Acronopismos y otras delicatessen Cronopio

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noche de luna llena

Por Manuel Cortés Castañeda*

no puedo, yo no quiero, no deseo,
me duele lo que tengo
y lo que falta
el aire que respiro
también duele
duelen los huecos
que escondo en el silencio
el delirio y tu amor
y lo que hueles
y el sabor del placer
igual me duele
y lo que callo y que digo
duele todo
y la luz que me alumbra
duele adentro
y el dolor
y la nada
duele el tiempo
la noche duele
y esta bestia tan mía
que no puede sangrar
lo que yo siento
duele y se echa a dormir
en el silencio…

chequeo general

me desangro, me toco,
me hago un nudo
y subo entero y me caigo
me hago el mío
y el miedo también sube
y se desangra
y cae y se hace mierda
y tiembla
y nada
una cosa que pudre las paredes
y se oxida y se lame y se extasía
una grieta que se abre
y que me ciega
un río que me mira
y que se niega
una gota que busca su quimera
busca su forma
su grito
busca
su vez primera
y un sueño que se ahoga
y que se quema
y me toco y relamo lo que queda
y al nudo yo le busco su manera
se abren heridas
se abren exclusas
se abre el tiempo
y arrastro los vestigios
hasta quedar afuera
paso a paso
sonámbulo
y otra vez desnudo como si nunca fuera
bajo a mi nada
bajo a los huecos de mi sangre
igual que baja el miedo y mi quimera
bajan mis restos
mi falta de maneras
bajo hasta que a cada peldaño
le sale su escalera
y el nudo finalmente termina su ceguera
y entonces me derramo por dentro
y por afuera….

Cuento de horror

de puntillas
bajo
para no despertar
a los huéspedes
bajo
todo cuanto puedo
me ahondo
cuanto puedo
y de un solo intento
le clavo el cuchillo al silencio
que explota
y sale volando
como esos globos
que explotan
casi antes de hacerlo
y se van
y se pierden
sin que apenas nos demos cuenta…

mariposa

qué te pasa mariposa
que te cagas en las cosas
y metes bien tus antenas
hasta el mar
hasta la pena
y tus alas se desgarran
y te sangran
y se queman
y tu mirada es un pozo
de materias que envenenan
una punta que hace mella
es tu silencio
y tu lengua
y tus patas se deslizan
se estremecen
te abandonan
y del fruto que te comes
solo queda el espejismo
y fantasmas que te miran
agujeros
solo abismo
grietas
venas
y una boca
que se abre
que se traga lo que queda
tu delirio
tu mirada
tu silencio
la gangrena…

cuaderno de apuntes

el amor es agujero
el amor es solo un cero
ahí te escondes y te quedas
te desnudas y te entregas
tanto hondo
tanto entero
tanto roto
tantos ceros
y miradas y sustancias
una orilla
un avispero
y de tanto que te metes
eres siempre un extranjero…

desagües

escribo y siempre escribo
como quien nunca escribe
como quien nunca puede escribir
lo que más quiere
como escribe el sonámbulo
sus noches que no sabe
sus muertes que no fueron
sus huecos que no estaban
sus gritos, su delirio
tan vacíos
escribo, aunque no encuentre
la forma que ahora siento
y la materia falta
también falta el lamento
pero sigo escribiendo
y duele más lo escrito
como duele tanto antes
el monstruo que ya somos
como duele un amor que nunca ha sido
como duele el asombro
como duele caerse en otro hueco
que una y otra vez
siempre es el mismo…

sueños inesperados

yo quiero ser tu cuerpo
yo quiero ser tu herida
esa que a veces sangra
y te arranca la vida…

me escurro por tus venas
te escurres en las mías
y me abro bien adentro
como se abren los días…

me bebo tu silencio
tu bebes y te asombras
y todos tus secretos
son solo cosa mía…

me entrego y me desfloras
con esa cosa mía
y así me reinvento
con esa cosa tuya…

buscas los sedimentos
busco tu sangre, el día
y solo queda el cuento
la herida que ahora es mía…

cosas inapropiadas

me perturba este sueño que no es mío
se me mete y me arranca las entrañas
se las traga
se llena
se extasía
y los desechos me tira
cuando se pudre el día
y también en la noche
me los tira
se hace hueco en mi intimidad
herida tras herida
y se queda lamiendo de lo mismo
tragándose el silencio
relamiendo el abismo
los dedos bien adentro
metidos tan allá
hasta que sangra el tiempo
y sangra también lo otro
que no es mío
y la sangre se pudre en mis heridas
y abre mis cicatrices
mi silencio envenena
y en el miedo que asoma
y que se queda
sus grietas son mis grietas
mi mirada se mira en su mirada
y siento que se aprovecha de mi nada
y que tiene mis cartas bien marcadas
la primera y la última jugada
y blasfema en mi lengua cabronadas
y me pide que la llame por mi nombre
y otra vez se atraganta y se extasía
mis entrañas me arranca todo el día
y yo la dejo hacer
como una cosa fría
cada vez más dispuesto
cada vez más podrido en el silencio
cada vez más metido en su porfía
y una vez más le arranco la cabeza
y se la tiro a los perros
aunque esta cabeza que tiro
siempre es mía…

sala de cuidados intensivos

atrapado y amarrado en la estaca de la nada
me hago el ciego
me hago el tonto
digo cosas que no quiero
me abandono en el silencio
me hago hueco como el miedo
me hago roca, me hago garras
una bestia, un avispero
muerdo adentro
pico afuera
y el asombro sangra entero
sangra el tiempo
y el delirio
también sangra en su agujero
bien cosido, bien cerrado
rellenado, descifrado
y la estaca que se ahonda
y que penetra
y se hace llama
y que quema y que me quema
como quema lo que se ama
las heridas del silencio
los lamentos de la nada
el fantasma que es el miedo
cicatrices que no estaban
y unas ganas de perderme
para siempre
más que ganas
bien perdido
bien metido
bien debajo de mi cama…

delirios

me consume la luz que llevo a tientas
y también la luz que alumbra todo
me consume
el fuego me consume
y el aliento
y si es a media la luz
nada es a medias
una vela encendida que se apaga
una antorcha que ciega lo que muestra
una brasa, una chispa
y si es hoguera
me consume el silencio y lo que queda
ciego también la luz
llega y me ciega
y si la luz se va
quedan sus huellas
hay heridas que alumbran
como alumbra una hoguera
y quimeras que se apagan
como se apaga una vela
y quedan las cenizas
el rescoldo
el carbón
troncos
la espera
y dicen que la luz duerme y se aleja
y que se esconde y se traga y regurgita
y que se lame y relame lo que queda
y que en los ojos del amor
vuelve y se agita
y que se enciende
y se aviva
y que se quema…

____________

* Manuel Cortés Castañeda, nacido en Colombia, es licenciado en Español y Literatura de la Universidad Nacional Pedagógica (Bogotá), director y actor de teatro. Cursó estudios de doctorado en la universidad Complutense (Madrid). Enseña español y literatura del siglo XX en Eastern Kentucky University. Ha publicado seis libros de poesía: Trazos al margen. Madrid, España: Ediciones Clown, 1990; Prohibido fijar avisos. Madrid, España: Editorial Betania, 1991; Caja de iniquidades. Valparaíso, Chile: Editorial Vertiente, 1995; El espejo del otro. París, Francia: Editions Ellgé, 1998. Aperitivos, Xalapa, México: Editorial Graffiti, 2004; Clic. Puebla, México: Editorial Lunareada, 2005. Dos antologías de su trabajo literario han aparecido recientemente: Delitos menores, Cali, Colombia: Programa editorial Universidad del Valle. Colección Escala de Jacob, 2006; y Oglinda Celuilalt, Cluj-Napoca, Rumania: Casa Cărţii de Ştiinţă, 2006. Ha sido incluido en antologías tales como Trayecto contiguo. Madrid, España: Editorial Betania, 1993; Los pasajeros del arca. La Plata, Buenos Aires, Argentina: El Editor Interamericano, 1994. Libro de bitácora. La Plata, Buenos Aires, Argentina: El Editor Interamericano, 1996. Donde mora el amor. La Plata, Buenos Aires, Argentina: El Editor Interamericano, 1997. Raíces latinas, narradores y poetas inmigrantes, Perú, 2012. Además, escribe sobre poesía, cuento y cine. Actualmente está traduciendo al español textos de poetas norteamericanos de las últimas décadas: Charles Bernstein, Leslie Scalapino, Andrei Codrescu, Susan Howe y Janine Canan, entre otros.

 

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