¿QUÉ PRECIO TIENE SU VIDA?: LA UTOPÍA Y DISTOPÍA EN «RESPIRACIÓN ASISTIDA»
Por Jaime A. Orrego*
Aunque estos dos términos se han usado juntos en los últimos años con frecuencia, es importante destacar que el concepto utopía se atribuye a Sir Thomas More en el libro del mismo título publicado en 1516; mientras que el término distopía se adjudica a John Stuart Mill cuando habló en frente del parlamento británico en 1868.
El libro de More tiene dos partes. La primera se centra en temas políticos, económicos y filosóficos de la Inglaterra de comienzos del siglo XVI; mientras que en la segunda parte se describe la isla de Utopía. El título corresponde al nombre del lugar y la comunidad ficticia que vive allí. Además, la organización política, económica y cultural son una crítica a la sociedad inglesa de la época. El nombre fue creado por More y algunos de los especialistas de su obra destacan el origen griego pues uno es ou, que significa “no” y el otro eu, que significa “bueno”. Para ambas situaciones, el prefijo se complementa con la palabra topos, que se traduce como “lugar”. Es así como la palabra utopía puede asociarse con algo imaginario/perfecto o imposible/inalcanzable.
Por otro lado, el término distopía fue usado por Mill cuando frente del parlamento británico denunció las política de tierras aplicadas a Irlanda: “It is, perhaps, too complimentary to call them Utopians, they ought rather to be called dys-topians, or caco-topians. What is commonly called Utopian is something too good to be practicable; but what they appear to favour is too bad to be practicable.”
En general, las obras se han clasificado como utópicas o distópicas según su contenido. Sin embargo, la autora canadiense Margaret Atwood, autora de la reconocida novela The Handmaid’s Tale (1985), afirma que la separación de la utopía y distopía, en sí, es falsa. Pues ella argumenta que todas las utopías deben contener elementos distópicos, y todos los distópicos deben poseer los utópicos.
Es así como en el cuento “Respiración asistida” del escritor español Patricio de la Torre, aunque considerado como distópico, sigue el argumento presentado por Atwood. Podemos decir esto, ya que aunque en su cuento de la Torre nos presenta una sociedad decadente en el año 2084, también podemos encontrar aspectos utópicos.
Este cuento forma parte de la antología 2084, creada por la editorial independiente Inventa Editores, y lanzada el pasado 2 de abril en Alcalá de Henares. Esta es una obra en la que ocho jóvenes autores presentan su particular visión del futuro, y se escogió el año 2084, vislumbrando una sociedad cien años después de cómo la imaginó George Orwell en su libro 1984.
“Respiración asistida” tiene como protagonistas al narrador y Sandoval, ambos reporteros de uno de los diarios más importantes de la ciudad. El segundo era considerado toda una institución dentro del periódico, y a quien el narrador admiraba considerablemente. La historia comienza con una fiesta por la jubilación precisamente de Sandoval, y es aquí donde poco a poco nos vamos enterando de los diferentes cambios a los que ha llegado la sociedad del 2084.
Inicialmente se nos cuenta cómo Sandoval estuvo presente en “la Década del Milagro”, que fue aquel período en el que la ciencia descubrió la cura definitiva para la gran mayoría de las enfermedades, sin embargo, había otras que seguían existiendo. Para estas, era necesario tomar una cápsula diaria para mantenerlas controladas y prácticamente sin efectos secundarios. Sin embargo, inicialmente estos tratamientos eran muy costosos y lo que parecía algo bueno, llevó a la gente a volverse más calculadora y, hasta cierto punto, ambiciosa “…la generosidad era algo que empezaba a escasear por aquella época, en que la gente ya sólo pensaba en ahorrar para los tratamientos”.
Y así como sucede hoy en día en los Estados Unidos con el debate acerca de la atención médica universal llamado “Obama Care”, la salud pública se convierte en la sociedad presentada por de la Torre en una cuestión política. Es así como el partido Las Derechas que se encontraba en el poder, pierde las elecciones con el partido del Círculo cuando este prometió subvencionar las terapias para todos. El Círculo creó la Ley de Universalización de los Tratamientos, y desde ese tiempo se ha mantenido en el poder.
De este modo, cuando toda la población, sin importar su poder adquisitivo, tiene acceso a la cura, o tratamiento en algunos casos, para todas las enfermedades conocidas, nos encontramos con una utopía. Recordemos entonces que con estas existe un deseo de dar un sentido a la vida y alcanzar la felicidad, y en la que hay una búsqueda de un mundo mejor, más solidario y más justo. Por lo tanto, inicialmente podría pensarse que la Ley de Universalización de los Tratamientos crearía una sociedad mejor, más justa. Sin embargo, el narrador nos presenta cómo reacciona la población: “Cuando la gente supo que el SIDA ya no era mortal, se lanzó a follar sin control. Casi la mitad de la población era portadora, pero a quién le importaba eso ya”. Entonces, lo que parecía una sociedad utópica, se convierte en una distópica que como la define José María Merino, es una “representación imaginaria de una sociedad futura con características negativas que son las causantes de alienación moral”. Es así como en “Respiración asistida” vemos lo que señalaba Atwood que en este tipo de textos nos encontramos con situaciones utópicas y distópicas.
Es así como, debido a la universalización de los tratamientos, la población deja de morir por causas naturales y como lo señala el narrador “sencillamente no cabíamos todo”. Por esta razón, y debido a que el estado cubría todos los costos médicos de los habitantes, el gasto público se hizo insostenible, y a raíz de esto ocurrió una gran crisis económica, que causaría desempleo y como consecuencia, los niveles de pobreza llegaron a nivel muy altos, y se desató una gran crisis: “El estado no podía ayudar a todos, así que pronto llegó el hambre y la violencia que trae el hambre. Las calles comenzaron a convertirse en un lugar siniestro”.
Por lo tanto, lo que se pensó que sería una idea utópica: la Ley de Universalización de los Tratamientos, además de generar conflicto dentro de la población, también crea corrupción pues algunas empresas farmacéuticas eran dueñas de las empresas tabacaleras y “vender la enfermedad y la cura al mismo tiempo se convirtió en el negocio perfecto”.
Aunque el narrador resalta algunas de las falencias de la sociedad en 2084, quien más la critica es su mentor Sandoval. En especial cuando resalta como la cura a las enfermedades ha llevado a que más de la mitad de la población sea mayor de 80 años. Es por esto que él señala “Hemos vencido a la muerte y lo único que hemos logrado es que la vida no valga nada”, mostrando así el fracaso de lo que parecía una idea utópica, inalcanzable, que cuando se logra, genera mayor caos del que existía previamente, creando una sociedad distópica.
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*Jaime Orrego es profesor de español y literatura latinoamericana en Saint Anselm College en Manchester (New Hampshire, USA). Es Ingeniero Industrial de la Universidad Javeriana de Bogotá (1999) y Ph.D. en literatura de la Universidad de Iowa (2008). Tiene cuentos, artículos y entrevistas publicados en diversas revistas especializadas en Colombia y los Estados Unidos. Su narrativa, utilizando mayoritariamente los recursos estilísticos de la ciencia ficción, trata el tema de la realidad colombiana de los últimos años, sin restarle por ello el dramatismo a una época violenta y hostil que marcará profundamente su infancia y adolescencia. Además de la creación literaria, también se dedica a la labor investigativa, enfocándose principalmente en la violencia colombiana desde el período de la independencia (principios del s. XIX). Web:www.jaimeorrego.com