LA BODA DE LA AMETRALLADORA
Por Louis Bardales*
UNA CLASE DE ANATOMÍA
Cuando se acaba este día
me voy a morir en los brazos
de la economía mas miserable
Entiérrame en el red social
del último ataque de asma
Púdrete, elevador baboso
No me quiero ir ni por arriba
ni por abajo
Quiero irme a donde estoy
porque a pesar de la temperatura
se que todavía no he llegado
Así que, dile a mi casa paterna
que ya estoy naciendo
y tengo todo el sistema destruido
en mis gargantas y lenguas
colectados de mis poblaciones.
Bésame, caballo baboso,
Dame una patada hacia la casa desconocida.
Aunque nunca me dejan entrar
siempre miro que estoy dormido en el segundo piso.
«Esto no es la manera en que me quiero morir»,
dijo el día.
Había un sentimiento ácido que decapitó todas las flores
y resucitó a una paloma atropellada en la calle
y alimentó al perro agresivo de la calle,
pero esas esferas fueron equivocadas y usadas
para basquetbol.
Con razón no habían jugadores en el partido
porque fueron tragados.
HERMOSA TIERRA EN TRIÁNGULO DE GUERRA
Estoy en la tierra
con hoyos abriendo
alrededor mío a lo cotidiano
Se abre un hoyo
en la esquina del dormitorio
donde se construye un fuente
donde se bañan las islas de la vecindad
El carro manejado por el reloj digital
es el única problema en esta serie
de cabezas explotadas,
golpeadas como lámparas .
Aplausos por sus retratos
Malditos mentirosos, sangran
silencios mientras duermen
soñando vegetales.
Sus realizaciones son un rifle
soñando vegetales
No hay testigo en el Guillon de la vida vergonzoso
solo guitarras sin cuerdas
afinadas grotescamente.
En la situación de la AVISPA
el eco aprobado
repitió la lluvia nerviosa
reprendiendo al aire muerto
tocando el órgano.
La llave del DO – FA – SOL
en el accidente pudriéndose
durante la tragedia
¿Pero por qué no perros plácidos?
¿Pero por qué no pelotas de puro pensamiento?
Se sube la consciencia
al PISO VIRUS
en el torre científico
al que subió Jesús
donde consiguió una corona de planetas
para poder lanzar un volcán
con su cepillo de dientes,
con su lapicero,
con su rollo de papel higiénico.
Se arma una guerra entre los árboles,
me distraigo con el río que parpadea,
me oculto en el himno que lleno de humo.
EL TESTAMENTO DEL SALUDO
Abrázame la pierna, guitarra,
quiero patinar por tus aldeas
mientras como un helado
mientras canto un «happy birthday» al vacío,
mientras el cielo gotea voces desconocidas.
Es el padre del pájaro que canta
el sonido de la cámara
tomando foto a la adolescencia de la hormiga.
Mi corazón es un ventilador
encendido toda la noche,
pero el hogar del movedor primordial
es mi pájaro muerto, enjaulado.
Me quiero salir de esta hoja
pero estoy muy atado a mi camita
y me estoy dedicando a gastarme la vida
en una sombra esquinada muy elegante
y muy caro , muy muy caro.
Quisiera callar a los viejos amargados
que viven en mis pulmones contradictorios
Espero el conejo al final de
las gradas,
pero llega el toro del todo poderoso
y me quedo callado y sin expresiones
Puro, bendecido. Puro creído,
Puro orgullo rasgándome la garganta,
Puro amor tapándome el área sobresaliente.
El amanecer del ladrillo,
El amanecer del perro ladrando,
El amanecer del olor triunfante,
Extraña, la mesa de la noche.
Me hace mucha falta hablar con mi padre
pero la única pared es el «oh si» hinchado en mí.
Yo todo hecho huevo en el ojo del perro.
Soy el ojo del perro,
pero, sácame de esta hoja,
ya no quiero decir hola , ola.
POEMAS DE EJE
LI.
Mi tren de oraciones
colecciona disonancias
para enfrentar
a su pabellón aniñada
Me suenan los pulmones
a venus volcánica
y las octavas muy conocidas
se van desconociéndose
por la extensión de su músculo
mustio
Brincos verídicos de poder nombrados No
Lanzados desde una puerta llovida
que mato a un enamorado
peleando con su ozono por teléfono publico
Fumo un puñal y látigo
Las adelfas sobre una negrilla expansiva
se pertenecen a la venida verdadera.
LIII.
Hoy la aura del grumo
se muestra en lona alquitranada
después de sangrar
parvas de cisma
El aposento obstante
entra su vestuario de anochecer
y estrena su desnudez
destrozada
su falda de arroyos
decorada con sombreros de fuego
Nopales de nosis
treboleando por las cortadas
del continente mareado
El púlpito se sube al poeta
y la nuca de su lectura
se estira con la filigrana
del tedio
El núcleo de su meseta
cría calderas de céfiros
XXXVII.
Armas cegadas
milagrosamente
aparente y hermanal
pero ahora
desconociéndose
Gris
por su armadura dañada
— v e s t i d o d e l N O O B S T A N T E
Bajo sabanas metálicas
he temido a mi mismo
pero el raíz buscado
explota deseos de abrazar
a mi trapo sucio
Nova de nervios
allanando asuntos divorciados
y borrando los contrarios
Su rama se estira sin pena
Su rama se expulsa por la boca
ante nosotros
MATERIA EMERGENTE
No hay nada especial en el bolsillo nervioso
interrumpiendo la continuación
pero hay en las fauces del ambiente
una extirpada
procesando lentamente.
El acceso es limitado, pero eso no es cierto.
La calma te espanta
luego la llave de una calentura
se desnuda para demostrar
amor en estranguladas
de agua furiosa.
Número color negro (y embarazada
pero chispeante de deseos).
Malestar esperando al hongos cegador.
Desayuno de la planta blindada.
Vecinos en cada oído chillón y en estado de shock.
Botella de nidos, trabado en la garganta.
Todo se involucra
en la despedida de la ruta confiable.
¿Qué albricias trae el diente de león hoy?
Nadando en aguijones, trae la narrativa
grandiosa
pero te lo sirve en un plato amargado
y está vestido de roñas.
Suelta ese anzuelo
y metámonos en la sábana plana de espejo.
Quizás al fin encontremos la tilde sonámbula, para pedirle
perdón por siempre estar tan lóbregos.
Quizás esa abeja cariñosa nos destacaría del embudo.
ESQUINAS DEL ALMA
Preparo la mesa de operación para recibir
con ansias a la extracción. Perfecto, sólido, deprimido.
Ya me estoy acostumbrando a escuchar el silencio
a la par cantar constantemente, sin pedir aplauso.
No existe un «solo palabras».
¡Todo que leas, te cambia la vida !
y si algún día, sacas la caverna a caminar
te vas a dar cuenta que tu elemento
es algo parecido al imán del sueño
que convocamos para excitar
el sótano
y subirlo
al ático
y encontrar
Cristos.
Me lastimé la pierna en la subida al cerro de mentiras
y le pedí ayuda a una cabra
y me sobo la cama.
Yerma encadenada al sol, hoy
pero mañana estará liberada por el edificio desnudo
quejando cada cielo
gimiendo fuera de ritmo.
Dormir sobre una melodía
es mi deseo de cada día
pero ya no hay espacio en su closet
lleno de sexualidades y países.
Grité del placer que sentí sentándome sobre la cama mentirosa,
pero todos pensaron que era la trompeta del Apocalipsis.
Se nos quitó el hambre cuando nos dimos cuenta que el ruido venía de nosotros,
y que estábamos lloviendo.
DEVUELVANAS
No me atrevo a preguntarle la hora a la que solloza, porque me
aterran las respuestas.
Me fui de casa en bicicleta
pero llegué en una cama
a la fiesta de cumpleaños de un ojal.
Si, si. Piérdalo, pételo.
El rayo vano del mediodía
sucede golpeada
pero devuelve una frontera frágil
de aspas y bebidas
de cabezas silenciosas.
Le pido a la protagonista gastada una buena enseñanza,
pero solo me tira tierra. Le caigo mal. De plano se ofendió
cuando le dije D I C T A D O R A. «Hay cortadas de
ojo tan necesarias, joven», me dijo cuando me levanté.
Escribo una carta de invitación al país nublado y cuando
la firmo se deshace en millones de aviones de papel, volando,
milagros, hasta que se chocan con el continente
recién dicho,
recién murmurado.
Me bajo de una terraza, siguiendo a la cabra montesa, sin llegar.
sin beber.
Te contaría la historia de mi vida, pero su melodía, no la se
su ritmo, lo pierdo
y dependo mucho en los milagros,
aunque nunca los he visto en forma material,
solo en piscinas de conversación,
solo en espantos de comunicación.
* * *
Los presentes poemas hacen parte de los poemarios inéditos «La Boda De La Ametralladora» y «Grandes conjuros de la silla».
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* Louis Bardales tiene 27 años. Nació en Chicago, Illinois, de padres guatemaltecos. Es músico y poeta. Es instructor de guitarra en el Old Town School of Folk Music. Estudió Poesía en Columbia College de Chicago y escribe versos, canciones y prosa en Inglés y Español. Sus poemas en inglés han aparecido en las publicaciones Columbia Poetry Review, Otis Nebula, Phantom, Pinwheel, y No Assholes Review