Sociedad Cronopio

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LA REINVENCIÓN DEL MUSEO: UNA MEDIACIÓN DESDE LA CULTUROLOGÍA

Por Brahiman Saganogo*

Este texto versa tanto sobre la culturología [1] como sobre museología [2] como sobre la culturología. En efecto, frente a las realidades sociales, el museo más que un lugar de investigación reservada a una élite cultivada, se afirma cada vez más como espacio donde se teje vínculo social y aun, como animador y catalizador de la educación estética y de la cultura artística, al hacer accesible a todos sus colecciones y al implementar para el público acciones educativas y de divulgación como políticas de proximidad.

En efecto, ¿cuál es el sentido y la función del museo? El museo desde sus orígenes estaría desempeñando roles múltiples. Por el momento, se revisarán algunos puntos esenciales a saber: los orígenes del museo como institución cultural; el museo y patrimonio como epicentro del arte, museo como médium en el arte y el concepto de nuevo concepto del museo.

1. SOBRE LOS ORÍGENES Y LOS FUNDAMENTOS DEL MUSEO COMO INSTITUCIÓN CULTURAL

Los orígenes del museo se sitúan mucho antes del Renacimiento o sea, en la Antigüedad griega donde fueron establecidos el museo de Alejandría conocido como «Tesoro» y «Templos antiguos» e iglesias en los cuales se conservaban colecciones. El concepto de museología intervendrá en el siglo XVII a partir de los bufetes de curiosidad, en tanto que forma organizada, y en el siglo siguiente o sea, el XVIII, se nutrirá la idea de la conservación del patrimonio cultural precisamente, la del arte, pero es de señalar que el concepto de Museo y su rol serán realidades entre los siglos XIX y XX.

Así concebido el museo, su existencia se justifica por cinco principales objetivos a saber: el acceso de todos a la cultura legítima tanto nacional como internacional; el brillo espectacular del patrimonio cultural [3] nacional; la ayuda a la creatividad (artística); el fomento de la educación estética y de la cultura artística de manera popular a favor del pueblo y por fin, dar a conocer la verdad cultural. Dichos objetivos constituyen líneas directrices de la política cultural de cada nación mejor dicho, filosofías de su acción cultural, en nombre las cuales cada país es absolutamente un «Estado estético» (Urfalino, 2015, p. 166) [4], es decir, que por medio de su política cultural evidenciada y espacializada por entre los museos, pretenda democratizar al arte y a la cultura a fin de favorecer el encuentro entre pueblos y ciudadanos.

2. PATRIMONIO, MUSEO E INSTITUCIONES DEL ARTE Y DE EDUCACIÓN ESTÉTICO–CULTURAL

Esta es una síntesis sobre la interacción entre museo, patrimonio y centro de arte. En efecto, el término patrimonio (cultural):

[…] está relacionado con el conjunto de los bienes culturales de una sociedad y constituye una especie de «memoria cultural». Por su relación con la sociedad humana, el patrimonio cultural es también el inventario, la gestión y la conservación de la cultura como parte del ser humano, es una suerte de promesa de la construcción de una sociedad determinada culturalmente. Por eso, «ha llegado a ser testigo visible de un pasado totalmente invisible» (Berour, 2006, p. 855) [5].

De allí que resulta difícil captar el concepto de «cultura». Dado que el objeto declarado tanto de la gestión como de la conservación es por supuesto, la suma de los elementos culturales. «[…] desde la perspectiva de una semiótica de la cultura, la cultura tendría como base, el lenguaje en tanto manifestación del lenguaje» (Saganogo, 2017, pp. 50; 49-50) [6].

Respecto a la cultura, conviene señalar que si ésta se caracteriza por un sistema de transmisión de información de tipo tradicional eso, por ser sistema signíco y social, valor espiritual y resultado de actividades productoras del ser humano. Por lo que es la cultura:

[…] el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Ella engloba además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las traducciones y las creencias (Unesco, 1998, p. 109) [7].

Si el patrimonio es la suma de bienes culturales de una sociedad, la cultura sería entonces, un conjunto de sistemas significantes propios a una sociedad, coleccionados, preservados y valorados en centros artísticos y en museos. Por eso, la interacción entre patrimonio, museo e instituciones de arte se justificaría por la política del coleccionismo, la preservación y de difusión de la memoria nacional (memoria de la nación y de los pueblos). En otros términos, dicha interferencia se explicaría por el hecho de que el patrimonio cultural obedece al efecto de producción, el centro de arte al otro efecto, el de recepción, conservación y de divulgación por medio de la exposición en museo.

Por otra parte, la interacción entre dichos términos manifestaría la importancia de la existencia del museo debido a que el patrimonio cultural dominado por el componente artístico con funcionamiento simbólico, merece estar coleccionado, preservado, conservado y expuesto permanentemente para hacer viva tanto la memoria nacional como la de los pueblos.

Además de esta interacción, cabe señalar la otra, es decir, la referente a la interacción entre el arte de concebir el museo y de administrarlo. En efecto, la interacción entre el arte de concebir y de administrar el museo resulta sumamente importante puesto que el museo está hecho por y para el público, su gestión es de gran relevancia. Por eso, un museo es constantemente un proyecto que gestionar. Se trata de una gestión que consiste en ir analizando las interacciones entre las colecciones, los públicos, el entorno espacial del edificio del museo, el recibir al público y el ir precisando partida presupuestal en cada momento de actividad a realizar y también el mantenimiento del mismo.

3. MUSEO COMO «MÉDIUM» EN EL ARTE

La tesis según la cual el museo es un médium, insiste en su rol de mediador y de comunicador entre el producto artístico y el receptor del mismo; una interacción que evidencia funciones propias del museo. En efecto, ante la multiculturalidad [8] y el sincretismo cultural o civilizatorio que predominan desde la Revolución Industrial, el museo ha venido ocupando un sitio de primera importancia; mejor dicho, se ha vuelto un actor principal de la cultura del saber y del conocimiento sobre todo una «matriz de selección y de interpretación del patrimonio que las sociedades transmitirán a las generaciones futuras» (Rasse, 2017, p. 12) [9].

Respecto a las funciones del museo, cabe señalar que éste en tanto que institución cultural, es pluri–funcional o sea, desempeña distintas funciones a saber: función lúdico–instructiva y aun de evasión (una función muy clásica); socio–transformadora, una función que tiene que ver con la capacidad del museo en educar estéticamente y en cultivar artísticamente a su público; cognoscitivo–heurística, a partir de la cual el museo se presenta como una valiosa herramienta que ayuda a comprender la realidad y la verdad subyacentes del acervo patrimonial que se conserva en el museo; artístico–conceptual que es la capacidad del museo en educar intelectual y filosóficamente a su público puesto que el patrimonio es signo que da que pensar, una donación de tipo filosófico porque permite comprender al ser a partir del patrimonio. Pues, una función diríase filosófica del museo como disciplina o unidad de aprendizaje que apunta el conocimiento del ser; informativo–comunicadora, función relacionada con generar la comunicación y la información entre el museo y los seres humanos (públicos); educadora, una función que apunta al conocimiento, al saber; una función relacionada con las funciones catártica, compensadora, lúdica y de diversión; sugestiva, función que tiene que ver con el poder del museo en influenciar en su público y sobre todo, tanto a nivel de la conciencia como a nivel del sub–consciente del mismo; y una función estética que es la relacionada con la línea de enseñanza del museo a partir de la cual, éste capacita a creadores por medio de talleres de creación a menudo, de creación artística.

Al museo, se le puede encontrar otras funciones más relevantes además de las ya señaladas más arriba, —por ser una institución cultural y académica—, que son las funciones significativa o de conocimiento, funciones que se relacionan con el hecho de que tiene el museo un funcionamiento simbólico, de acumulación y de conservación de la información para la comunicación, la significación, la transformación y la apropiación del mundo.

La dinámica de mediación del museo manifestada a través de su dimensión pluri–funcional hace de ése una gran institución cultural, un media al servicio de su público, media que contribuye en la cultura tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Por eso, la idea según la cual «el museo como médium» o como mediador cultural se ha de entender por otra parte, a partir del museo como actor cultural o como actante de la acción cultural y esta última (la acción cultural) en tanto que práctica que deriva de la profesionalización de los administradores de la cultura por el establecimiento del museo como protagonista que organiza la relación entre elementos del patrimonio cultural, el lugar de conservación y de almacenamiento y el público turista visitante. Todo eso hace del museo un instrumento eficaz de la política cultural al hacer accesible la cultura para todos.

El rol de mediador asignado al museo abarca numerosas actividades tales como las visitas guiadas con turistas, las experiencias en talleres, los programas para niños o personas adultas, las exposiciones especiales, las programaciones musicales, las puestas en escenas (teatrales), y los programas circunstanciales, entre otras actividades.

4. NUEVO CONCEPTO DE MUSEO

Ante el advenimiento de las nuevas tecnologías, hoy día, se han de preguntar sobre el devenir del museo. En efecto, por sentimientos pesimistas u optimistas, resulta que si la museología se entiende como el conjunto de las teorías y las reflexiones relacionadas con el dominio del museo, conviene mencionar que ésas han sufrido una evolución vertiginosa debido al progreso técnico, el fenómeno de la globalización y a la multiculturalidad. Por eso, el museo va operando o realizando una política de adaptación según la necesidad del público cada vez más atraído y apegado al uso de las nuevas tecnologías. De allí, que es de reconocer el surgimiento de lo que muchos consideran para esta institución «una nueva edad» del museo o el museo conforme a las fuerzas del mercado (no lucrativo) es decir, el museo adaptado por su nuevo funcionamiento a la influencia creciente de la comunicación, la comercialización de la cultura, la globalización y del financiamiento de la economía. Lo que hace del museo en la actualidad, una institución híbrida que evoluciona entre el servicio al público y la inserción al mercado, de modo que en esta nueva era el «científico se transforme en manager, el erudito en estratega y el letrado en visionario» (Tobelem, 2010, p. 40) [10].

El nuevo museo o el museo adaptado no es más que lo que se conoce como el museo contemporáneo, o sea, el de las necesidades actuales de todo tipo, y ese museo es «el museo de sociedad o de civilización» (Drouget, 2015, p. 111) [11]. Pues, un tipo de museo con múltiples facetas, lo que le vale la apelación de museo moderno, con una diversidad temática y de colecciones, de modo que aquel museo moderno o modernizado constituye mundos o museo–mundos donde se encuentran patrimonios de culturas y de civilizaciones diferentes, museo que trasciende fronteras geográficas y temporales.

En conclusión, se pone de manifiesto una interacción entre patrimonio y público visitante y hace del museo un médium por sus actividades y funciones básicas. Un museo que se va modernizando conforme a los avances técnicos y tecnológicos.

NOTAS

[1] Culturología: Teorías de la cultura, es también, disciplina que abarca las teorías de la literatura, la sociología de la cultura, la religión, la filosofía de la historia, las ciencias políticas, la estética y de la semiótica. Por otra parte, la culturología como disciplina, se propone una nueva manera de pensar el mundo y de comprender las evoluciones contemporáneas.

[2] «Museología»: el conjunto de las doctrinas y de las teorías y las reflexiones relacionadas con el dominio del museo.

[3] Patrimonio cultural: lo constituido por la cultura y sus componentes propios a una sociedad.

[4].Véase. Philippe Urfalino en Ravet, Hyacinthe (2015). Sociologie de l´art. Paris: Armand Colin.

[5].Véase. Berour, Augustin en Mesure, Sylvie et Patric Savidan (2006). Le dictionnaire des sciences humaines. Paris: PUF.

[6].Saganogo, Brahiman «Arte y paterimonio cultural como marcas de identidad» en Ortega González, Ricardo y Daniel Ruiz Cancino (2017). Museo Regional de Guadalajara. Hacia su centenario 1918-2018. Regiones culturales Norte y Altos de Jalisco. Guadalajara: ediciones de la Noche.

[7].Véase. Unesco (1998). El valor de la cultura. Estocolmo: Oficina Regional de la Cultura para América Latina y Caribe, marzo-abril.

[8] Se entiende por multiculturalidad la tendencia en considerar la existencia de distintas culturas en un mismo espacio; es también: «la coexistencia de varias culturas dentro de un mismo país. Se toma en cuenta aquella diversidad cultural en cierto número de teorías políticas contemporáneas para corregir la abstracción de una ciudadanía pensada como trascendencia de todas las diferencias (étnicas, regionales, lingüísticas, religiosas, etc.).Entonces, Se habla entonces, por ejemplo, en el filósofo canadiense Will Kymlicka, de una tentativa de pensar una «ciudadanía multicultural». Véase. Renault, Alain (2010). Découvrir la philosophie: la culture. Paris: Odile Jacob, 2010, pp. 269-270.

[9]. Cfr. Rasse, Paul (2017). Culture, patrimoine, médiation. Paris: Beau livre.

[10].Cfr. Tobelem, Jean-Michel (2010). Les institutions culturelles. Paris: 2010.

[11].Cfr. Drouget, Noémie (2015). De l´exposición de folklore aux enjeux contemporains. Paris: Beau live.

BIBLIOGRAFÍA

Drouget, Noémie (2015). De l´exposition de folklore aux enjeux contemporains, Paris: Beaux lives.

Ortega González, Ricardo y Daniel Ruiz Cancino (2017). Museo Regional de Guadalajara. Hacia su centenario 1918-2018. Regiones culturales Norte y Altos de Jalisco, Guadalajara: ediciones de la Noche.

Mesure, Sylvie et Patric Savidan (2006). Le dictionnaire des sciences humaines, Paris: PUF.

Rasse, Paul (2017). Culture, patrimoine, médiation. Paris: Beau livre.

Renault, Alain (2010). Découvrir la philosophie: la culture. Paris: Odile Jacob.

Ravet, Hyacinthe. Sociologie de l´art (2015). Paris: Armand Colin.

Tobelem, Jean-Michel (2010). Les institutions culturelles. Paris: Beau Livre.

Unesco (1998). El valor de la cultura. Estocolmo: Oficina Regional de la Cultura para América Latina y Caribe, marzo-abril.

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* Brahiman Saganogo (Costa de Marfil), es Doctor en Letras por la Universidad de Guadalajara. Es crítico literario y de arte, semiótico, profesor-Investigador Titular «B» en la Universidad de Guadalajara (México) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Ha participado como conferencista y ponente en varios congresos, coloquios nacionales e internacionales sobre literaturas escrita y oral, arte y semiótica. Es autor de varios artículos como «Sobre aspectos del arte y de la estética» (2012), «La imaginación en el proceso de creación artística» (2012), «Literatura oral y retórica en África occidental» (2012), «Análisis retórico-semiótico de «El arte del sugerimiento» de Vicente Huidobro» (2011), «Poética de El luto humano de José Revueltas» (2011), «Análisis semiótico del discurso de noviembre de 1789 de Mirabeau» (2011), «Disertación sobre evaluación de una competencia intelectual: la interpretación de texto» (2010), «Análisis estructural de «Amanecer» de Charles Baudelaire» (2010) entre otros, y de capítulos de libros de los que se mencionan algunos: «Nadaísmo colombiano: ruptura socio-cultural o extravagancia expresiva» en el libro Le néant dans la pensé contemporaine, Paris, Bès Édition, Collection Publications du Centre Français d´Iconologie Comparée CFIC, 2012, pp. 300-3006, section Littérature, «Tradiciones orales: Los griots Malinkés y el arte oratoria en el Manding». En el libro: La oralidad en contextos diversos. Aportes investigativos para su discusión y comprensión, Bogotá, 2012, y «Semiótica y teología enunciativa: la existencia de Dios en el Islam». En el libro: ¿Dios existe? Una mirada al debate filosófico y teológico, entre otros, y de libros de investigación, El jardín de la retórica. Prolegómenos a un estudio de las figuras des estilo (2013) Variaciones analíticas (2013), La Autobiografía: la notación gráfica del yo 2011, Elementos textuales en Cróncia de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez 2010, y de un libro de traducción: Il n´y a pas de parole heureuse de Tanella Boni al español [No hay palabra feliz] 2012). Es miembro de la Asociación Internacional de Semiótica (AIS) y miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudios sobre la Oralidad, Bogotá.

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