Literatura Cronopio

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Antologia breve

ANTOLOGÍA BREVE

Por Andrés Morales Milohnic*

ME VOY QUEDANDO AZUL

De tanto sobresalto y mar,
de tanto cielo abierto y recortado,
me voy quedando azul en la ventana
y en todos los rincones, en las noches,
oyendo las pisadas y esperando.

De tanto en tanto ver, sin encontrar,
un día estaré aquí como si nada,
con todo el mundo entero entre mis cejas,
con todo el tiempo y tiempo un solo día.

Porque esto de mirarse en los espejos
no es juego, amor, ni nada;
esto de mirarse es algo serio
y no se ría nadie, es algo muerto.

De tanto retocarme y esperar,
de tanto ir y venir, estoy seguro,
ya no me esconderé de las llamadas:

Habrá silencio grande alguna noche,
un árbol de silencio y tempestad,
un cielo rojo, largo, por delante.

(A Alejandra Basualto)

JUICIO FINAL

¿Y si ese día,
Dios,
nos hemos ido todos?

(A Cristián Montes)

BIOGRAFÍA FRAGMENTADA DE EUGENE O’NEILL

I. LAS NOCHES

Las botellas enfilan hacia el muro
donde tu hermano duerme:

En noches como ésta,
Eugene O’Neill corría
entre bares de New Orleans.

En noches como ésta,
las botellas devuelven sus muertos
y un loro carraspea en el balcón.

La orquesta entera caía
por el abismo de los muebles,
mientras caían los discos,
mientras caía tu madre
en los sueños largos del opio.

James O’Neill no te creyó
cuando quisiste romper
el cordón de seda en las ventanas,
cuando viajaste en barcos carboneros,
cuando aprendiste el español
del «buenos días»:

—Convéncete tú mismo:
no hay más vida que en las noches
donde se ahorcan los curas,
los niños,
los poetas.

Y tú quisiste abrir en las calderas
un hueco donde esconder al Conde de Montecristo,
donde morder el soliloquio del fuego
y adivinar familias felices
en la costa de Nueva Inglaterra.

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II. EL MONO VELLUDO

Como el mono velludo,
imaginabas los dólares de plata,
como el mono velludo,
bailando,
regresaste cargado de hollín
y novedades.

Europa era una sopa de letras,
Europa era el grito desde el puente,
Europa era bombas de azufre
y tuvo que quedarse en una guerra.

Como el mono velludo,
abrazaste las jaulas rituales
y tus mujeres sintieron
los dedos del sol.

Y allí comenzaron los aplausos
y el mar al que volvías
sin saber por qué,
resonando en las botellas.

Como el mono velludo,
James O’Neill te mira
creyendo que le llevas periódicos
al banco del Central Park,
para taparlo entre las últimas modas
y un sabor inexacto de comedia.

III. ENTRE HERMANOS

—Tú no te acuerdas del sol
que vimos en Utah:
cómo corrían los mormones
bajo la lluvia creciente.

—Tú no te acuerdas,
tú no te acuerdas.

(Otra vez la lluvia asemeja
las noches del teatro vacío
y James O’Neill se muere
como un caballo de piedra).

—Tú no te acuerdas del sol:
Yo solo veía amanecer
y tú cerrabas postigos
para soñar con los aplausos.

(El último,
por fin,
el último segundo
en que James O’Neill dejaba
los parques,
los días,
el mar).

—Tú no te acuerdas de nada
y nunca dejaste mi sombra.

—Tú no te acuerdas de nada,
de nada,
de nada.

(El médico sacude la cabeza
y Eugene O’Neill llora
como nunca lloró en un estreno).

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IV. DESPUÉS

Lo que vino después
ya no importa,
todo el mundo lo sabe.

Lo que vino después
fue el mar,
de nuevo el mar
y una mujer de mármol
para negarle los hijos.

Lo que vino después,
en el infierno,
James O’Neill también lo sabe:

Un largo camino de noche
para no encontrar el día.

Un hijo suicida,
otra vez la muerte,
y ahora,
rompiendo sus vasos de oro
y todas las botellas.

(A Nelly Donoso)

CHILE

La envidia se desata en este circo pobre:

El domador aúlla y ruge y estornuda,
la equilibrista sueña con tierra firme siempre
y un payaso ordena el mundo entre sus dedos.

La patria se disfraza, cortés, civilizada
en una bendición de dones ya maduros
que enseñan gravemente la luz opaca y fría
del sol sin su destello, sin su calor sereno.

El circo se disfraza, la patria se desnuda,
la envidia nos despierta, nos mueve, nos consume.

La única verdad es la que nos desmiente:

El circo no termina, la mascarada crece,
el bufo, la corista, el fanfarrón, el santo,

todos en la pista cruel y provinciana.

(A Roberto Díaz Muñoz)

PRAGA

Obsesiva a Vladimir Holan.

Yo sueño una ciudad y una ventana:
alguien cae sin cesar, en todas partes,
alguien cae desde siempre en la ventana.

Niebla de la luz o nieve en niebla
en todos sitios alguien cae
(está cayendo)
desde el fondo de la calle, en la ventana
yo sueño una ciudad y por su hueco
caigo, sin cesar, por todo el siglo
caigo, sin cesar y no despierto.

(A Grínor Rojo)

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MAHLER EN NEW YORK

«Llegará mi tiempo»
(Gustav Mahler)

I

Estoy perdido para el mundo en estas sombras
que me dicen rascacielos y que veo
como bosques arrasados, encendidos.

La ciudad llena de celdas y de cárceles,
de ripios y tambores, de trompetas:

Lloran los ojos de Babel
(en otras manos)
en otra tierra sin sus ríos
se desangran
los leones, el lenguaje
y millones de escenarios
enmudecen.

II

Las luces o los ojos, el vaivén
de piedras de mi infancia en esta noche:
La Torre y el Palacio, la aventura
o águilas, neón oscuro y yerto
de músicas que escuchan sus compases
y nunca habrán de oír mi solo ritmo.

La Torre de Babel el puente, el dólar
que nada me compró, ni el dios del aire,
espera más terrible que mi marcha
augusta o sentenciosa: mal de muerte.

(A Juan Carlos Palazuelos, de quien espero su Réquiem)

* * *
La presente selección hace parte del poemario «Antología Breve», publicado por Paramago Editores en 2015.

_________
* Andrés Morales Milohnic nació en Santiago de Chile en 1962. Es Licenciado en Literatura por la Universidad de Chile y Doctor en Filosofía y Letras con mención en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona (España). Ha publicado diecisiete libros de poesía: Por ínsulas extrañas (1982); Soliloquio de fuego (1984); Lázaro siempre llora (1985); No el azar/Hors du hasard (1987); Ejercicio del decir (1989); Verbo (1991); Vicio de belleza (1992); Visión del oráculo (1993); Romper los ojos (1995); El arte de la guerra (1995); Escenas del derrumbe de Occidente (1998); Réquiem (2001); Antología Personal (2001); Izabrane Pjesme (Poesía Reunida, 2002); Memoria Muerta (2003), Demonio de la nada (2005) y Los Cantos de la Sibila (2009). Su obra poética se encuentra parcialmente traducida a nueve idiomas (inglés, francés, croata, portugués, mapudungun, chino, sueco, noruego e italiano) y ha sido incluida en más de cincuenta y cinco antologías nacionales y extranjeras y en un gran número de revistas literarias chilenas y del exterior (más de ochenta), siendo también distinguida con diferentes reconocimientos nacionales e internacionales entre los que destacan: Premio Manantial de la Universidad de Chile (1980), Premio Miguel Hernández al mejor poeta joven latinoamericano (Buenos Aires, Argentina, 1983), Beca Pablo Neruda (1988), Beca de Hispanista extranjero (como poeta y académico) del Ministerio de Asuntos Exteriores de España (Madrid, 1995), FONDART de 1992 y de 1996, Premio Ciudad de San Felipe 1997, Beca de Creación Literaria 2001 de la Fundación Andes, Beca de Creación Literaria para escritores del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile 2001, 2004 y 2008. Premio Nacional de Poesía «Pablo Neruda» 2001, Primer Premio en el XII Concurso Internacional de Poesía «La Porte des Poètes» de París (Francia) 2007 y el Premio de Ensayo «Centro Cultural de España» en sus versiones 2002 y 2003. En octubre de 2008 es incorporado como miembro de la Academia Chilena de la Lengua. En el ámbito del ensayo y la crítica literaria destacan sus libros dedicados a la poesía chilena, hispanoamericana, española y europea, Antología Poética de Vicente Huidobro (1993); Un ángulo del mundo. Muestra de poesía iberoamericana actual (1993); Poesía croata contemporánea (1997); Anguitología (1999); España reunida: Antología poética de la guerra civil española (1999); Altazor de puño y letra (1999); Antología de Poesía y Prosa de Miguel Arteche (2001); De palabra y Obra, ensayos (2003), Antología poética de la Generación del ochenta (2010) y A la sombra del poema (inédito). Actualmente desarrolla su escritura poética conjuntamente con sus clases de Taller de Poesía, Literatura Española Clásica y Contemporánea y de Poesía Chilena en la Universidad de Chile en Santiago de Chile.

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