Literatura Cronopio

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Antonio Bachiller y Morales de José Marti

ANTONIO BACHILLER Y MORALES DE JOSÉ MARTÍ

Por Brahiman Saganogo*

Este estudio pretende ser la lectura, o sea el análisis de uno de los tantos textos del escritor cubano, patriota, revolucionario y el precursor del Modernismo, José Martí, sobre Antonio Bachiller y Morales (1812-1889), conocido como «el padre de la bibliografía cubana», escritor, investigador, intelectual de gran renombre tanto a nivel nacional como internacional y figura emblemática de Cuba. Se entiende precisamente, por «lectura» la producción de un texto mediante un proceso transformativo del texto fuente.

¿Cuáles serían los significados, esto es, los sentidos subyacentes del texto «Antonio Bachiller y Morales por José Martí»?

A partir de esta interrogación, la hipótesis central a confirmar a lo largo del desarrollo del trabajo de desciframiento del mencionado objeto de estudio, señalaría que más que simple escrito, es un enunciado que da mucho que sugerir y manifestaría por consiguiente, intenciones sociales, literarias, artísticas, humanitarias y estéticas, entre otras.

La lectura que se hará bajo el calificativo de «interpretativa» y se basará en los principios metodológicos del análisis valorativo que será a la vez descriptivo (centrada en rasgos semánticos actualizados del texto) y productivo (cuando agruparemos otros rasgos según el contexto); tal vez, reduccionista dado que sin querer y durante nuestro proceso de evaluación de los rasgos textuales, podamos omitir algunos criterios objetivos o subjetivos. Así es como se evidenciará en qué es significante el texto de José Martí sobre Antonio Bachiller y Morales.

Antonio Bachiller y Morales y José Martí fueron intelectuales de renombre que además de luchar por la soberanía nacional, manifestaron la necesidad de buscar y de gozar una libertad fuera de la tierra natal, Cuba.

El texto «Antonio Bachiller y Morales por José Martí» encierra muchos significados y cada uno constituye una concepción compartida por ambos intelectuales. En tanto que objeto de estudio, dicho fragmento gira en torno a la idea general de la grandeza de un ser humano, Bachiller y Morales, comprometido con su patria, que ejerce fascinación sobre Martí, quien lo retrata en todas sus dimensiones.

Del punto de vista estructural y temático, el texto en cuestión, se divide en tres momentos: presentación y retrato intelectual y moral de Bachiller y Morales, el exilio voluntario de Bachiller y Morales y sus actividades profesionales y por fin, el relato del gran compromiso de Bachiller y Morales para con las sociedades de Cuba y de América.
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La presentación descriptiva está devuelta por rasgos característicos de la personalidad de Bachiller y Morales por Martí, los cuales le confieren lo esencial de su grandeza tanto intelectual como moral, su buen sentido aun, su humanismo y su talento: «Americano apasionado, abogado justo, maestro amable, literato diligente, era orgullo de Cuba Bachiller y Morales, y ornato de su raza. […] más que por aquellos anaqueles de saber que hacían de su mente capaz, una como una biblioteca alejandrina» (Martí, 1889: s.f.) [1]. He aquí rasgos descriptivos que caracterizaron a Bachiller y Morales, un ser consciente y convencido de sí mismo a lo largo de los tiempos a pesar de las adversidades a las que se enfrentaba con frecuencia:

[…] más que por aquel candor moral que en tiempos a ciegos, y con la bota del amo en la frente, le tuvo entretenido, como en quehacer doméstico, en investigar las curiosidades más recónditas de su Cuba, de su América […] en que mantuvieron la limpieza de su vida, fue Bachiller notable.

Es el patriota y el revolucionario que se puso al servicio de su patria Cuba y de su patria grande, América, a fin de darles autonomía propia, de rehabilitarlas y de hacerlas patrias justas.

Descripción o retrato, se trata de parte de Martí, en un acto de honestidad intelectual y de reconocimiento de la adecuación de las personalidades de Bachiller y Morales y del alcance de las mismas, al destino de Cuba y de América en el concierto de las civilizaciones modernas.

El segundo apartado insiste en el tema del exilio voluntario. En efecto, el tema del destierro, más allá de razones reales, se justifica en Bachiller y Morales por motivos de compromisos personales aun, filosóficos y precisamente, gnóstico es decir, Bachiller y Morales es el ser humano de un tiempo guiado por el anhelo divino hacia un mundo abierto, que hay que incursionar hasta el fondo, ser el hombre de un espacio más amplio, un espacio dilatado, vasto y enriquecedor donde ejercer su libertad y plenitud:

[…] su filosofía generosa, su complacencia en las dignidades, su desconfianza en la empresa, sus hábitos de rico, dejó su casa de mármol con sus fuentes y sus flores, y sus libros, y sin más caudal que su mujer, se vino a vivir con el honor, donde las miradas no saludan, y el sol no calienta a los viejos, y cae la nieve.

Bachiller y Morales pensó en el exilio como un compromiso y una actitud personal para con su país y el sub-continente americano, puesto que a pesar de la distancia no se apartó de las realidades ni de Cuba ni de América, tampoco de sus actividades intelectuales, sino que siguió alternando lo nacional y lo americano con lo universal.

[…] y vivió en estos fríos, sin que la mudanza de fortuna le agriase la mansedumbre, con aquella sanidad ejemplar que le daba fuerza de mente, en su vida de prócer habanero, para acabar traduciendo versos pomposos de Lefranc de Pompignan el día que le había empezado cotejando el libro de Horn sobre orígenes de América, con la relación del pobre leo Ramón Pane, escrita por mandato de su señor el almirante; o rematar, en el desahogo del domingo, un estudio sobre los nombres del aje, o la región de los omaguas de casco de oro y peto de algodón, o un comentario sobre lo que dice Moke de la raza pacífica de las Antillas en su historia de los Pueblos Americanos.

El exilio de Bachiller y Morales es para Martí, tal vez, la consecuencia directa de una desilusión del primero, un sentimiento de nostalgia y de su anhelo de aportar a su tierra y a su pueblo, algo de nuevo, algo de universal o sea, estar -Bachiller y Morales- a la vez la voz del pueblo cubano desde el destierro, si se toma en cuenta lo afirmado por Martí más tarde en uno de sus tantos escritos: «la imagen de la patria está siempre a nosotros, sentada en nuestro escritorio, en nuestro comedor, sobre nuestra almohada» (Martí, 1887: p. 157) [2].

El destierro voluntario de Bachiller y Morales quizás, se deba entender como la conquista de una expresión identitaria, la búsqueda y el contacto con el mundo universal o cosmopolita. El cosmopolitismo en tanto que idea y filosofía será fundamental a partir de entonces tanto en Martí como en Rubén Darío para asentar las bases del Modernismo:

[…] ser el vínculo que haga una y fuerte la idea americana en la universal comunión artística. […] levantar la bandera de la peregrinación estética que hoy hace con visible esfuerzo, la juventud de la América latina a los Santos Lugares del Arte y a los desconocidos orientes del ensueño. […] ser en el Nuevo Mundo y en la ciudad más grande y práctica de la América Latina a la aristocracia intelectual de las repúblicas de lengua española: esos son nuestros propósitos (Darío, 1974: p. 7) [3].

Es de la migración, de la búsqueda de nuevas formas artística, del tratar de conciliar lo nacional americano con lo universal y su corolario de exilio que están en juego. En efecto, se trata de una migración y de una búsqueda por motivos socio-políticos, culturales mejor dicho, un exilio justificado por el deseo de consolidar lo nacional y lo americano en las esferas universal y cosmopolita.
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Es esta filosofía propia de Bachiller y Morales la que tendrá sin duda alguna resonancia en Martí para lanzar las bases del Modernismo. En efecto, en la segunda mitad del siglo XX, empieza en América Latina, la conquista de una expresión literaria en el marco de la afirmación de la identidad cultural. Durante esta época, algunos escritores e intelectuales manifiestan la necesidad de una renovación y de una liberación con respecto al pasado del sub-continente marcado por la dominación extranjera en todos los niveles de la vida. Para eso inspirados de los aportes de sus predecesores, adoptan la actitud que consiste en rechazar la cultura hispánica para volcarse hacia la francesa o sea hacia los ideales literarios de Francia con objeto de encontrar una renovación artística en América latina.

El Modernismo así pintado como tendencia sería desde luego, la desintegración de la «[…] nueva poesía francesa bajo las denominaciones de simbolismo y de Parnaso» (Onís, 1974: p. 9) [4], que, en otras palabras, es un comportamiento intelectual en cuanto al tratamiento de la lengua, una tendencia, una corriente basada en el gusto para la literatura, el placer estético y la diversidad. Es también el estilo inculcado desde tiempos remotos, y fundado en las creaciones, los ritmos, y caracterizado por las correspondencias entre la vida intima del artista y el mundo de los objetos, la libertad creadora, la intimidad individual, la oposición tristeza-nostalgia y la alegría, la evasión, la extravagancia, lo bello, lo vulgar, la elegancia, el color, el culto de la forma, la búsqueda de la finura, el amor y la renovación y la musicalidad; la fuerza de la sugerimiento, el cosmopolitismo, entre otros rasgos característicos:

El modernismo, en su aspecto más superficial, tenía muchas decoración exótica, antigüedades clásicas con faunos y ninfas de escayola, decorados medievales y fantasías morbosas en ambiente dandy —alcohol, nocturnidad, disipación moral, sed de belleza pura—, pero lo decisivo fue que acertó a introducir un lenguaje más rico y refinado. En la forma poética, dio nueva vida a la métrica, y trajo otras dimensiones imaginativas para las metáforas y los temas (Valverde, 1981: p. 42) [5].

El sacrificio de Bachiller y Morales por la situación de su pueblo, en tanto que acto de militancia a favor de la dignidad del ser humano y sobre todo, a favor de Cuba y de América, y contra las injusticias de todo tipo tuvo continuación en la era de Martí: «el que vive en la infamia o cohabita pacíficamente con ella, es un infame […] asistir pasivamente a un crimen es cometerlo» (Martí, 2004: p. 164) [6].

El destierro como filosofía del anhelo de Bachiller y Morales, afirma y refuerza su esfuerzo de rebasar lo nacional para alcanzar lo universal. Deseo, afirmación y consolidación, interpretados como signos de madurez de conciencia y de pensamiento de Bachiller y Morales, se explican tanto por el exilio como por la influencia cultural recibida a lo largo de su formación: «para acabar traduciendo versos pomposos de Lefanc de Pompignan […] el desahogo del domingo, un estudio sobre los nombres de aje […] o un comentario sobre lo que dice Moke».
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Por fin, el último apartado insiste en el gran compromiso socio-intelectual de Bachiller y morales. En efecto, el mito del compromiso en Bachiller y Morales se aclara y se justifica a la luz de las realidades de su momento, lo que le permite creer en una adecuación de su quehacer artístico-intelectual con los del mundo «con saber tanto, jamás pedanteaba, ni se ponía como otros, donde le oyesen, así como sin querer, las novedades que acaba de entresacar de este o aquel libro». En realidad, son las nuevas condiciones universales las que le obligaron a operar una elección que iba más allá de lo regional, una elección basada en el compromiso y en la honestidad:

[…] sino que fue, en la amistad como en la cátedra, hombre natural, que decía lo que pensaba con llaneza, sin esconder la sabiduría, que era mucha para escondida, ni ponerla a toda hora por delante; y gozaba como si le reconociera el suyo, cuando hallaba el mérito nuevo que admirar. […] más no era de los que creen todo permisible, hasta la vileza, si se la puede esconder bien, hasta el crimen de los crímenes, que es disfrazar la vileza de virtud, con tal de adelantar en los bienes del mundo y preponderar sobre sus rivales.

Intelectual de situación y de condición, Bachiller y Morales llevó su compromiso literario al servicio de la humanidad obrando y explicando los fundamentos con la firme intención de mejorar la condición humana tanto en Cuba como en América:

Él amaba el bienestar, y supo procurárselo con las artes lícitas y concesiones prudentes de la vida; pero donde su fuero de hombre podía sufrir merma, o le querían sofocar la opinión libre, o le lastimaban en algo su corazón cubano, aquel jurista tímido tenía bravura de tribuno, y era como los de landes, que antes que abjurar de su pensamiento querían que se le pegase la lengua al paladar. Compromisos artísticos, intelectuales y sociales que hicieron de Bachiller y Morales ante Martí, un ser fuera de lo común, un patriota, un revolucionario, un ser consciente y caritativo. Por eso «fue tipo ejemplar de aquellos próceres cubanos, que lo eran por su amor al derecho y a su pasión por el bien del infeliz […] como fósforo del hueso y glóbulo de la sangre, el cariño a la patria».

Por otro lado, caracterizado por un compromiso amplio como única vocación que a lo largo de su existencia lo identificó, Bachiller y Morales supo adaptarlo a la vida tanto de Cuba como de América con mira siempre a la condición humana, la toma de conciencia colectiva y al mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos de Cuba y de América.

Para terminar, el texto de Martí sobre Bachiller y Morales es un apunte, un íncipit aun, una dedicatoria a una de las figuras emblemáticas de Cuba y de América, Bachiller y Morales, por sus distintos compromisos. Quien en vez de callarse para siempre, tomó sus responsabilidades ante sus pueblos de Cuba y de América, censurando y condenando cualquier mutismo que se revelaría bastante nocivo y perjudicial por entre sociedades: «con ella y con América».
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Enseñanzas, compromisos, tomas de posición, la actitud de Bachiller y Morales inspiró además de José Martí, a más de intelectuales tanto en Cuba como en América, entre los que podemos citar al poeta cubano José Joaquín Palma (1884-1911).

NOTAS

[1] Martí, José. «Antonio Bachiller y Morales por José Martí» en El Avisador Hispano-americano, 24 de enero de 1889 en Díaz-Perera, Hilda Luisa (editora). La página de José Martí/Cubanos ilustres en internet. Citamos bajo esta publicación.
[2] Martí, José. «Discurrso pronunciado en Nueva York», New York, octubre de 1887 en Lazo, Raimundo. José Martí. Sus mejores páginas, México: Porrúa, 2004, p. 157.
[3] Darío, Rubén en Yahni, Roberto (dir.). Prosa Modernista hispano-americano. Antología, Madrid: Alianza Editorial, 1974.
[4] V. Onís, Federico citado en Yahni, Roberto (dir.), p. 9.
[5] Valverde, José María. Movimientos literarios. Barcelona: Salva eds., 1981, p. 42 y páginas que siguientes.
[6] Martí, José. «Discurso pronunciado en Nueva York», Nueva York, 19 de diciembre de 1889, en Lazo, Raimundo, p. 164.

BIBLIOGRAFÍA

Lazo, Raimundo. José Martí. Sus mejores páginas, México, Porrúa, 2004.

Martí, José. «Antonio Bachiller y Morales por José Martí» en El Avisador Hispano-americano, 24 de enero de 1889, en Díaz-Perera, Hilda Luisa (editora). La página de José Martí/Cubanos ilustres en Internet.

——-. «Discurso pronunciado en Nueva York», New York, octubre de 1887. en Lazo, Raimundo, p. 157.

——-. «Discurso pronunciado en Nueva York», Nueva York, 19 de diciembre de 1889, en Lazo, Raimundo, p. 164.

Yahni, Roberto (dir.). Prosa Modernista hispano-americano. Antología, Madrid: Alianza Editorial, 1974.

Valverde, José María. Movimientos literarios. Barcelona: Salva eds., 1981.

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* Brahiman Saganogo (Costa de Marfil), es Doctor en Letras por la Universidad de Guadalajara. Es crítico literario y de arte, semiótico, profesor-Investigador Titular «B» en la Universidad de Guadalajara (México) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Ha participado como conferencista y ponente en varios congresos, coloquios nacionales e internacionales sobre literaturas escrita y oral, arte y semiótica. Es autor de varios artículos como «Sobre aspectos del arte y de la estética» (2012), «La imaginación en el proceso de creación artística» (2012), «Literatura oral y retórica en África occidental» (2012), «Análisis retórico-semiótico de «El arte del sugerimiento» de Vicente Huidobro» (2011), «Poética de El luto humano de José Revueltas» (2011), «Análisis semiótico del discurso de noviembre de 1789 de Mirabeau» (2011), «Disertación sobre evaluación de una competencia intelectual: la interpretación de texto» (2010), «Análisis estructural de «Amanecer» de Charles Baudelaire» (2010) entre otros, y de capítulos de libros de los que se mencionan algunos: «Nadaísmo colombiano: ruptura socio-cultural o extravagancia expresiva» en el libro Le néant dans la pensé contemporaine, Paris, Bès Édition, Collection Publications du Centre Français d´Iconologie Comparée CFIC, 2012, pp. 300-3006, section Littérature, «Tradiciones orales: Los griots Malinkés y el arte oratoria en el Manding». En el libro: La oralidad en contextos diversos. Aportes investigativos para su discusión y comprensión, Bogotá, 2012, y «Semiótica y teología enunciativa: la existencia de Dios en el Islam». En el libro: ¿Dios existe? Una mirada al debate filosófico y teológico, entre otros, y de libros de investigación, El jardín de la retórica. Prolegómenos a un estudio de las figuras des estilo (2013) Variaciones analíticas (2013), La Autobiografía: la notación gráfica del yo 2011, Elementos textuales en Cróncia de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez 2010, y de un libro de traducción: Il n´y a pas de parole heureuse de Tanella Boni al español [No hay palabra feliz] 2012). Es miembro de la Asociación Internacional de Semiótica (AIS) y miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudios sobre la Oralidad, Bogotá.

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