BORGES: EL JARDÍN DE LOS SENDEROS QUE SE BIFURCAN
Por Virginia Linares Rodríguez*
Ficciones es considerado junto a El Aleph una de las obras más representativas del estilo del escritor argentino Jorge Luis Borges, ambas comparten características literarias muy similares. Sin embargo, como se ha estudiado a lo largo de muchos años sobre el autor y su obra, «El jardín de los senderos que se bifurcan» esconde una variedad inédita.
En esta historia un narrador nos cuenta la existencia de una declaración del Doctor chino Yu Tsun causante de la demora del ataque británico contra los alemanes. Yu Tsun fue descubierto como espía, por lo que tuvo que huir del Capitán Richard Madden con el objeto de informar a su superior situado en Alemania sobre un arsenal secreto de armas británicas. Es por ello que tiene que viajar a los suburbios ya que ahí es donde reside el comunicador. En dicha escapatoria, casi es alcanzado en la estación, hecho que hace que el protagonista sienta que acabará todo de manera exitosa.
Una vez llegado a la estación de destino, unos jóvenes le indican cómo ir a la casa del Doctor Stphen Albert. Consejo que es llevado a rajatabla por Yu Tsun quien llega a un pabellón de aspecto asiático, donde es recibido por un hombre llamado Stephen Albert quien le invita a ver el jardín de los senderos que se bifurcan, identificándose Yu Tsun como el descendiente de su creador.
Stephen Albert ha sido un estudioso de Ts’ui Pên. Éste le explica al espía sobre la vida de su descendiente y le informa que la novela consta de tramas que tienen una idea de bifurcación del tiempo; es decir, cada vez que el personaje llega al punto donde ocurre una cosa, se dan dos. Esto hace que la narración se divida en muchos universos narrativos que tienen como consecuencias nuevas bifurcaciones. Luego, el espía da muerte al Doctor, crimen que consigue transmitir a los alemanes, ya que el nombre donde estaba apostada la artillería británica se llamaba precisamente ‘Albert’.
En este último cuento de Borges, el narrador es autodiegético (personaje-protagonista), ya que cuenta su propia historia en primera persona. Y, como es habitual en este tipo de narradores, también se emplea la técnica del monólogo interior por la que se reproduce en primera persona los pensamientos de un personaje, a través de él se enseña lo que hace aquel y lo que sucede: «De esa aniquilación pasé a una felicidad casi abyecta. Me dije que ya estaba empeñado mi duelo y que yo había ganado el primer asalto, al burlar, siquiera por cuarenta minutos, siquiera por un favor del azar, el ataque de mi adversario […] Soy un hombre cobarde. Ahora lo digo, ahora que he llevado a término un plan que nadie lo calificará de arriesgado. Yo sé que fue terrible su ejecución. No lo hice por Alemania, no».
A la hora de llevar a cabo un análisis de las estrategias temporales narrativas dentro de la obra Ficciones de Jorge Luis Borges hay que tener especial cuidado, mucho más que con otros libros. Se debe especificar previamente el hecho de que la obra esté compuesta por una serie de diferentes historias ficticias, relatos y análisis literarios independientes tanto en su forma como en su contenido.
En ‘El jardín de los senderos que se bifurcan’, Borges juega constantemente con el tiempo, al que aborda y abandona según ciertos acontecimientos. Los años se suceden según lo que pasó en ellos sin tener un ritmo constante para saltar de una fecha a otra. Por esto, se abre un amplio abanico de estrategias narrativas que van desde el narrador hasta las temporales. En este aspecto, Borges crea y manipula un espacio alejado de la realidad externa en el que hay ciertas alteraciones.
El laberinto toma gran importancia en el relato, ya que durante el recorrido nuestro protagonista (de la mano del Doctor Albert) recuerda a sus antepasados, en este caso a Ts’ui Pên, quien fue gobernador de Yunnan. El estudioso galeno se encarga de enseñar la verdad nunca dicha, descubriendo que ese laberinto es el propio libro que había escrito el antiguo gobernador de Yunnan, consiguiendo, por fin, acabar con sus dos grandes obsesiones: escribir un libro y construir un laberinto que nadie pudiera descifrar.
Las sensaciones en este cuento vienen dadas de la mano de Yu Tsun. Durante la totalidad del relato prevalece un sentimiento de intriga que se ve representado en la persecución dada por el Capitán Madden sobre Yu Tsun, hecho que finalmente no sucede. Otra de las impresiones producidas en el lector es cuando se realiza un análisis de la obra junto con Stephen Albert, donde se puede experimentar que realmente la explicación de la obra que se está dando es la que realmente está leyendo. En cuanto al final, hay que destacar que es sorprendente ya que nadie se lo espera, cumpliendo por tanto las técnicas esenciales sobre la ley de interés, la curiosidad y la avidez que deben regir en las buenas historias.
La historia se inicia tras el descubrimiento de un lugar de almacenamiento armamentístico por parte de Inglaterra. Así, Yu Tsun acude a su habitación, lugar donde se ofrecen una serie de detalles que permiten al lector una recreación imaginaria. Así, cuenta que había «una estrecha cama de hierro» y una ventana desde donde se podían apreciar «los tejados de siempre y el sol nublado de las seis».
Más adelante pasa a representar la aventura vivida por el protagonista mencionando los lugares que concurre. De esta forma, relata que se sitúa en la localidad de Staffordshire; mientras que su jefe se encontraba en una «árida oficina de Berlín». Para cumplir la misión de enviarle los documentos tiene que llevarle la información a un individuo que residía en «un suburbio de Fenton». Para esto tuvo que desplazarse a la estación de Ashgrove y desde allí ir al lugar. Para la descripción de este trayecto utiliza perfectamente la técnica de la dilatación.
Una vez llegado al sitio, unos jóvenes le indican el camino. De esta forma y, siguiendo las señas de aquellos adolescentes, llega a un portón desde el cual pudo percibir «una alameda y una especie de pabellón», la cual escuchando la música permitía deducir que se trataba de una casa asiática. Pero hasta llegar aquí, el protagonista pensó en «un laberinto de laberintos […] lo imaginé inviolado y perfecto en la cumbre secreta de una montaña, lo imaginé borrado por arrozales o debajo del agua, lo imaginé infinito, no ya de quioscos ochavados y de sendas que vuelven, sino de ríos y provincias y ríos […]». Finalmente, el último lugar a tratar por el autor es la propia biblioteca donde tratan los diferentes laberintos y los lugares donde se encuentran.
Es todo este laberinto de sensaciones lo que lleva a Yu Tsun a tomar el camino que pone fin a la novela: la muerte.
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El presente trabajo fue realizado en colaboración con Adrián Casado, Álvaro Camacho y Carlos Gómez, alumnos de la Universidad Complutense de Madrid.
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* Virginia Linares Rodríguez es profesora de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información, de la Universidad Complutense de Madrid. Doctora Cum Laude por unanimidad en la UCM con la Tesis: «El periodismo como acción política en sociedades democráticas». Licenciada en Comunicación Social y Periodismo por la Universidad de los Andes (Venezuela). Co-directora del Máster Online «Comunicaciones en las Organizaciones» de la UCM. Ha ejercido la docencia presencial y online sobre Comunicación, en diferentes Máster de Universidades españoles e iberoamericanas. Especialista en Dirección y gestión de proyectos de e-learning por la Universidad Complutense de Madrid. Los campos de investigación han estado centrados principalmente en dos líneas: 1) el análisis del discurso periodístico, enfocado básicamente en el periodismo político y de opinión; 2) en la enseñanza online o e-learning y 3) las nuevas tendencias del periodismo narrativo. También ha participado en varios proyectos de investigación con financiación de la CAM; así como proyectos de innovación y mejora de la calidad docente. Igualmente, es miembro del grupo de investigación TRABUCOM (Transparencia, buena gobernanza y comunicación). Miembro de la junta directiva de la Asociación Iberoamericana de Sociología de las Organizaciones y la Comunicación (AISOC), desde 2009. En el ámbito laboral ha ejercido el periodismo en radio y televisión desde 2001. Redactora ocasional en varios medios de comunicación venezolanos. Responsable del equipo de comunicación en España de Henrique Capriles Radonski (ex candidato presidencial de Venezuela; actual gobernador del estado Miranda). Actualmente colaboradora ocasional de «La cuarta columna» y tertuliana en «Ya es domingo» de Radio Inter, conducido por Almudena Negro.
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