SILENCIO
Por Anyi Yicel Mosquera*
«Al rodar las copas supe que por fin la luna se había encontrado con el sol.
Al sentir el roce de tus labios supe que ese instante se inmortalizaría en mi epidermis.
Aquí estoy odiando la noche al saber que transcurre tan ligera
como el agua que se escapa entre los dedos. Amándola porque me permite estar contigo».
(Secretos de un amante)
A veces, el mayor acto de amor hacia esa persona amada es el silencio.
Te regalo el mío para que puedas gritar, para que puedas ensordecer al mundo a través de mí.
Te regalo mis horas más silenciosas, mis días absurdos y confusos.
Recuéstate en mi regazo. Hablemos, sin musitar palabra alguna. Eres la rareza perfecta. Pareces vencida, vulnerable pero sé que adentro está la que nadie puede detener, la que carga cicatrices hasta en los lugares más impensables de su piel y su alma.
Te levantarás, podría apostarlo; te levantarás. No prometo estar ahí para escucharte porque en nuestro silencio cada palabra será dicha.
NÚMERO 2. DÍA 800
Han pasado exactamente 121 días desde la última vez que te escribí. Me dicen que debo seguir.
Ellos no saben que esto es para ti, pero tú sí lo sabrás al leer cada línea que invisiblemente susurra tu nombre, al igual que cada parte de mi cuerpo, cada hebra de mi cabello.
¿Seguir?
¿Qué significado tiene seguir para la gente?
Para mí es caminar con la cara llena de maquillaje y con el alma rota, absorta de la realidad que me condena a caminar muerta entre vivos.
Ellos no saben que seguir perdió significado cuando te fuiste.
DISTANCIA
Y nos alejamos…
A diferencia de algunos distanciamientos, el nuestro no fue de días, meses o incluso semanas…
Primero fueron nuestros cuerpos, ya no sentíamos aquella llama inapagable, nuestras palabras no nos saciaban.
Luego, nuestras almas antes atadas, se separaron lentamente e iniciaron un deambular solas, perdidas entre los callejones de los destinados a no ser.
¿Ahora qué?
Ahora nada.
No somos nada…
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* Anyi Yicel Mosquera es licenciada en Lingüística y Literatura de la universidad Tecnológica del Chocó. Quibdó, Colombia. Candidata a Maestría en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Missouri Columbia. Exbecaria Martín Luther King Jr. Quibdó, Colombia. Diplomado en Gestión Cultural y Formulación de Proyectos. Quibdó, Colombia. Ha trabajado como maestra asistente en Zarrow International School, Tulsa, Estados Unidos. Fue Jefe de Redacción del periódico El Opinador Chocoano. Quibdó, Colombia.
Correo–e: aymnxv@mail.missouri.edu
Sólo agradecerte mujer por ésa huella que día a día nos vas marcando y nos dice que nada es imposible.
Excelente
Que alegría leer tan bella poesía, y poder imaginar el contexto, que bello ha sido volar a través de tus pensamientos, e incluso identificarse. Que bello, felicitaciones.