidente de la Sociedad Goethe de Colombia. Ha publicado ocho libros de poesía entre 1969 y 2011: Restauración de la palabra, El continente de los muertos, Movimientos sinfónicos, El viajero innumerable, Historia baladesca de un poeta, Las claves secretas, Faro de luna y sol y La noche casi aurora; y cinco libros de ensayo: Ensayos de crítica interpretativa – T. Mann, F. Kafka, M. Proust, W. Goethe y función estética y social de la poesía (segunda edición aumentada), Reflexiones y esbozos – teatro, poesía y crítica literaria en Colombia, Memorias críticas de un estudiante de humanidades en Alemania Socialista y Notas sobre el surgimiento del teatro moderno en Colombia y la influencia de Brecht. Inicia ahora la publicación de una novela-río, titulada, La búsqueda insaciable. Figura en cerca de 30 antologías. La editorial Libros de la frontera de Barcelona, publicó en al año 2000 una antología de su poesía, y la editorial Trafo de Berlín editó sendas antologías en 2007, una en español, La ciudad delirante, y otra bilingüe, titulada: Stadt im Fieber. Algunos de sus poemas han sido traducidos al alemán, al inglés y al yugoslavo. Ha traducido algunos poemas de Brecht y de Goethe, y en los últimos treinta años, ha dirigido numerosos programas de crítica literaria en emisoras culturales como la Radio Nacional y, actualmente, en la emisora 106.9 de la Universidad Jorge Tadeo Lozano con el programa, La poesía en el tiempo.