LA REVITALIZACIÓN DEL ASOMBRO EN LAS AULAS
Por Isabel Ramírez Ramírez* y Alejandra Carrasquilla Patiño**
Cuando el asombro toca la puerta
[blockquote cite=»Platón» type=»left, center, right»]El amor es alegría de la buena, maravilla de los sabios, y asombro de los dioses[/blockquote]
Observar el cielo, imaginar figuras en las nubes, aventurarse como Alicia en un país único, hablar con dodos, con un conejo vestido de smoking y reloj o hablar con un gato psicodélico con la más hermosa sonrisa, maravillarse ante la simplicidad del mundo, danzar bajo la lluvia o saltar sobre los charcos que se producen de ella. Eso es asombrarse, pensar sobre el porqué de las cosas, ir más allá de lo que vemos pues “lo esencial es invisible a los ojos”. (Saint-Exupéry, 2003, p. 23)
En la escuela asombrarse es diferente, a veces, es difícil. Empieza en el preescolar. El asombro está en cada rincón de clase, en cada pensamiento de un niño, en una simple pregunta. Y ¿por qué?, ¿por qué el cielo es azul?, ¿por qué vuela?… ¿por qué? Cada pregunta genera otra, la necesidad de saber, conocer el mundo, explorarlo, pero pasa alguien o algo que lo imposibilita, lo elimina de las aulas y las preguntas desaparecen.
Pero exactamente, ¿qué es el asombro? ¿Qué sucede con él? ¿Cómo propiciar un ambiente académico apropiado que genere la necesidad de preguntar sobre el mundo y despierte la curiosidad, el asombro de los niños? Pues bien, para Platón, el asombro se produce gracias a lo que se observa en la inmensidad de la naturaleza y sólo quienes se asombran de lo que ven son capaces de traspasar el mundo de las copias y elevar su conocimiento al mundo de las ideas, al cual solo se llega por la razón. Asimismo, los esclavos de la caverna concebían las sombras como la realidad hasta el punto de darles vida propia, pero el esclavo que logra salir de ella se da cuenta de que las sombras son útiles en cuanto le generan curiosidad y la necesidad de preguntar. Es allí donde se le da importancia a la pregunta pues esta puede dar inicio a una búsqueda del saber, a reinventar y a transformar el mundo. Pero cuando no se da prioridad a ella, el asombro pierde valor así como el deseo de aprender y de maravillarnos.
Por eso la pregunta debe estar presente en cada pensamiento, merece ser reconsiderada y resignificada dentro de las aulas de clase como una herramienta pedagógica con la cual se facilite estimular, desde su naturalidad de duda, el aprendizaje y conocimiento de una lengua extranjera. Pero para generar interés, esto último no debe mostrarse y enseñarse únicamente como la adquisición de un nuevo vocabulario, una gramática o una semántica, se debe ofrecer a los niños como el mundo de las ideas, donde puedan observar y preguntar, descubrir un nuevo modo de vida, costumbres, estilos, juegos y celebraciones porque enseñar o aprender una lengua extranjera, es asombrarse por ese nuevo mundo.
[blockquote cite=»Alejandra Carrasquilla» type=»left, center, right»]Los estudiantes se resignan, los maestros se resignan. Es un asunto de supervivencia. El que más aguante, El que menos sufra… Es una educación con dolor[/blockquote]
Problema de investigación
Nos cuestionamos por:
¿Cómo promover la capacidad de asombro en la adquisición de una lengua extranjera por medio de la pedagogía de la pregunta en el grupo Pre jardín F de la Institución 1 de Medellín y Transición A de la Institución 2 de Bello?
Objetivos
General
Determinar la influencia de la pedagogía de la pregunta en la capacidad de asombro para la adquisición de una lengua extranjera en el grupo Pre jardín F de la Institución 1 de Medellín y Transición A de la Institución 2 de Bello.
Específicos
- Conocer factores externos al contexto educativo que aportan al desarrollo de la capacidad de asombro
- Identificar la implementación de la pregunta desde una lengua extranjera en nivel preescolar.
- Diseñar estrategias didácticas fundamentadas en la pedagogía de la pregunta para promover la capacidad de asombro en la práctica comunicativa de una lengua extranjera.
[blockquote cite=»Universidad del Rosario: 2003″ type=»left, center, right»]Abrir los ojos a la realidad no es sencillo. El asombro es una flor que se marchita con facilidad. Y se marchita porque, a fuerza de costumbre, la realidad se vuelve plana y aburrida, o porque se piensa que sólo lo sobrenatural es motivo de admiración. Pero el asombro genuino nace de captar la realidad tal como es, plena de riqueza y variedad, y al mismo tiempo descubrir que las cosas no son sólo lo que aparentan ser. Como decía Chesterton, “lo admirable no es que el sol no salga un día, sino que salga todos los días”. El asombro nos acecha en todas partes; no hay esquina de la realidad, por humilde que sea, que no pueda suscitarlo[/blockquote]
Antecedentes
En el rastreo bibliográfico realizado en diferentes fuentes como tesis, trabajos de grado, revistas científicas e investigaciones no se hallaron proyectos a nivel local, nacional e internacional que relacionaran conjuntamente la capacidad de asombro en la adquisición de una lengua extranjera por medio de la pedagogía de la pregunta. Es de resaltar, a nivel nacional, la investigación El aula que no pregunta, en el cual se concluye que
La relación maestro-alumno es muy conflictiva y enojosa –pero inevitable–. Aquí el maestro que está al frente de la clase aparece como un–“enemigo” para el alumno. Es un proceso de confrontación de quien enseña y de quien recibe, es un proceso de resistencia y aceptación, de interacción conflictiva generacional. En consecuencia, tenemos un aula que no pregunta. En ella se crea una atmósfera de tensión en la que lo mejor es quedarse callado. (Alape, 1998 p. 5)
El autor reconoce que en el contexto colombiano se genera tensión en las aulas y por ende el estudiante no siente la libertad de expresión. La interacción maestro-estudiante se reduce a una simple transacción de información, en donde el discente recibe lo que se le ofrece de manera pasiva, sin cuestionar ni preguntar. El educando se anida en una posición de “recipiente vacío”, acostumbrándose a que el conocimiento le llega, y no a su búsqueda. Así, se sumerge cada vez más al sistema educativo colombiano en el modelo pedagógico tradicionalista, sofocando la incertidumbre y las preguntas de los niños hasta lograr que desvanezcan completamente.
Colciencias, (2006, 83-85) en el proyecto “Niños, niñas y jóvenes investigan: Lineamientos pedagógicos del Programa Ondas” plantea relevantes aspectos referentes a la pregunta, de los cuales cabe resaltar:
-El antecedente de la pregunta está en la curiosidad y en el sentido común. Por lo tanto, la pregunta se constituye en un elemento natural del ser humano que se desarrolla a lo largo de su existencia.
-La pregunta invita a un viaje por lo desconocido, a desplazarnos a otros lugares del conocimiento, sin olvidar que el mejor conocimiento es el que deja nuevas preguntas.
-La pregunta puede hacerse de manera individual, pero casi siempre opera en contextos de intersubjetividad, requiere de interlocución. (Colciencias, 2006, 83-85)
Este proyecto propone que tanto niños y jóvenes permitan el asombro como manera de favorecer la curiosidad y esto conlleve al surgimiento espontáneo de la pregunta. Cabe destacar, que el propósito no es generar asombro de manera que éste sea visto como un fin, por el contrario, que sea un medio para producir conocimiento.
Con esto se invita a despertar la sensibilidad ante los sucesos que ocurren en la cotidianidad y convertir la formulación de preguntas en un hábito, para romper con el ciclo de formación que muchas personas han padecido en el contexto colombiano; han padecido “la pedagogía de la respuesta”, como sabiamente lo afirmó Freire (1986). Dentro del aula se enseña a esperar la respuesta, no a buscarla ni a desearla. Se educan holgazanes intelectuales, esclavos del pensamiento ajeno, porque no fuimos educados a producir conocimiento propio. Por esta razón, es crítico tener en cuenta que la pregunta está primordialmente constituida y fundamentada en la palabra, en el lenguaje. Por lo anterior, es preciso reiterar que al silenciar la pregunta, se amordaza la palabra, y acudimos a lo planteado por Bordelois cuando denuncia:
El deterioro del lenguaje-tanto del que hablamos como del que nos permitimos escuchar- es una forma de autodestrucción sumamente grave, sobre todo cuando acompaña, desde adentro, las enormes fuerzas de agresión externa a las que estamos diariamente sometidos. Es algo así como un suicidio no sangriento decidido como respuesta frente a la adversidad; es abrazarse al enemigo cooperando siniestramente con su tarea. (2003, p. 35)
Dentro de lo que plantea la autora, menciona una agresión externa que imposibilita el lenguaje. En este sentido, el mismo docente se convierte en un agresor que guía al niño y a la niña a la autodestrucción tanto a nivel verbal e intelectual, por no promover la capacidad de asombro, la formulación de preguntas y la búsqueda del conocimiento.
Continuando, Colciencias desde el proyecto La pregunta como punto de partida y estrategia metodológica aporta a la vitalidad de la pregunta en los niños y afirma que:
(…) no sólo el asombro posibilita la generación de preguntas, ello también se logra intencionando interrogantes o cuestionamientos sobre una situación, ejerciendo criticidad, dudando de lo observado, preguntando, lo cual convierte la pregunta en uno de los lugares más relevantes en el crecimiento del niño, la niña y los jóvenes. (Colciencias, 2007, p. 20)
En lo anterior, se hace un llamado a los docentes y padres de familia, para que a través de interrogantes con sentido y propósito, se teja una cultura de la pregunta en la población infantil y juvenil, con el fin contrarrestar la falta de pensamiento crítico que agobia a los ciudadanos colombianos. Así, tanto el asombro y la misma pregunta, se proponen en este proyecto como puntos de partida para la generación de nuevo conocimiento. Entre la metodología que exponen para desarrollar la pregunta, está el registro de interrogantes, ejercicios reflexivos en espacios formativos basados en fuentes bibliográficas, talleres, bitácoras físicas y virtuales, grabaciones audiovisuales, entre otros. Además, comprende la reconstrucción lógica de las preguntas formuladas junto con los estudiantes, para darle mayor sentido y significado a las palabras del discente.
Navegando en mares internacionales encontramos en Costa Rica a Ana Polanco Hernández con el artículo La pregunta pedagógica en el nivel inicial, donde propone una serie de consideraciones generales para los docentes en edad preescolar para implementar la pregunta dentro del aula. Dichas consideraciones se toman de acuerdo al desarrollo de las estructuras mentales de los niños y al espacio donde se realizarían las preguntas. Además, la autora cita a Huck y otros (1976), para exponer los tipos de preguntas para realizar en el nivel inicial; entre éstos están las preguntas de memoria, de comprensión, de interpretación, de aplicación, de análisis y de síntesis. Es de resaltar una de las reflexiones que realiza la autora: “El docente debe ser consciente de que el niño tiene dentro de él un potencial que a través de preguntas pedagógicas puede ser aprovechado y valerse por sí mismo para la construcción del conocimiento.” (Polanco, 2004, p. 12)
Mirando la pregunta pedagógica desde otra perspectiva, se puede observar que no sólo afianza el proceso de pensamiento de los niños, sino que a su vez le aporta a la formación intelectual del docente. Así lo expresa Freire:
La curiosidad del estudiante, a veces, puede conmover la certeza del profesor. Por esto es que, al limitar la curiosidad del alumno, el profesor autoritario está limitando también la suya. Muchas veces, por otro lado, la pregunta que el alumno hace sobre el tema-cuando es libre para hacerla-, puede brindarle al profesor un ángulo distinto, el cual le será posible profundizar más tarde en una reflexión más crítica. (Freire, 1986, 2)
La investigación Stimulating curiosity to enhance learning, realizada por Pluck y Johnson (2011), tiene por objetivo establecer a partir de diferentes teóricos la importancia de estimular la curiosidad para afianzar el aprendizaje, desde una perspectiva pedagógica y psicológica. Afirman que el término curiosidad ha sido retomado más por parte de la psicología que de la misma pedagogía; trayendo como consecuencia pocos registros de cómo estimularlo para aprender. Entre los teóricos allí citados, se retoma a Loewenstein (1994), quien ha teorizado que los “information gaps” son de suma importancia en la educación, debido a que motivan al estudiante a indagar con el fin de completar la información que le falta.
Se evidencia la importancia de retomar la pregunta en el aula, cómo manera de promover la capacidad de asombro y la curiosidad, ya que estos elementos son inherentes al ser humano y de allí brota una significante fuente de conocimiento. El hecho que aún no se ha investigado sobre la implementación de la pregunta como medio que apoye el proceso de adquisición de una lengua extranjera hace que este viaje investigativo cobre gran relevancia y se convierta en un proyecto pionero, debido a su impacto social, por la falta de formación de seres humanos críticos y reflexivos, capaces de formular preguntas frente a su realidad. Es importante iniciar este proceso de formación desde el nivel Preescolar, ya que la curiosidad y la capacidad de asombro es vista como una característica innata del ser humano; mediante la correcta implementación de estrategias y actividades fundamentadas en la pedagogía de la pregunta, cautivando al niño y alimentando su deseo de descubrir nuevos horizontes, como lo es la adquisición de una lengua extranjera.
[blockquote cite=»Mario Benedetti» type=»left, center, right»]
No te quedes inmóvil
Al borde del camino
No congeles el júbilo
No quieras con desgana
No te salves ahora
Ni nunca
[/blockquote]
Y si el asombro entra a las aulas, las preguntas surgen como el fénix
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