POESÍA Y CIENCIA: MODOS CONVERGENTES DE CONOCIMIENTO
[blockquote cite=»Wallace Stevens, Connoisseur of Chaos» type=»left, center, right»]A great disorder is an order[/blockquote]
Emily Grosholz declara en «Poetry and Science in America» que la poesía y la ciencia son empresas opuestas, incluso hostiles y que los ideales regulatorios de la ciencia demandan una perspectiva de la realidad que se abstrae de los accidentes de la percepción humana y quizás (si es posible) de los procesos cognitivos. Además la ciencia demanda un tipo de lenguaje cuyas descripciones son precisas y sin ambigüedad. La poesía, al contrario, describe acciones humanas que inspiran compasión, miedo, risas, en un lenguaje ambiguo, imaginativo y figurativo. (2001: 69) [1]. Unas páginas más adelante, la autora nos dice que a pesar del inevitable conflicto entre poesía y ciencia existe un aspecto común entre las dos y es que ambas disciplinas son representaciones. Los científicos no presentan la realidad sino una representación de la misma.
Utilizando una perspectiva similar a la expuesta por Emily Grosholz, se puede decir que la literatura no es solamente un artificio artístico para entretener a una audiencia letrada. Es, en mi opinión, al igual que las ciencias un modo de información y de conocimiento de una realidad inventada o percibida pero siempre interpretada. En un contexto diacrónico y en el mundo occidental, observamos que, a través de los siglos, a medida que se incrementa el peso de lo racional se desplazan ambos epistemes —ciencias y arte— con el añadido de que se ha generado un desequilibrio en la valoración de dichos epistemes, resultando en una percepción acreditativa a favor de los lenguajes científicos. También se constata que gracias a los avances científicos y tecnológicos del siglo pasado y de la actualidad, las sociedades han mejorado en calidad de vida, pero esto no significa que la poesía y las artes en general hayan seguido un camino creativo totalmente independiente de dichos lenguajes científicos. Realmente, entre ambos epistemes y, en virtud de los avances tecnológicos se ha ido produciendo un fenómeno singular de convergencia. Ya no se trata de mundos separados sino interconectados.
Las escrituras poéticas, en su afán experimental y creativo utilizan una sintaxis visual y compositiva que combina y se apropia de lenguajes múltiples no poéticos, especialmente las escrituras no líricas que están íntimamente ligadas a las vanguardias históricas de fines del siglo XIX con pioneros como Apollinaire y Mallarme y los caligramas —aunque no debemos olvidar los precedentes anteriores a estos artificios—. Pero, es a partir de estos artificios verbo–visuales de fines de siglo y de un cambio progresivo de mentalidad creativa que se comienzan a producir los primeros experimentos poéticos revolucionarios del siglo XX en el mundo occidental.
El siglo XX es testigo de una evolución creativa revolucionaria. Sin profundizar mucho en las particularidades de género, vemos que han ido surgiendo nuevos modos creativos que no necesitan de la linealidad y la secuencialidad del lenguaje verbal para producir efectos perceptivos y estéticos diferentes. Así algunos de los más grandes movimientos artísticos todavía de moda en la actualidad son el futurismo, el creacionismo en el ámbito hispano, el cubismo, el surrealismo, el expresionismo, el concretismo, el minimalismo, etc. Pero el surgimiento de estas modalidades artísticas no es al azar o arbitrario.
Aunque no es muy obvio, estas corrientes artísticas están vinculadas a los avances producidos en otros dominios y disciplinas como las ciencias sociales, la informática, las ciencias biológicas, la psicología, etc. Por ejemplo, el estudio del átomo y el descubrimiento de unidades más pequeñas como el neutrón, electrón, protón y la física y mecánica cuántica (véase el concretismo y la reducción o atomización de unidades léxicas), los estudios de la psique y el subconsciente (véase el surrealismo y la escritura automática), el invento de los microchips (véase la biopoesía de Eduardo Kac) los avances en las ciencias de la información y las tecnologías informáticas (el concretismo y otras corrientes se apropiaron de técnicas de la publicidad, la poesía visual privilegia el uso de técnicas cinemáticas, de la infografía y de la fotografía como el fotomontaje, la poesía hipertextual, fractal, sonora ), etc.
Como dice Julio Reija (Poetas. Antología de Poesía con Matemáticas 2011) en relación a aplicaciones matemáticas en la poesía no lírica actual:
Vivimos un momento de mezcla de lenguajes, en el que la ciencia y, en particular, la matemática constituyen parte esencial —aunque no siempre evidente— de nuestro modo de vida. Que la poesía y la matemática acabaran acercándose parecía tan solo una cuestión de tiempo. Ese tiempo, qué duda cabe, ha llegado. (pg. 194)
Estas escrituras poéticas no verbales y minoritarias han dado paso a una gran apertura de géneros y han hecho posible la convergencia entre las ciencias, la tecnología y las artes, constituyendo un motor que estimula el nacimiento de nuevas percepciones de lo real sensible y de lo onírico o inventado. Ejemplos relativamente recientes como el de la escritura fractal —Ramon Dachs— o la biopoesía —Eduardo Kac— muestran el condicionamiento radical de los procesos perceptivos convencionales hacia nuevas asociaciones y formas de pensamiento conceptual, visual, sonoro, analógico, digital que fusionan lo orgánico y lo matemático dentro de lo creativo.
Las libertades formales y técnicas de la poesía experimental nos ofrecen una relación particular entre los sistemas de signos del poema y su manipulación estética. Se trata de textualidades abiertas, incompletas, dinámicas e híbridas. Esta nueva relación se consigue con la composición de lenguajes integrados, con la creciente utilización de lenguajes informáticos e hipertextuales y con la expansión del mapa textual bidimensional a otros territorios, ya sean orgánicos como el cuerpo humano o animal en la biopoesía, ya sean virtuales como los hipertextos y la poesía fractal. Se habla de textualidades porque el texto de papel no es el único medio de producción poética (como tampoco lo era antes del predominio de la cultura impresa) aunque todavía puede operar como territorio de nuevas textualidades creativas. Las nuevas textualidades incluyen medios tan diferentes como el papel, la piel, ciertos programas virtuales en el ordenador, los propios objetos en 3D como las instalaciones de carácter dinámico o estático, etc. Los objetos reconocibles de muchos poemas visuales actuales activan un proceso semántico, a veces, opuesto o divergente a lo que se presenta, y no tienen nada que ver con la referencialidad de los mismos.
Un aspecto relevante, en el plano compositivo de la poesía de vanguardias actual, es integrar y expandir las funciones de medios tradicionales como el papel y medios nuevos como la piel, los distintos órganos, el ordenador, y de integrar lenguajes de las artes con lenguajes científicos —fórmulas matemáticas, etc.— así como la integración de nuevas técnicas y tecnologías. Los mecanismos integradores utilizados en el proceso de representación del poema producen una convergencia de tradición e innovación que es el resultado de ir asimilando lenguajes diferentes al verbal y, en muchos casos, de producir un salto perceptivo en la manera de pensar y de pensarnos. La poesía formalmente más innovadora del siglo XX ha posibilitado cambios no sólo en la forma visible del género sino también en el modo de percepción de los discursos líricos contemporáneos y esto se ha dado en gran parte con la integración de lenguajes artísticos y científicos y tecnologías. En su papel integrador, estos poetas y grupos interartísticos han conseguido crear un episteme, es decir, un modo de conocimiento único aunque difícil de cuantificar y medir.
NOTAS:
[1] La traducción es mía. «Poetry and Science in America» Emily Grosholz (pg. 69) en The Measured Word. On Poetry and Science (edit. Kurt Brown) 2001.
___________
* Laura López Fernández es Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Santiago, España, Magister de la Universidad de Colorado (Boulder) y tiene un PhD de la Universidad de Kansas (Lawrence). Es especialista en poesía contemporánea y en poéticas experimentales e intermedias —poesía visual, fractal, experimental— en el mundo hispánico. Ha publicado dos libros al respecto Form and Perception in Visual Poetry (2008) y Poesía visual y experimental: Estudios críticos (2014) y numerosos estudios capítulos en libros y artículos en revistas especializadas como Insula. Revista de Letras y Ciencias Humanas, Espéculo: Revista de Estudios Literarios, Texturas: Nuevas dimensiones del texto y de la imagen, Tintas. Quaderni di Letterature Iberiche e Iberoamericane. Sus áreas de investigación incluyen poesía verbal contemporánea y estudios culturales.