REBEL MOON (CORTES DE DIRECTOR): HEAVY METAL Y POESÍA

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multiples inspiraciones para sueños salvajes

Por Rafael Mauricio París Restrepo*

MÚLTIPLES INSPIRACIONES PARA SUEÑOS SALVAJES

Podría afirmarse que Zack Snyder es el menos estadounidense de los directores fantásticos estadounidenses, pues, en su obra conviven las influencias del fantástico europeo y las del cine asiático, con las convenciones que han movido la fibra de los creadores anglosajones del fantástico, al menos desde los sesenta. Vale recordar que en su obra se encuentran las huellas de películas anteriores como Excalibur (1981), Mad Max 2 (1981), Heavy Metal (1981) y Conan el Bárbaro (Conan the Barbarian, 1982) que muestran el lado salvaje del fantástico ochentero, mezcladas con la sensibilidad poética de autores como Jean Cocteau, Alexander Dovzhenko o Akira Kurosawa. También lo influyen bastante los mitos griegos, pero hoy no se hablará de eso, para efectos del tema, solo se tendrá en cuenta la hipótesis de que su estilo es la convergencia del cine fantástico ochentero con el cine poético europeo y asiático. Entonces, continuando con esta afirmación, no sorprende, que Snyder sea incomprendido o minimizado, pues, vivimos en una época en que el crítico de cine ha sido sustituido por el influencer, y sinceramente no creo que sus intereses vayan más allá de lo comercial, pasando los valores artísticos y culturales a ser secundarios. Ahora, esto no significa que Snyder no se equivoque; como veremos al final del artículo, su estilo y la forma como lo administra, pueden ser armas de doble filo.

Dicho esto, podemos pasar a decir que la serie Rebel Moon, uno de los proyectos de Snyder para la plataforma Netflix, puede ser tan fascinante como frustrante. Se le vendió al público como «el Star Wars de Snyder», como un space opera para toda la familia, pero en verdad la procedencia de la serie es más complicada.

Todo inicia con los Siete Samurais, una de las películas más icónicas de Akira Kurosawa. En esta historia, encontramos cómo siete samuráis sin amo, siete ronin, deciden ayudar a una comunidad de campesinos que no pueden defenderse de unos bandidos, que no son más que otros ronin. Los choques de clase no se hacen esperar, y resulta evidente, que Kurosawa está usando una historia medievalista para comentar el asunto de que en la modernidad los ejércitos pasaron de defender a la aristocracia, a proteger a toda la ciudadanía, y toda la reestructuración política y social que esto conllevó. Luego, se estrenó Los Siete Magníficos (The Magnificent Seven, 1960), un remake en clave de western, en el cual el choque de clases es sustituido por choques culturales, ya que unos pistoleros, en su mayoría estadounidenses, deben defender a un pueblo mexicano. Y, finalmente, la película de ciencia ficción de 1980, Battle Beyond the Stars, fue una nueva versión de Los siete magníficos, pero ambientada en el espacio. Aquí, un grupo de mercenarios, incluidos los interpretados por George Peppard, como un personaje conocido como «Space Cowboy» y Robert Vaughn, quien interpreta esencialmente su mismo personaje de Los Siete Magníficos, defienden a los campesinos de los asaltantes espaciales en el planeta Akir, hogar del pueblo de los Akira, llamados así en homenaje al director de Los Siete Samuráis, Akira Kurosawa. En este punto, aparece en esta genealogía conceptual Snyder, porque, Rebel Moon, es inspirada en el concepto de Battle Beyond the Stars, puesto que es, básicamente los siete samuráis en el espacio. Tomar ese camino narrativo no es en sí novedoso, debido a que hay muchas versiones de ese concepto en las historietas, las películas y las series de acción real o animadas, y desde que se anunció el proyecto había cierta expectativa sobre la manera como Snyder iba a apropiarse del concepto. Y el resultado final es interesante al abarcar tanto lo inocuo como lo extremo.

HISTORIA DE DOS SNYDERS

Rebel Moon, a la fecha, tiene dos películas; y cada una de las películas dos versiones, una PG-13 y otra Rated R. Esta decisión no sorprende dada la tendencia del autor a tener varios cortes de sus películas; uno comercial, para las plataformas y los teatros; y otro de director, también para las plataformas, que igualmente, se vende muy bien en formato físico. Tener opciones de cortes para los distintos públicos es una buena estrategia comercial que viene desde los setentas, y en el caso de Snyder se ha convertido en una marca de fábrica.

La serie Rebel Moon según se dice presentará tres historias, siendo la primera, la defensa de Veldt. Esta primera historia se cuenta en las dos primeras películas: Rebel Moon – Parte 1: La niña del fuego (Rebel Moon – Part One: A Child of Fire, 2023) y Rebel Moon – Parte 2: La guerrera que deja marcas (Rebel Moon – Part Two: The Scargiver, 2024). La primera parte sigue a Kora, una joven con un oscuro pasado, que vive en una colonia pacífica amenazada por un imperio tiránico. Para proteger su hogar, Kora reúne a un grupo de guerreros inadaptados de diferentes planetas. Entre ellos está el brillante, pero derrotado, General Titus; la espadachina asesina Nemesis, con manos biónicas que contienen todo el conocimiento sobre espadas; y el herrero Tarak, quien viene de un planeta donde los humanos conviven con los grifos. Juntos, se enfrentan a la armada imperial del Mundo Madre en su lucha por la libertad, siendo el cruel almirante Noble, el adversario principal. La segunda parte continúa la aventura de Kora y su grupo de guerreros mientras luchan contra el imperio. En esta parte, asistimos a la preparación y entrenamiento de los aldeanos para soportar el inminente ataque del acorazado La Mirada del Rey, de la armada imperial. Con un enfoque en batallas épicas y la construcción de un universo más amplio, esta secuela termina con una batalla inmensa, en la cual cada guerrero da lo mejor de sí mismo para lograr la supervivencia de la aldea de Veldt.

Cuando vi estas dos primeras películas pensé: «He visto mejores y he visto peores», pareciéndome que el resultado final tenía puntos a favor, como las buenas actuaciones y las secuencias de acción; y puntos en contra, como la sensación de que el mundo era genérico y predecible, algo muy grave, ya que en estas películas el verdadero protagonista es el mundo, y si este está bien definido, y es interesante, ya está ganado el interés del público. Igualmente, las encontré carentes de tensión. Aunque, valoré bastante su rango, agradeciendo que, en la misma serie, pusiera en una película, a un doble de Conan de Cimmeria a domar un grifo, y en la siguiente hiciera un bello homenaje a los trabajadores del campo, siguiendo los pasos de Alexander Dovzhenko en Tierra (Zemlya, 1930). Por esta razón, cuando se anunciaron los cortes de director, para agosto de 2024, decidí verlas, pues con Snyder, por lo general, estas versiones son las más cercanas a su corazón. Los cortes de director, en este caso cambian de título, el de Rebel Moon – Parte 1: La niña del fuego, se llama Rebel Moon – Capítulo Uno: El Cáliz de Sangre; y el de Rebel Moon – Parte 2: La guerrera que deja marcas, es renombrado Rebel Moon – Capítulo Dos: La Maldición del Perdón. La experiencia de ver cada una de estas versiones es, al menos para mí, bastante diferente. Parece que Snyder fuera dos directores, uno que hace películas inocuas para toda la familia, y otro que hace un cine fantástico visceral que recuerda al del inicio de los años ochenta.

LA LLEGADA DEL SPACE OPERA EXTREMO

En los cortes de director aparecen los mismos personajes con la misma trama, pero las películas ya se sienten vivas y con personalidad, recobrando la promesa del director de 300 (2012). ¿A qué se debe esto? Los cortes de director contienen secuencias con gore, torturas, desnudez, sexo, perversiones y momentos que se podrían llamar surrealistas. Mejor dicho, todo lo contrario, de lo que normalmente se ve en el space opera estadounidense, que es, por así decirlo, bastante contenido. Habría que comparar lo que pasa en un space opera estadounidense con lo que pasa en el space opera de la historieta europea o el manga o el anime de los japoneses, para darse cuenta que, en términos de forma, el space opera tradicional de Estados Unidos, no es tan extremo como el de otras partes. Esto es, porque es un space opera que se toma muy en serio a sí mismo, que cree en sus conceptos y no los cuestiona. Diferente a lo que pasa en Europa o Japón, donde la apropiación, la parodia y la resignificación de este subgénero de la ciencia ficción es frecuente y ya lleva décadas de ventaja. Entonces, palabras más o palabras menos, Snyder ha realizado con Rebel Moon, el primer space opera extremo, de alto presupuesto, en Estados Unidos. Uno que, de entrada, apelaría a un público adulto, no a niños como es lo usual en Estados Unidos, y que, por lo tanto, podría llevar las pasiones humanas más desenfrenadas al space opera, tiñendo de sangre, al más optimista de los subgéneros de la ciencia ficción, demostrando de paso, que lo espectacular, puede convivir con lo bello.

En ese sentido, los cortes de director de Rebel Moon, son todo lo contrario de Star Trek y Star Wars, presentando, a la vez, una oscuridad muy diferente a la de la serie de Duna de Villeneuve, una oscuridad, no intelectual, sino visceral. Es así, como no extraña que, en estos cortes, Snyder, cite a Tarantino, el maestro de lo visceral, varias veces. Esto pasa, por ejemplo, con el antagonista, el almirante Noble, un militar nazi tan aterrador y pletórico como el Coronel Landa de Inglourious Basterds (2009). Igualmente, como en esa película, se usa un arma semejante a un mazo para abrir las cabezas de los enemigos, mostrando el daño con todo detalle. Los sacerdotes del Mundo Madre, los Altos Escribas, ya no son solo figuras en el fondo, ya hacen ritos sangrientos que incluyen la desacralización de los cuerpos. Jimmy el robot, ya tiene una historia paralela a la de los defensores de Veldt, en la que narra, a través de monólogos poéticos, cómo quiere reprogramarse para volver a ser un guerrero. También se nos informa que los motores de los acorazados imperiales son criaturas semejantes a titanes, llamadas kalis, que han sido capturadas y esclavizadas para transportar los ejércitos del Mundo Madre por el espacio. O sea, lo que antes carecía de personalidad, ahora la tiene, y es una personalidad con garras y colmillos. Ya hay tensión, ya hay estilo, ya es peligroso vivir en ese mundo, y ya el espectador piensa, que tal vez, los héroes rebeldes de Veldt no lleguen a sobrevivir. Este estilo, es tan extraño y sanguinario, que a veces recuerda a La Casta de los Metabarones (1998-2003) de Alejandro Jodorowsky y Juan Giménez, siendo este el mejor piropo que se le puede hacer a estos cortes de director. Si a futuro se planeara una adaptación al audiovisual de esta novela gráfica, este sería el tono adecuado. Igual sería para una adaptación de la serie de libros La Torre Oscura (1982-2012) de Stephen King.

Guardando las debidas proporciones, pareciera que Snyder hubiera hecho un gimmick, semejante al de Julio Cortázar en su novela Rayuela (1963). Esta es una novela que se puede leer de dos maneras. La primera lectura es lineal y está conformada por capítulos principales en los que se describen personajes y lugares donde se desarrolla la trama. La segunda lectura no es lineal, pues perfectamente puede llevar al lector del capítulo 88, al 23; sumando a los capítulos principales, capítulos ornamentales, llenos de referencias sobre la vanguardia literaria, a lo onírico y lo inesperado. Si me preguntan, ambas lecturas son buenas, pero la segunda es mejor. Algo, así, repito, guardando las proporciones, es lo que Snyder ha hecho con su Rebel Moon, los cortes PG-13 son conformados con las partes principales de la historia, presentadas con la mayor simpleza para toda la familia; y los cortes del director, Rated R, muestran lo extremo y lo poético de un director que quiere revivir los salvajes placeres cinematográficos de los años ochenta, convirtiéndose en el equivalente visual de una canción de heavy metal.

EL FUTURO DE UN TRANSGRESOR

En resumen, hay dos Zack Snyders. El primero es el cineasta corporativo que hace las películas familiares para Warner y Netflix, enfocándose principalmente al público entre 13 y 17 años. El segundo es un autor, un maestro de lo grotesco y lo poético, cuyos cortes de director expanden los límites de lo que se puede hacer con el cine fantástico. En consecuencia, la idea de tener dos cortes de las dos partes de Rebel Moon no es una mala estrategia. De hecho, es usual que un estudio tenga varios cortes para presentarlo a distintos públicos. El problema aquí, es cómo se están administrando los cortes de Snyder, pareciendo que Netflix está cometiendo los mismos errores que Warner Brothers cometió en su momento con las películas de DC.

Normalmente el corte comercial para los teatros es el principal para un estudio, y sus esfuerzos principales van a la realización de este. El corte de director es un producto interesante, pero secundario, en el que se incluyen secuencias adicionales, mas no indispensables, que enriquecen la experiencia del espectador. Véase, por ejemplo, el caso de James Cameron con Aliens (1986) y The Abyss (1989). Con Snyder es al revés. Para él, su corte de director es el principal, y, por lo tanto, pareciera dejar el corte comercial como un producto secundario e inferior. De esta manera se crea lo que llamaré el síndrome de la primera mala impresión; ya que lo primero que se ve, normalmente, son los cortes comerciales, los espectadores se están encontrando, por primera vez, con las historias de Snyder en versiones inferiores; para luego, si tienen la paciencia, buscar en los cortes de director, esas historias, más desarrolladas y con estilos más claros. Así pasó con Batman Vs Superman: El Amanecer de la Justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice, 2016), que se tuvo que esperar a la aparición de The Ultimate Cut (El corte definitivo), para saber lo que realmente se quería decir con esa historia.

Tal vez, es hora que Netflix comprenda que con este autor lo principal son los cortes de director y les dé la importancia que deben tener. En este caso, son estos cortes los que se deben presentar a la prensa, y colocar primero en la plataforma. Al fin y al cabo, parece que el público base de Snyder es gente de más de veinte años. Luego, meses después se puede sacar el corte comercial para los teatros, y crear una campaña, invitando a las familias a ver la versión PG-13 de esas películas, ya sea en la plataforma o en los teatros, un caso de esta estrategia es Deadpool 2 (2018), que primero sacó un corte para adultos y después, para navidad, uno para niños, donde toda la violencia y las groserías estaban mitigadas.

Después de ver los cortes de director de Rebel Moon, hay insinuaciones muy interesantes, de un posible futuro para la serie. Se plantea la búsqueda de la princesa Issa de una manera semejante a la del Santo Grial, no olvidemos que la película favorita de Snyder es Excalibur de John Boorman. También, se plantea la posibilidad de explorar las batallas espaciales, lo cual me parece especialmente llamativo. ¿Tal vez van a ser tan tensas como las de The Expanse (2016-2022)?, ¿pero, más sangrientas? Ya veremos, cual es el futuro de esta serie. Hay muchos factores en juego, por lo tanto, es bueno recordar, que no todo es un éxito inmediato, y que el tiempo también puede contribuir a que el público comprenda mejor, a un artista como Snyder y su obra.

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* Rafael Mauricio París Restrepo es publicista de la Universidad Pontificia Bolivariana, magíster en estética de la Universidad Nacional de Colombia y doctor en artes de la Universidad de Antioquia. Ha trabajado como docente en la Institución Universitaria Pascual Bravo, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Católica Luis Amigó y Atec-Corporación Academia Tecnológica de Colombia. Igualmente hizo parte de la Corporación Madera Salvaje para la realización de video narrativo y experimental, y fue curador de la sala de cine del Museo de Arte Moderno de Medellín.

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