LOS HERMANOS MUSULMANES: UNA PARADOJA DEL EGIPTO EN CRISIS
Por Hasan Turk*
¿Quiénes son los Hermanos Musulmanes? ¿Quién va a tomar el poder cuando Mubarak abandone la presidencia en Egipto?
Uno de los grupos de oposición más popular e influyente en este país es el grupo Los Hermanos Musulmanes, entonces ¿qué posibilidad tienen de llegar al poder en El Cairo?
Todos los periodistas ahora hacen estas preguntas a los estudiosos de Oriente Medio, a los líderes de la oposición y hasta a las personas que están haciendo las manifestaciones, protestando en la Plaza de Tahrir. Los medios de comunicación también indagaron al filósofo suizo-egipcio Tariq Ramadán, profesor de Oxford y el nieto de Hasan al Banna, el fundador del movimiento Los Hermanos Musulmanes.
Ramadán aprovechó la ocasión para lanzar el siguiente llamado a la cordura: “Occidente debe dejar de ver y comparar a todos los movimientos islámicos con grupos fundamentalistas y debe entender que hay mucha diferencia entre la situación de Irán de 1979 y de Egipto de 2011. Asimismo deben comprender la diferencia entre el chiismo y sunnismo”.
Hay que destacar que el Ayatola Jomeini, desde el comienzo de la revolución era activo y la religión tuvo un papel muy importante. Pero cuando analizamos el caso de Egipto es muy diferente. En una primera instancia, los que iniciaron las marchas fueron los jóvenes, no los Hermanos Musulmanes y en segundo lugar los que marchan en la calle no están pidiendo que haya un cambio hacia la construcción de un Estado teocrático. En contravía, piden más participación, más democracia y una mejor calidad de vida.
En ese sentido, la Escuela de Defensa de la OTAN publicó un informe hace pocos días con la firma del Sr. Pierre Razoux. En esta publicación se desprende una curiosa recomendación para Egipto y en general para los países de Oriente Medio: La mejor opción que pueden tomar los países árabes es el modelo turco.
Turquía es un país que en su 98 % es de naturaleza musulmana. A la vez es un país laico y democrático: coexisten cristianos, judíos y diferentes religiones. Sin problemas y conflictos pueden practicar sus creencias.
Desde que llegó al poder Receb Tayyip Erdogan en el año 2002, con El Partido de la Justicia y el Desarrollo (Adalet ve Kalkınma Partisi o AKP en turco) realizó reformas sustanciales para democratizar el país; reconoció derechos a la minoría kurda, agilizó las negociaciones con la Unión Europea y a través de su política “Cero problemas con los vecinos”, mejoró las relaciones, en especial con los países árabes y con Grecia. Automáticamente todos estos procesos hicieron que la economía del país mejorara y así los jóvenes y en general la población, tuvieran más oportunidades.
Los países árabes y Occidente no pueden olvidar que la mayoría de la población árabe es musulmana ¿Hasta cuándo se pueden oprimir los derechos de ésta vasta población?
Los manifestantes se ven molestos cuando algunos periodistas les preguntan sobre el papel de los Hermanos Musulmanes en estas manifestaciones. Dicho interrogante borra totalmente la valentía que demuestran los egipcios. También les molesta la pregunta porque Occidente observa y estudia al Oriente Medio como si todos sus habitantes comulgaran con los fundamentalistas.
En realidad, los dictadores en Oriente Medio aplicaron una ley dura –evidentemente represiva- patente durante tres décadas para quedarse en el poder y demostrar de manera errónea la capacidad de gobierno de los islamistas, lo cual poco gozó de representación entre los ciudadanos del común. Por otro lado Occidente ha apoyado a estos regímenes para no perder sus intereses económicos e influencias como ocurrió con el caso iraní.
Es obvio que no podemos decir que los Hermanos Musulmanes no tienen un papel importante en las manifestaciones y que tampoco van a tener un rol o influencia en la creación de la nueva constitución o en el nuevo gobierno. Nos guste o no, los Hermanos Musulmanes son una realidad en Egipto y ellos aprovecharon para su beneficio durante lustros, el caos social y económico del país y ganaron legitimidad ante un porcentaje de la población por medio de sus obras sociales.
Pero los Hermanos Musulmanes no tienen garantizada la victoria. Además, hasta el momento, su líder y portavoces han anunciado que no tienen un candidato presidencial y tampoco se van a presentar en las próximas elecciones que determinará quién ocupará el cargo de estadista.
Hoy en día, los Hermanos Musulmanes también están divididos entre ellos mismo en cuanto a ideología se refiere. Existen diferencias entre la nueva y vieja generación de su movimiento. La nueva generación no quiere una Sharia: desea aplicar el modelo turco, es decir, un Estado más democrático y competitivo a nivel internacional.
Cuando miramos a América Latina, también estamos viendo el mismo cambio en las generaciones. En los años 60 y 70, algunos jóvenes querían llegar al poder a través de las armas: se creaban por doquier grupos guerrilleros e insurgentes. En cambio, en el presente, la nueva generación quiere llegar al poder por medio de las vías democráticas.
Si los analistas políticos en los países latinoamericanos creen en la nueva generación política de América Latina, también se le puede dar la misma oportunidad a la nueva generación árabe-musulmana que aboga por cambios democráticos y pacíficos en su región.
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*Hasan Turk es profesor de turco en la Facultad de Idiomas de la Universidad de Antioquia. Es además, docente de Islam, política y religión en la Universidad Pontificia Bolivariana y estudiante de la Maestría de Estudios Políticos de la misma universidad Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Antioquia y de la Universidad de Medellín Contacto: hasturco@gmail.com
Interesante artículo. Solamente cada pueblo conoce sus propias circunstancias y tiene derecho a decidir sobre su forma de gobernarse. Desde tan lejos es muy fácil hablar, pero es igualmente facil equivocarse.