Literatura Cronopio

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Tres poemas

TRES POEMAS

Por Rafael Guillén*

¿QUÉ LE VAMOS A DECIR?

¿Qué le vamos a decir, cuando pregunte,
desde su juvenil inexperiencia,
si esto es así, si son así las cosas
de la vida, el amor, si todo
está ya decidido, y lo perdido
perdido está, quizás apuntalado para
que no termine nunca
por caerse del todo: el muro
exterior, las techumbres, las citaras,
todo aquello que armaba tan precario
cobijo; y nos pregunte si es así el desprecio
entre humanos, así nuestra apariencia
borrosa, desconchada
por la humedad, y el sótano donde se arrumban
los escasos deseos que sobrevivieron
a la riada última?

¿Qué le vamos a decir cuando pregunte
si éste es el sitio y si no hay más?
¿Qué vamos a decir cuando pregunte
si hemos llegado ya?

ESTOY ESPERANDO UNA LLAMADA

Estoy esperando una llamada. Hace
ya muchas vidas que la espero.
Si coges el teléfono y escuchas
una canción, como una nana, susurrada
por una voz antigua, con regusto
de miel y de calostro, esa llamada
ojalá que fuese para mí.

Si coges el teléfono y percibes,
como a través de una tupida malla
de sonidos y voces y diario
ajetreo, algo
como un aliento cálido, que sabes
no volverás a percibir, esa llamada
puede ser para mí.

Si coges el teléfono y resuenan
silbidos, roces cósmicos
como de rocas que se incendian o cometas
que peinan sus lucientes colas, o te aturde
un silencioso estruendo de sistemas
solares que entrechocan y se multiplican
hasta un confín desconocido, esa llamada
tal vez sea para mí.

Si coges el teléfono y, tras una larga
espera, no oyes nada,
esa llamada sí; esa llamada
es para mí.
tres-poemas-02
¿QUÉ RUIDO ES ESE?

¿Qué ruido es ese? Abro
la ventana que da a la otra parte
de mi quehacer diario e irrumpe, en vaharadas,
como pavesas de un cercano incendio,
un sonido que, de desorbitado,
se desenvuelve en torno
a lo irreal.
Tú estás en el extremo opuesto
de mi conciencia y no es posible
que me prestes apoyo.
Es
como si todas las vidrieras
del mundo se viniesen
abajo en las crujías de las catedrales
que sustentan la historia;
como si un meteorito incandescente
removiese las vísceras del mundo;
como el fragor del odio; como
el agudo silbido de la muerte
que se acerca.

Un ruido sin contacto
con la materia, proveniente
de las altas esferas de un elemental
y puro desconocimiento.

Y tú estás lejos, aunque estés
en este instante acariciando distraída
mi pelo, recorriendo
con un dedo la arruga de mi frente,
merodeando mi fracaso
existencial, mi desconcierto.
Y cierro
la ventana. No puedo resistirlo.
Y tú no puedes ayudarme.

* * *

Estos poemas hacen parte del libro inédito «Balada en tres tiempos».
____________
* Rafael Guillén nació en Granada (España) el año 1933. En 1953 participó en el grupo Versos al Aire Libre, que inició el resurgir de la poesía granadina tras los veinte años de silencio que siguieron al asesinato de Federico García Lorca. En 1994 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura por Los estados transparentes. En 2003 se le otorgó por unanimidad el Premio de la Crítica de Andalucía por Las edades del frío. La Asociación Colegial de Escritores de España le concedió el Premio de las Letras Andaluzas «Elio Antonio de Nebrija» por toda su obra literaria, en 2011. Está considerado como uno de los miembros destacados de la Generación del 50, según numerosos estudios especializados en poesía de posguerra, manuales de Historia de la Literatura Española del siglo XX, antologías sobre esta época, reseñas críticas de su obra, etc. Ha viajado por todo el mundo, lo que se refleja en parte de su poesía y, sobre todo, en sus libros de narrativa.

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