VÍSPERAS
Por Juan Ignacio Oliva*
HARMONIES DU SOIR
En el cielo roto de esta tarde triste
un único vuelo de nostalgia herida
una frágil hoja de otoño que cae
deforme y rendida sobre el ancho suelo
fue un dibujo fresco de grato recuerdo
la pequeña sombra del aire cansado
que volvía a unirse con suspiro vano
sobre la hojarasca muerta de la tierra
las primeras aguas del viento norteño
hicieron rodar las marcas del olvido
y con diminutas luces tenebrosas
doraban la pátina del desconsuelo
soplos de colores entre nieblas grises
iban disolviéndose en la lejanía
de la noche oscura y fueron dando paso
a una larga lengua de monotonía
SUNT LACRIMAE RERUM
Ahora que huyen las pequeñas cosas
de las caricias de la luz del día
como libélulas se inflaman secas
en la penumbra desolada y fría
quiero contarte del dolor ajeno
a la belleza del tenue paisaje
que rodea los montes de comino
y corre como el viento de la tarde
con una breve sonoridad hueca
sobre las sombras largas de los campos
mi razón te daré del desencanto
cuando ya no oiga cantar los pájaros
con sus trinos tristes en ramas viejas
al borde de la última esperanza
y entornaré los ojos cansados
que derraman húmedos una lágrima
por todas las cosas que nunca cambian
pero que no han de retornar mañana
EN LA CATEDRAL DEL ARCÁNGEL
(Moscú, abril de 2013)
para Octavio Miguel Pérez Rivero
Hoy vino a la misma puerta
guareciéndose del frío
con alas rotas y secas
El viaje no había vuelto
a surgir desde el espacio
oscuro de su regreso
La noche no iluminaba
Un día fue de colores
naciendo la madrugada
La luz crecía dispersa
en el hogar de la brasa
Una pequeña caricia
que repetía las calmas
de las esperas soñadas
Sobre las fosas vacías
sólo los cuerpos guardaban
las emociones perdidas
y las desdichas pasadas
Cuando la vida fluía
como una única llama
sobre la inerte mirada
Rindió la sombra un instante
Sobre la mano marchita
vino a posarse sin fuerzas
Acurrucándose quieta
desdibujó su plumaje
Y una profunda tristeza
se confundió con la imagen
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*Juan Ignacio Oliva enseña literatura en la Universidad de La Laguna, en la isla de Tenerife del archipiélago canario (España), donde nació. Doctor en Filología Inglesa, edita, desde 2005, la revista canaria de estudios canadienses, Canadaria, y es asimismo, desde 1995, secretario de la Revista Canaria de Estudios Ingleses. Musicólogo y pianista, tras haber dirigido el Orfeón La Paz de La Laguna (1985-1990) y la Camerata Lacunensis (1993-2000), desde 1990 dirige la Coral Universitaria de La Laguna, formación con la que ha grabado varios discos a capella: Barcarola (1994), Música de atardecer (1996), Gota de breve rocío (2000), La estrella azul (2002), Triste, muy triste (2004), Nocturno (2007) y Mar y mar (2009), entre otros. Su primer libro de poemas, La condición humana (Ediciones La Palma, Madrid) recibió el premio Cabildo de Tenerife a la mejor edición de 1998, año en que se publicó. Su segundo poemario, titulado Oriente (Ediciones La Nave, Sevilla) apareció en el año de 2008. Juan Ignacio Oliva es en la actualidad el presidente de la Asociación Europea para el estudio de la literatura, la cultura y el medioambiente (EASLCE).