Literatura Cronopio

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Conciencia estetica y voluntad de estilo

CONCIENCIA ESTÉTICA Y VOLUNTAD DE ESTILO. LA CRÍTICA LITERARIA EN RAFAEL GUTIÉRREZ GIRARDOT

Por Erika Paola Motta Totena*

¿Cómo se analiza una obra literaria?, ¿cuál es el mejor método para aproximarse a la misma?, ¿qué criterios se deben tener en cuenta a la hora de analizar y criticar literariamente una obra?, ¿cuál enfoque se debe utilizar? o ¿qué niveles de análisis se deben implementar? son algunas de las preguntas más recurrentes al momento de enfrentarse con una obra literaria.

Dichas inquietudes son trabajadas y reflexionadas por Rafael Gutiérrez Girardot, en su libro «Horas de estudio», específicamente en el capítulo «Problemas y método de la crítica literaria», desde una perspectiva crítica y propositiva caracterizada por la utilización de argumentos teóricos (llamados igualmente como argumentos de autoridad, según la clasificación realizada por Anthony Weston, en su texto Las Claves de la Argumentación). En ese sentido, éstos se distribuyen mediante la estructuración de una cadena de aclaraciones conceptuales, tanto literarias como históricas, reflexiones y proposiciones cuyo objetivo central es la formulación de un método de análisis literario integral, donde se amplíen las posibilidades de conocimiento y de juicio de las obras analizadas y/o por analizar.

Sin embargo, y con el ánimo de continuar con el hilo temático de los pasos planteados por Gutiérrez Girardot, es fundamental aclarar que este autor muestra, en primera instancia, las constantes contradicciones que existen entre la crítica literaria especulativa y la crítica literaria estilística, las cuales se han venido gestando a lo largo de la historia literaria. Puesto que cada una asume una postura radical, basada en un solo componente de la obra literaria; aspecto que segrega la objetividad y la subjetividad de los análisis literarios, se sigue que los críticos estructuralistas y formalistas (conocidos también como críticos estilísticos), en ocasiones, consideran que la prioridad de los análisis literarios se encuentra en la forma de la obra como tal, en otras palabras, en la organización de los elementos lingüísticos que la constituyen.

Por su parte, los críticos especulativos aseguran que ante cualquier análisis es necesario darle primacía a los rasgos sociales del texto, a las impresiones, al gusto, a la pasión y a las reacciones generadas con la lectura de los hechos literarios. Observando las distancias existentes entre cada uno de los métodos de aproximación a la obra literaria, Gutiérrez Girardot sostiene que la esencia de los análisis de la crítica literaria no se centran en exagerar las diferencias entre las tendencias mencionadas con anterioridad, sino que lo realmente importante es reflexionar desde la obra misma, desde el objeto, sobre las posibilidades reales de penetrar, juzgar y conocer la obra desde el panorama estético de los constructos literarios.

De allí que toda obra forma parte de un autor específico, pero también de la literatura en general, lo que conduce al análisis de diferentes esferas de la obra, distribuidas en cinco grandes pasos, los cuales fueron retomados del esquema fenomenológico de Roman Ingarden y mejorados por el maestro Rafael Gutiérrez, los cuales son:

1. La descripción de la obra: referida al análisis retórico de la misma, a sus componentes y constantes gramaticales y sintácticos.
2. La interpretación de la estructura: donde se examinan las palabras claves y la sustancia genérica que caracteriza a la obra.
3. La formulación de las concepciones: relacionada con las actitudes y con las miradas frente a la realidad; lo que implica necesariamente un diálogo con el correlato y con el objeto de contemplación artística.
4. La exposición de las identidades: determinada por la configuración de los personajes, las imágenes, las acciones y las ideas, creados con el fin de mediar la realidad y las posibles concepciones del artista. Asimismo, de las reacciones y las posibilidades de existencia (mundo simbólico / concepción de lo real).
5. El trazo de los horizontes (social, histórico): alusivo a la interpretación histórica y cultural de la obra en relación con la literatura y con la transformación social de la época que la rodea.

Los planteamientos presentados a lo largo de este texto, evidencian que Rafael Gutiérrez Girardot en su artículo «Problemas y método de la crítica literaria», nos abre un horizonte para el análisis de las obras literarias, gracias a que retoma aspectos que parecen irreconciliables como lo formal y lo especulativo, pero que en realidad son nutrientes correlacionados de un verdadero estudio literario; conformando así un nuevo método para la apropiación y la aproximación de los artefactos estéticos/ artísticos.

Esta novedad metodológica se caracteriza por la proyección histórica y cultural de los análisis, lo que conlleva a incrementar las convicciones y las actualizaciones de los investigadores (estudiosos o analistas de los fenómenos artísticos), en la medida en que se involucran la objetividad, la subjetividad, la precisión, la indagación y los juicios de valor, entre otros aspectos. Además de la formulación del método y de los cinco pasos enunciados en líneas anteriores, el docente colombiano valora y reafirma la trascendencia de un análisis histórico antropológico, que dote a cada obra de efectos y elementos innovadores dentro del panorama estético de la literatura.

En este orden de ideas, profundizar histórica y literariamente en el origen, causas y consecuencias de una conciencia estética a nivel artístico, especialmente dentro de la literatura latinoamérica, no es una labor fácil; puesto que este reconocimiento implica inevitablemente la investigación de los fenómenos sociales y culturales de los países europeos, como es el caso de España y Francia. Debido a que es el proceso de europeización el facilitador de la transformación literaria en Latinoamérica.

Sin embargo, es Rafael Gutiérrez Girardot un colombiano, destacado por sus estudios históricos y literarios a nivel europeo y latinoamericano, quien ha realizado una de las más grandes elucidaciones acerca de este tema en su libro Heterodoxias, en el capítulo VI, titulado Conciencia estética y voluntad de estilo. Ya que ubica socioculturalmente a los lectores del artículo, de tal manera, que se hace notorio el trasegar de la conciencia del arte a lo largo de la literatura latinoamericana.

Allí se plantea de forma argumentada, desde las ópticas de la filosofía, la historia, la literatura y la religión, la relevancia del proceso de europeización —o más conocido como cosmopolitismo— en el nacimiento y en el crecimiento de una conciencia del arte, o voluntad de estilo, en Latinoamérica durante la época del modernismo, aunque vale hacer la salvedad que la conciencia estética en Latinoamérica surge con el romanticismo, gracias a que problematiza las concepciones de poesía y literatura manejadas por los clásicos y neoclásicos.

Dentro del panorama histórico que efectúa Gutiérrez Girardot se destacan tres conceptos fundamentales:

1. El primero de estos es el modernismo (1880-1910), entendido como aquel período de renovación intelectual de la literatura peninsular, en el sentido en que se incitó la producción de nuevas mitologías y nuevas concepciones artísticas de los artistas y del mismo arte.

Aunque vale la pena aclarar que el modernismo latinoamericano obtuvo un lugar importante en lo que se refiere al modernismo español, gracias a que hizo presencia en cabeza de Rubén Darío en las nuevas repúblicas con el proceso de racionalización, el cual se constituye como el segundo concepto resaltado por Girardot y cuya relevancia radica en el fomento de los propósitos de la modernización. En ella prima la relación entre los medios y los fines, en otros términos la llamada transformación del ascetismo colonial que tenía a Latinoamérica sometida al yugo dogmático del tradicionalismo religioso, aspecto que propició el surgimiento de la secularización, o como diría Max Weber, la «desmiraculización del mundo», la cual traería consigo la imposición de valores burgueses, el crecimiento de las grandes ciudades y la racionalización de la existencia.

De esta forma, se dio un tránsito paulatino a nivel hispanoamericano de la sociedad colonial (católica) a una sociedad burguesa y racional, donde imperaba la duda, la investigación y el desapego de las leyes religiosas, ocasionando así una mayor vinculación dialógica con otras literaturas y el arte en general.

2. Luego, se dio paso a lo que se conoce como formación social del intelectual, a la cabeza de Domingo Faustino Sarmiento y Andrés Bello con sus textos: La filosofía del entendimiento y El código civil (siglo XIX), sin demeritar la obra de Rubén Darío, ya que los dos primeros muestran en sus obras el tránsito de la sociedad colonial a la sociedad burguesa y racional empeñada en la revaloración de la moral y en la emancipación de la razón.

3. Por último, y no obstante, esta formación dio lugar, a lo largo y ancho de la sociedad, una marginación, que es el tercer concepto explorado por Girardot, porque es precisamente esta marginación como oposición y reacción a los valores puramente económicos del arte, la que posibilitó el desarrollo de una conciencia del arte fundamentada en la pregunta «¿cuál es la posición real de los artistas y la literatura dentro de la sociedad capitalista?», cuyo horizonte no es más que unificar el mundo bajo los preceptos económicos.

La mencionada inquietud apasiona y desata en los escritores una nueva concepción del mundo, reflejada en el enriquecimiento del lenguaje poético, en el devenir intelectual de la vida social, en la autonomía del arte y en la existencia estética (teología estética), que abrió sus brechas hacia la crítica literaria y a la teoría literaria encargadas de poner en tela de juicio a la propia literatura, a la sociedad, mostrando de manera abierta la dualidad fenomenológica y axiológica propias del ser humano.

De este modo, y finalizando el panorama histórico realizado por Rafael Gutiérrez Girardot, es justo entender que los conceptos mencionados a lo largo de este texto son una de las consecuencias de las independencias latinoamericanas y la Ilustración europea, cuyos efectos se transportan a nivel latinoamericano, especialmente en la integración neocolonial, al universo capitalista (finales del siglo XIX y principios del XX) y que dieron como fruto la consolidación de una nueva sociedad, basada en el apogeo de las alternativas históricas y culturales brindadas por Europa.

REFERENCIAS

Gutiérrez Girardot, R. (1976). Horas de estudio. «Problemas y método de la crítica literaria». Subdirección de comunicaciones culturales, división de publicaciones. Biblioteca Colombiana de cultura. Bogotá.

Gutiérrez Girardot, R. (2004). Heterodoxias. Capítulo VI «Conciencia estética y voluntad de estilo».

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* Erika Paola Motta Totena. Colombiana. Licenciada en Lengua Castellana (Universidad del Tolima), distinción Grado de Honor Máximo. Especialista en Pedagogía (Universidad del Tolima), Magíster en Educación (Universidad del Tolima). Estudiante de Doctorado en Educación con especialidad en Mediación pedagógica (Universidad de la Salle – Costa Rica). Tutora del Programa Todos a Aprender del Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Docente Secretaría de Educación de Ibagué. Docente Catedrática de la Universidad del Tolima, en los programas de Pregrado (IDEAD): Administración Turística y Hotelera, Tecnología en Regencia de Farmacia y de Posgrado: Especialización en Pedagogía. He escrito diversos textos (poemas, ensayos, Artículos de investigación )en Revista Regionales e internacionales.

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