VENDEDORES EN BUSES Y OTROS POEMAS
Por María Teresa Balogh*
Te venden dulces
Te venden plegarias
Te venden a sus hermanas
Te venden frutas
Te venden panes desenvueltos
Te venden a sus madres
Te venden agua en bolsitas
Te venden canciones
Te venden a sí mismos
Te venden ira
Te venden culpa
Te venden su vergüenza
TRISTEZA ES
los ojos de un perro enjaulado
la cara de un niño al escaparse la cometa
de sus manos en el viento vespertino
el armadillo que no logró pasar
al otro lado de la vía
una madrugada de un ocho
de diciembre con vendaval
niños pueblerinos con las narices
pegadas contra la ventana
de la única casa con televisor
la inevitable necesidad de barras de hierro
en las ventanas de cada casa citadina
EN EL ANDÉN
Dormida al mediodía
sobre el andén —
piel y huesos
dentro de chores embolsados
camiseta embolsada
y suciedad
Bajo tu cabeza
sostienes la bolsa
con tus pertenencias —
una lata, un cepillo,
quizás otra camisa
Tu sábana, un saco plástico
que se habría utilizado antes
para llevar yuca al mercado
La oxidada chatarra de camión
que antes usabas como refugio
recogida por el municipio
en un inútil esfuerzo
para embellecer el área
Exiliada a los sardineles
duermes donde y cuando puedes
tus exhaustas mañanas
después de prestar tus servicios
nocturnos a camioneros de paso
en gasolineras cercanas
NIÑOS CALLEJEROS
Para Elizabeth Bishop
Niños citadinos en calles citadinas,
En medio del tráfico y juegos citadinos.
¿Podrían entonar felices tonadas
Como los niños en bosques andinos?
Y la gente molesta por sus andanzas,
Saliendo de tiendas, quizás
Pueden oírlos respirar en las aceras —
Niños dormidos en calles citadinas.
Ah, pequeños espíritus perdidos
Contra el trueno de pitos citadinos
Días, noches, yendo, viniendo, los vemos —
Y lo que nos cantan, ignoramos.
REFLEXIONES
No te preocupes, mamá
Si él observa
A tu preciosa
Si mira
Largamente,
Tiernamente,
Con amorosa tristeza,
Su cuerpecito de tres años
En su vestidito de baño
& manguitas salvavidas
Si da vuelta
A su canoa de alquiler,
Distraído por la nena
Mientras rema
De arriba abajo
Por las orillas
No te preocupes, mamá
Sólo extraña
A la suya,
Está en duelo por la suya,
Con la perdida
Bala
En la cabeza
No te preocupes, mamá
Él no es una amenaza
Para tu capullito de lirio
Sólo extraña
A la suya,
Le hace falta la suya
Porque ella también
Debería jugar aquí
Besada por Madre Mar,
Calentada por Padre Sol
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* María Teresa Balogh nació en Barranquilla, Colombia, con el nombre de María Teresa Pedroza Mahecha. Vino a los Estados Unidos en los 80 donde ha vivido desde entonces. Su cuento en español «La mordida» fue publicado en la antología «Más allá de las fronteras: cuento» publicado en 2004 por Ediciones Nuevo Espacio de New Jersey, Estados Unidos. Su cuento «Manteniendo la promesa de conservación de estado casadero» fue publicado por la revista Letras Femeninas en la edición especial del verano de 2010. Su micro-cuento «Reflexiones después de conciencia repentina» fue publicado por la Revista Bacanal No 4. Algunos de sus poemas en español han aparecido en Bacanal No 3, la revista virtual Grafemas y la revista Corazón Land Review. Varios de sus poemas y tres micro-cuentos en inglés han sido publicados en varias revistas literarias de Estados Unidos. Su primer poemario, y su más importante publicación, es «Bailar caribeño» publicado en mayo de 2013 por la publicadora Ediciones Torremozas de Madrid, España bajo la colección Libros del Jacarandá. Posee una maestría con doble especialización en español y enseñanza del inglés como segunda lengua, y además una Maestría en Bellas Artes —escritura creativa—. Se ha desempeñado como profesora de español y de inglés en universidades y escuelas secundarias tanto en Colombia como en Estados Unidos. Actualmente es profesora asociada de la enseñanza de español en la Universidad de Missouri, St. Louis. María Teresa mantiene contacto cultural con su país natal a través de los bailes folklóricos, haciendo presentaciones con el Grupo Atlántico de St. Louis Missouri.