Literatura Cronopio

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PIEDRAS

Por Rosaura Mestizo*

Con las piedras que asisten al poeta
por el adverso camino,

Con las que a diario recibo
en escena.

Haré versos,
Para la madurez de la vida;
Versos para el ocio de las muertes.

MIRADAS

El ojo de la libélula habita entre las ramas,
agudo, profundo
en inamovibles aguas.

El rostro de un hombre
es el atardecer
con ojo de libélula.
Hay otoño en su ocaso.

Cuando declina el día,
los dientes de la noche
titilan;
la penumbra, un hombre,
una gota.

La libélula pende en agonía.

5.30 a.m.

Aún quedan sombras
de la noche que agoniza,
la radio anuncia
en el suspenso:
ssssssssssssssss
Sueños pendientes…

Las quejas madrugan.

SALA DE PARTOS

Noche de doble sereno, cielo con semblante llorón,
los huesos, abrieron múltiples caminos,
para penetrar en ellos.
Hielo.

Deliré…
Con  los babilónicos hombres,
oleajes
que ahuyentan la vida.

Hundí los ojos
para no ver parir a la hembra de senos de cobra
e incendio en el vientre.

En fugaz abate
suspendidos quedaron…
dos caballos ardientes.

UNA MUJER DEVASTA EL TIEMPO

En la terraza de un penthouse
un perro ladra a la luna;
sobre una cama de lujuria,
ebria de llanto,
una mujer ahorca palabras.

Largas ojeras
desentrañan aún el éxtasis de fantasías
en las estaciones del licor, del sexo.

Afuera… el perro desea la luna.

Adentro cuantos paisajes humanos
han defecado la rosa;

qué importa que el perro aúlle
si la luna estrangula en ritmos
la hamaca del tiempo.

Una mujer, sigue devastando el recuerdo.

ADIÓS A UN DESCONOCIDO

Hubiera preferido
descubrir sus horizontes
al compás del tiempo
y brindar con una copa de palabras,
liberar paso a paso
los botones de sus zanjas
recorrer su geografía
humedecer sus pensamientos,
sus labios,
sus raíces.

Beber su desplomado arrollo.

Ahora eres libre.
Prófugo desconocido.

SILENCIO III

…Respeto su derecho de reír entre las nubes.

No  guardo rencor por su huida,
ni que abrace las estrellas.

Después de todo sobrevivo.

En la distancia de lagos y bosques
las gaviotas trazan
sus recuerdo,

son…

en las noches ceremonia
y en los días cortejo.
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* Rosaura Mestizo nació en Suesca (Cundinamarca). Es abogada administradora especializada en Gestión Pública. Su vida pública ha estado enraizada al trabajo en educación y en la motivación constante para el rescate de la dignidad humana a través de programas para  la Rehabilitación Social. De ahí, el estilo de sus versos con la mirada retrospectiva para mejorar el presente. Participante de talleres de poesía (Casa de poesía José Asunción Silva-Bogotá), colaboradora en algunos festivales internacionales de poesía. Ha realizado algunos intercambios con poetas escandinavos de quienes ha aprendido la dimensión estética del verso corto. La casa del vino (colectivo) 2005. Semiótica del silencio (2007). Qué nos hereda el tiempo (en desarrollo).

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