LA DELICADA SENSUALIDAD EN LA POESÍA DE RUBÉN DARÍO: EL AÑO LÍRICO
Por Pedro Hoyos Salcedo*
Para Gloria Estela, por supuesto.
Rubén Darío o Félix Rubén García Sarmiento nació en Metapa (hoy ciudad León) Nicaragua en el año de 1867 y murió en 1916. Es el fundador del Modernismo literario hispanoamericano, movimiento que renovó y universalizó la poesía de Hispanoamérica durante la última década del siglo XIX.
El Modernismo fue una actitud nueva frente a la poesía en Hispanoamérica. Se hicieron cambios tanto en la forma como en el contenido; se retomaron algunos elementos de la vanguardia francesa de la época, principalmente de los parnasianos y de los simbolistas, y se oxigenó el verso que estaba un poco anquilosado desde hacía más de 100 años.
El primer texto poético significativo de Rubén Darío se llama Azul y fue publicado en 1888 en Valparaíso. Azul presenta una combinación de prosa y verso. De Azul hemos tomado una colección de cuatro poemas extensos que se llama «El año lírico». Los títulos que conforman El año lírico son: Primaveral, Estival, Autumnal e Invernal.
En El año lírico vemos la presencia de la naturaleza llena de elementos sensuales, mitológicos, religiosos, históricos, sugerentes, de optimismo y de pesimismo; son cuatro buenos poemas dedicados exclusivamente al amor, al idilio, al apareamiento: a la divina belleza. El año lírico es el desarrollo y evolución del concepto y práctica del amor.
El primer poema de esta colección es Primaveral. En este poema vemos la sensualidad de la naturaleza, la vitalidad de la floresta en donde se mueve con mucha delicadeza la amada que es considerada como una reina que es soberbia. Los pájaros vuelan, hay mucha vitalidad. Se mencionan elementos como el vino, las ninfas, Venus y Adonis. El poeta nos muestra a una mujer llena de sensibilidad y en actitud de positiva sensualidad motivada por la voz y por las sugerencias mimetizadas en medio de la vasta selva.
Amada, ven. El gran bosque
es nuestro templo…
Dame que aprieten mis manos
las tuyas de rosa y seda…
Yo voy a decirte rimas,
tú vas a escuchar risueña;
Escucharás mis canciones
fija en mis labios que tiemblan.
¿Ves aquel nido? Hay un ave.
Son dos: el macho y la hembra.
Y los picos que se chocan
como labios que se besan.
Quiero beber el amor
sólo en tu boca bermeja.
¡Oh amada mía, en el dulce
tiempo de la primavera!
El segundo texto poético de El Año Lírico se llama Estival:
La tigre de Bengala
con su lustrosa piel manchada a trechos,
está alegre y gentil, está de gala.
Es el amor. Es el amor del animal. Es la tigre que ahora lanza rugidos y que tiene su piel erizada. El texto se desarrolla en verano con su calor típico, mundanal y sugerente de acción suprema para la realización de las cosas esenciales de la vida como es el amor:
La fiera virgen ama.
Es el mes del ardor…
La boa se infla, duerme, se calienta…
La tigre ufana
respira a pulmón lleno…,
le late el corazón, se le hincha el seno,…
altanera como reina que exige vasallaje…
Y chispeó su ojo verde y dilatado
cuando miró de un tigre la cabeza
surgir sobre la cima de un collado.
Él es, él es el rey. Cetro de oro…
Es un gran poema en donde vemos toda una dinámica vital, de comunicación y de comunión real; la acción se da en medio de la selva virgen en donde no hay testigos para la realización del amor supremo, logrado, buscado y deseado:
Corresponde la tigre que le espera,
y con caricias las caricias paga,
en su salvaje ardor, la carnicera…
y ¡oh gran Pan!, el idilio monstruoso
bajo las vastas selvas primitivas.
El tercer poema de esta colección se titula Autumnal. Está ilustrado por un epígrafe triple: «Eros, Vita, Lumen» —el amor, la vida, la luz—. El verso anafórico En las pálidas tardes, es autosuficiente, lo dice todo. Hay un acabamiento parcial. Hay un descenso, todo está muy tranquilo, hay suspiros, sueños, muchas sonrisas y dedos que acarician. Es el post-factum, es lo finiquitado, es la tranquilidad refrendada por la frialdad ambiental; es la fase que se proyecta después de la consumación del acto supremo: y en las ardientes manos se posan las cabezas pensativas…
El cuarto y último texto poético de esta colección se intitula Invernal. Su tema ahora es la nostalgia. Su contexto es la ciudad enfermiza. Tenemos un cuarto exótico, lleno de decoraciones extrañas y refulgentes, hay piedras preciosas, además de una muy buena chimenea; en este espacio escuchamos la voz del poeta ensimismado y embebido en su soledad; ella no está a su lado:
¡Oh! ¡Si estuviese ella,
la de mis ansias infinitas,
la de mis sueños locos
y mis azules noches pensativas!
Afuera cae la nieve, después llueve un poco, la noche está muy fría; así está el cuerpo y el alma del poeta, entonces se cristalizan las rosas. Es el momento del invierno: Noche. Este viento vagabundo lleva las alas entumidas y heladas. Hay nostalgia. No es el amor. No está el amor. Su amor. El poeta da la vida por verla, pues ella es una mujer de:
bellos gestos de diosa,
tersos brazos de ninfa,
lustrosa cabellera…
y ojeras que denuncian
ansias profundas y pasiones vivas.
El invierno es beodo, galeoto, medianero en amores y crudo. El poeta se queja de esta crítica situación. Se pronuncia en contra de esta tremenda soledad, lo ha invadido la nostalgia. Es el desamor. Es el invierno. Es como la muerte, es el ocaso. Predomina en este momento la idea de lo potencial, de lo posible dentro de las relaciones del amor. El poeta sueña a su amada, la ve, la reverencia y para terminar se auto-crea un contexto de salvación, de franca parusía, en el poema, en donde ella regresa a su alcoba idealmente:
oyéndose tan sólo
suspiros, ecos, risas;
el ruido de los besos;
y la música triunfante de mis rimas…
Dentro, el amor que abrasa;
Fuera, la noche fría.
Ite, missa est
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* Pedro Hoyos Salcedo es oriundo de Cali, Colombia. Se especializa en la literatura latinoamericana, Siglo de Oro español y la literatura española del siglo XIX. Tiene estudios doctorales de la Universidad de Nebraska, en Lincoln. Ha publicado artículos en los periódicos y revistas literarias más prestigiosas de su país. Ha publicado tres libros: «De Cortés a García Márquez. Ensayos de Literatura Hispanoamericana». Colección Prisma, Editorial Lumen, Lima. Perú. «Ejes temáticos en la obra de Ricardo Palma». Universidad del Quindío, GEDES Editores, Colombia, y «Ningún ser humano es ilegal ni el reino de Dios Tiene fronteras». Universidad del Quindío, GEDES Editores, Colombia. Es autor de dos CD de música, audio digital [Hoyos Familia Grupo Musical], con canciones bilingües nuevas y originales y un cuaderno de ejercicios interactivos para aprender el castellano. Después de diecisiete años de enseñar en la Universidad de Caldas en Manizales, ha venido enseñando en la Universidad Estatal de Augusta en Augusta, Georgia, desde 1995. Ha sido profesor de español básico y avanzado y Literatura Latinoamericana.