BUSES ESCALERA: MÁS QUE LATAS Y ARMAZÓN DE MADERA
Por José Mauricio Sánchez Rivera
Hablar de Chivas o Buses Escalera en Colombia, es hablar de cultura, de tradición, de desarrollo rural y urbano, pero más allá de ello hay que hablar del gran intercambio cultural que yace sobre sus latas y armazón de madera, finamente adornado con figuras geométricas, pequeñas pinturas a escala y un gran número de imágenes, propias de la religión católica.
Unas sobre seis ruedas, otras encima de menos ejes, lo importante es que a su rodar transportan la capacidad del hombre de permear culturalmente a otros. Es decir, de llevar sus tradiciones culturales de un lugar a otro, sin importar las distancias y las barreras imaginarias instauradas por un grupo de personas. En pocas palabras, un medio de transporte que da cuenta fehaciente de la globalización.
¿Alguna vez han escuchado acerca de la escritura cúfica? ¿Saben que con ella adornan casas y autos en Medio Oriente? ¿Han detallado en alguna ocasión las finas líneas que adornan las carrocerías de Las Chivas? ¿Reconocerían ese tipo de pintura sí la vieran en otro lugar o sobre alguna superficie en particular, como el Corán? Éstas y muchas otras preguntas dan paso a una corta investigación frente a este tema, es decir, trataremos de reconocer cómo ocurren los préstamos culturales, poniendo en tela de juicio el hermetismo de nuestra cultura y reevaluando la tonta idea que la globalización es de esta época.
Para poder descubrir un poco más de ello es necesario ahondar en temas puntuales como los inicios de la cultura cúfica, de dónde proviene y cómo llega hacer parte fundamental de la decoración de Las Chivas o Buses Escalera en Colombia, principalmente en el departamento de Antioquia.
Escritura Cúfica
Como escritura cúfica es conocida aquella tipografía nacida en Kufa, hoy en día Irak, a partir del Siglo VIII. Sus características primordiales son: ángulos pronunciados y grandes alargamientos horizontales, que espacian las palabras dentro de una misma línea, queriendo simular los finos movimientos del aire y el agua. Podemos encontrar algunas variantes como el Cúfico Florido, en donde los trazos adquieren rasgos vegetales, similares a las enredaderas, con el fin de darles la impresión de entrecruzamiento. También encontramos el Cúfico Geométrico, caracterizado por contar con tipografías estilizadas y simplificadas que forman figuras geométricas, muy utilizado en la decoración de las paredes exteriores de las mezquitas y los alminares (torres propias de las mezquitas). Otra de las variantes es la escritura Cúfica Oriental que acentúa el movimiento diagonal de los elementos rómbicos y verticales presentes en cada representación.
Las primeras pruebas que documentan la utilización de la escritura cúfica, yacen sobre las diferentes ediciones del Corán, libro sagrado de los musulmanes, elemento primordial para su expansión por África y la Península Ibérica, principalmente España y Portugal. Tras su llegada a estos territorios, los calígrafos locales modificaron algunos elementos al marcar el acento sobre las letras finales, extenderlas y darles grandes curvas. De la misma manera la escritura Cúfica Española cuenta con características determinantes, entre las que sobresalen la delgadez, la utilización de signos diacríticos y los delicados matices, que aumentan el contraste en sus colores.
Con posterioridad y fruto de la Inquisición, que desplazó un sinnúmero de conversos deseosos de encontrar un lugar inhóspito, lejos de los desaciertos de la Iglesia Católica, la escritura cúfica llega a tierras colombianas, permeando desde el Caribe hasta el centro del país. Caso aparte ocurre en Antioquia, en donde la presencia de inmigrantes europeos, que posteriormente decidieron residir allí, ayudó a su expansión y demás manifestaciones culturales propias de Medio Oriente y Europa. Por su parte, la naciente sociedad antioqueña fue la encargada de retrasmitir toda esta información en los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y parte del Tolima y Valle del Cauca, paralelamente al movimiento de colonización sobre estas zonas.
En pocas palabras, los vestigios de la escritura cúfica están presentes en gran parte del territorio colombiano. Prrueba de ello son las mezquitas ubicadas en el Caribe Colombiano y las zonas de influencia del Río Magdalena. Además de algunas edificaciones que simulan la arquitectura propia del Islam y, ni que decir, de los textos del Corán que llegaron al país en épocas pasadas. Aunque la verdadera prueba de los intercambios culturales acontecidos en nuestro territorio, yace pintada sobre el armazón de madera y hierro de Las Chivas o Buses Escaleras que operan desde 1908.
Las Primeras Chivas o Buses Escalera
Según cuenta Hernando Pérez, quién lleva 50 años decorando Chivas o Buses Escalera, las primeras rutas de transporte en Medellín contaban con una flota amplia de este tipo de vehículos, que cubrían las rutas urbanas y rurales de la época, tras el desmonte de los buses alemanes y estadounidenses. Antes de su puesta en marcha, y por la falta de una industria automotriz, los chasis DOOGE y FORD 46, 50, 56, 57 y 60, eran importados desde Estados Unidos por un grupo de empresarios antioqueños.
Luego de su importación, las labores de mecánica, latonería y pintura eran realizadas en Talleres de Itagüí y Barrio Triste, Medellín, lugar donde Hernando Pérez aprendió el arte de la decoración y la pintura de Chivas, al lado de grandes maestros como Alejandro Serna, Arnulfo Villa, Julio Flórez alias “Tarzán”, entre otros muchos. Allí, mientras unos trazaban las líneas que delimitaban por dónde pasaría el fino pincel del maestro, encargado de darle el toque final a sus trabajos, otros aprendían el arte de la decoración.
La utilización de una larga regla de madera, un compas del mismo material, hecho a medida, y los pinceles de Rafael Esteban García, son parte fundamental para un buen trabajo, como lo afirma Luis Fernando Pérez, quien desde los 14 años, al igual que su padre, incursionó en esta profesión. Para él, las herramientas más costosas son los pinceles (No, 10, 12, 14,16 y 18) hechos de la Cola de Marta Kolinsky o Marta Roja, además de las brochas y pinturas, generalmente a base de aceite. Estas herramientas quedarían obsoletas de no ser por la capacidad que tiene cada pintor de utilizar sus manos, las mismas que mezclan, miden cantidades, delinean, pintan y decoran cada una de sus obras de arte, con el pulso de un relojero suizo o de un gaitero colombiano.
Los pasos fundamentales a la hora de pintar y decorar una Chiva van desde el estado del vehículo, al referirnos a latonería y pintura, además del costo que el cliente esté dispuesto a pagar, puesto que en muchas ocasiones el desplazamiento de los pintores es necesario y los costos son incrementados. Ejemplo de ello son los viajes de don Hernando Pérez, quien cuenta que ” ya son tres las veces que he ido a San Andrés, ha pintar las Chivas de un hotel grande que hay allá”. Al igual que su hijo, quien constantemente va de un lado para el otro, aunque los lugares más frecuentados son el oriente antioqueño y el suroeste antioqueño.
Al preguntarles a Hernando Pérez y su hijo Luis Fernando Pérez, por el tipo de tipografía qué utilizan en sus trabajos, ellos tan sólo responden que no saben mucho. Lo único que saben es que ha pasado de padre a hijo. Y agregan que su utilización, llena de arabescos, círculos, imágenes paisajistas y religiosas, adornadas con colores vivos y finas líneas, tan sólo es realizada en Antioquia, a diferencia de las demás chivas o Buses Escaleras que hay en el país. Es decir, inconscientemente estos maestros de la decoración utilizan a diario los vestigios de la escritura cúfica, sin saber de su procedencia, evolución e importancia para el Mundo Islámico y Occidental.
Tan es así que al nombrarles el término escritura cúfica, ellos responden que en ningún momento habían escuchado acerca de ello, y dicen sin vacilar: “¿Qué es eso? ¿De dónde viene?, Ah ya, es que nosotros hemos aprendido como pintar y hacer una que otra maraña, pero no sabíamos que eso lo llamaban así”. Por esta razón, los textos referentes a la historia de las Chivas hacen poco énfasis en los vestigios culturales del islam, como los elementos cúficos florales y geométricos, que yacen sobre todo el vehículo.
En resumidas cuentas, las Chivas o Buses Escalera hablan de cómo la cultura antioqueña es fruto de la globalización, de los constantes desplazamientos de un lugar a otro, de la genialidad de los turcos para negociar, mediante el uso del cálculo y todas sus variantes, de su arraigo por la religión; y de la visión del mundo, pese a estar sitiados visualmente por la geografía presente a su alrededor.
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*José Mauricio Sánchez Rivera es Comunicador Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, con énfasis en: Comunicación Organizacional, Mercadeo, Fotografía, Radio, Televisión y Prensa Escrita. Trabajpo como redactor auxiliar a cargo de las notas internacionales del Noticiero Económico de Antioquia (Radial) y las Notas Confidenciales de J. Enrique Ríos. Hizo parte del equipo organizador de la Corporación Premios Hétores, mientras que la segunda obedece a la participación en la realización de la XII Temporada Internacional de Zarzuela y Opereta Ciudad de Medellín 2009 y la XII Temporada Internacional de Ópera Ciudad de Medellín. Jefe Inmediato Elisa Brex Bonini, Directora Artística de la institución Cultural. Práctica Profesional
muy buen articulo me gusto mucho gracias.
Lo sentimos pero no tenemos esa información de los pintores, pero puedes contactar al autor del artículo José Mauricio Sánchez Rivera vía Linkedin.
Buenas tardes. Yo soy estudiante de Comunicación Social de Eafit y estoy haciendo una crónica sobre la decoración de las chivas y por qué estas son tan coloridas. Buscando en Internet me encontré este artículo y me pregunto si podrían ayudarme con algunas fuentes (teléfonos) de pintores como Alejandro Serna Jr. o Hernando Pérez con el ánimo de entrevistarlos para el trabajo.
Muchas gracias.