EL GRAN RETO DE LA JUVENTUD VIRTUAL
Por María Fernanda Sierra Perea*
La juventud de hoy en día es sin duda privilegiada. Los jóvenes de hoy han sido dotados de cualidades de un valor sin parangón. Su asombrosa capacidad creativa ha sido la materia prima para la creación de múltiples realidades de las cuales somos testigos en el día a día. Adicionalmente, hoy la juventud goza de una altísima capacidad de interconexión, gracias al Internet y las redes sociales. No hay duda de que la juventud virtual de hoy es distinta a la juventud de hace veinte años.
Sin embargo, debemos hacernos una pregunta obligada ante esta realidad patente: ¿qué tanto esta nueva juventud ha sido capaz de construir comunidad? Hace unos días estuve leyendo un libro que causó gran impacto en mí. En él se hacía una reflexión crítica con respecto al mundo actual; y se cuestionaba qué es aquello que está fallando. Al parecer, el estilo de vida contemporáneo parece privilegiar los beneficios materiales sobre la capacidad de construcción colectiva. En palabras del autor, Tony Judt, se podría afirmar que “en los últimos treinta años hemos hecho una virtud de la búsqueda del beneficio material, hasta el punto de que eso es todo lo que queda de nuestro sentido de un propósito colectivo”.
Ante esta reflexión, debemos hacer una pausa obligada en nuestro camino ¿Qué tanto las preocupaciones aisladas están desplazando las inquietudes comunes? ¿Qué tanto estamos inmersos en la individualidad de la tecnología, para enceguecernos respecto a las posibilidades reales de interconexión que ella nos ofrece? Mi Ipad, mi Facebook, mi Black Berry y mi computador son alternativas que pueden ofrecerme dos caminos: conectarme o desconectarme.
Ahora, analicemos nuevamente la situación. No hay duda de que la realidad de nuestro país debe generar estados de alerta; y que las reflexiones que se nos están planteando en la actualidad son determinantes en la construcción del futuro que deseamos. Hoy la sociedad se atreve a hablar de las víctimas de la violencia, y una de sus mayores victorias es “La ley de víctimas”. Esta ley, si bien es cierto que no es perfecta, es un primer avance de una sociedad que ha decidido reconocer aquellas personas, seres humanos que han sufrido por los múltiples atropellos de esta guerra en la que estamos inmersos desde hace ya varios años. Sin embargo, son también muchos otros los temas que quedan pendientes en nuestro país: la abrumadora pobreza, la impactante desigualdad, los atropellos contra la naturaleza, entre muchos otros.
Si queremos dar solución a los múltiples problemas que nos aquejan, debemos en primer lugar, comenzar a hablar de ellos. Es imposible dar visibilidad a un problema que no ha sido reconocido como tal. Para ello es necesario un sentido de comunidad alrededor de aquella situación particular. Éste es el caso de España con el movimiento 15-M, el cual ha generado una comunidad organizada a partir de un sentimiento convocante de descontento, y la decisión de cambiar dicha situación. En Colombia no podemos quedarnos atrás.
El reto de la juventud colombiana es ver más allá de su realidad más inmediata, para abrir los ojos ante la situación actual de su país; cuestión que la llama a ser protagonista y gestora de cambios, antes que simples espectadores.
Hoy algunos jóvenes se han atrevido a hacer parte de esta solución, y están también actuando para convocar a muchos otros. Estos jóvenes reconocen la importancia de generar ciudadanos participativos, como piedra angular de una democracia sana. Están firmemente convencidos de que la violencia no es un mecanismo ético ni acertado hacia la transformación de la sociedad.
Reafirman asimismo su constante búsqueda de formas innovadoras para solucionar viejos problemas sociales, con la esperanza de que su actuar inspire a otros sectores de la sociedad a retarse a sí mismos (Fuente: Declaración de la Red Colombiana de Jóvenes, 2011).
Éstos son los jóvenes de la Red Colombiana de Jóvenes (Recojo), los cuáles se han unido alrededor de causas sociales para convertirse en el motor de una sociedad distinta. Atrevámonos a seguir el ejemplo de esta nueva juventud; de esta manera nos aseguraremos de que nuestros pasos nos ayuden a avanzar hacia adelante y no a caminar hacia atrás.
*María Fernanda Sierra Perea es Ingeniera Industrial de la Universidad de los Andes, con formación complementaria en lengua y cultura francesa. Especialista en Estado, Políticas Públicas y Desarrollo de la Universidad de los Andes – CIDER. Multiplicadora entrenada Fundación Yo Creo en Colombia y ponente en foros sobre responsabilidad social y emprendimiento. Ha participado como ponente del Primer Foro Nacional Estudiantil sobre Voluntariado y Responsabilidad Social Universitaria (Octubre de 2008) y del Foro Responsabilidad Social, un Compromiso de los Jóvenes con la Niñez de Colombia (Octubre de 2008). Se desempeñó como Directora de Comunicaciones de Empreandes-Uniandes, donde organizó el VI Día del Empresariado Uniandino. (Octubre de 2006). Fue miembro de la junta directiva de la Red Colombiana de Jóvenes – RECOJO (2007-2009) y Directora Comercial de RECOJO desde el 2006.
Muy estimulante tu reflexión: algunos ecos:
https://www.humanities.uci.edu/spanishandportuguese/alud/blog2/?p=2261