Sociedad Cronopio

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Politica Mexico

ANTE LA AUSENCIA DE LA POLÍTICA EN MÉXICO

Por Margarita Flores*

Con el arribo de los tecnócratas a México (1988), la política ha sido la gran ausente. A casi veinticuatro años de la ausente, partidos como Nueva Alianza presumen en su spots publicitarios trascender la política, lo cual podría tener tres lecturas: o una pacificación plena del país, lo cual ya no requiere de política; un control total —en el sentido estricto del término totalitarismo—, o un pleno desconocimiento de lo que es la política. La primera no es posible porque la inseguridad está en su pleno auge y la segunda bien puede estarse cimentando de manera casi imperceptible.

Ahora bien ¿qué tienen que ver los tecnócratas con la política? A su vez ¿qué tiene que ver esto con la comunicación política?

La política es un término que al igual que la democracia es usado y abusado sin conocerse a ciencia cierta qué es y cuáles son sus características. De hecho, en las últimas décadas es uno de los términos más odiados y mal vistos por los ciudadanos mexicanos en general, y mal entendida por los estudiantes universitarios en particular. Ante la pregunta ¿qué es política? La respuesta de estos últimos como definición es: la lucha por el poder, y se le relaciona con corrupción, abuso, nepotismo.

La política se llena de adjetivos, y los funcionarios públicos se asumen como políticos. Así, deja de ser sustantivo para conformarse en adjetivo.

Luego entonces, las acciones de los funcionarios y sus actos de uso y abuso del poder se ven directamente relacionados con la percepción de la política. ¿Pero son ellos políticos? O más aún ¿hacen política?

Por tanto, es menester hacer la diferenciación entre político, funcionario y tecnócrata, después explicar qué es la política, analizar si quienes nos gobiernan pueden hacer política.

¿FUNCIONARIOS, TÉCNICOS O POLÍTICOS?

A) TECNÓCRATAS

Para poder estudiar, comprender y explicar la realidad nacional, y sobre todo saber cuándo y dónde surge el resentimiento hacia todo lo que tenga ver con la política y en particular con lo que se piensa de los políticos, es necesario, de hecho indispensable, conocer el tipo de gobernantes que tenemos así como establecer los conceptos y diferencias entre tecnócrata, funcionario público, y político.

Los tecnócratas o gobierno de los técnicos –menciona Bernard Crick (Defensa de la política contra la tecnología)— «sostienen que como todos los grandes problemas de la civilización humana son técnicos, pueden solucionarse con conocimientos existentes o de fácil adquisición si se destinan los recursos suficientes». Son hombres prácticos que de acuerdo a su postura sólo se requieren dos cosas para mantener en marcha el Estado: conocimiento y recursos.

Para el tecnócrata —continúa Crick— «el Estado es una fábrica que produce bienes para la sociedad. No es el protector de los derechos o el árbitro entre intereses divergentes, sino el productor de felicidad; es decir, de bienes de consumo… considera que toda la sociedad es una fábrica de la que el Estado es el gerente.»

Como gerente supervisa, permite o prohíbe. Así, todas aquellas actividades improductivas como el arte, la filosofía o el ocio por ineficaces son irrelevantes.

Sólo administran, producen, supervisan. Se busca, la eficacia, la eficiencia, la producción, el crecimiento.

¿Qué caracteriza el gobierno de los tecnócratas? Según Bobbio (El futuro de la democracia) «poseen conocimientos a los que no tiene acceso la masa» no porque la masa, en el sentido peyorativo de la palabra, sea ignorante o irracional o poco interesada en los temas que le atañen sino más bien «del reconocimiento objetivo de su ignorancia, o mejor dicho de su no–conciencia, de la diferencia insalvable que separa al experto del ignorante, al competente del incompetente, al laboratorio del científico o del técnico de plaza.»

Los temas que se dan a conocer a la opinión pública más que cuestiones de la cosa pública, de la República, tienen que ver con escándalos, «medidas» de emergencia, asesinatos masivos, despliegue del ejército, destitución o muerte de funcionarios. Temas que son tratados y difundidos con una amplia cobertura. En contraste, poco se nos informa sobre las reformas estructurales, sobre la flexibilidad laboral, el funcionamiento de las multinacionales, la expansión de la propiedad de ciertos particulares, las reformas constitucionales, entre otros temas. Los expertos para la resolución de dichos problemas son los tecnócratas.

B) FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Para Crick los funcionarios públicos son los administradores, formados para la gestión práctica, cuyo objetivo es la preservación del Estado. Están al servicio de los políticos. Para Weber (La política como vocación) el funcionario es el que vive de la política, se van transformando en un conjunto de trabajadores intelectuales excelentemente especializados gracias a una inmensa preparación, al verdadero funcionario no le atañe hacer política debe limitarse a la «administración» y de manera imparcial, debe ejercer su cargo: desprovisto de ira y de prevención, le está vedado aquello que corresponde a los políticos, les resulta fácil inclinarse ante la personalidad del jefe cuya actuación sea demagógica. Pueden ser trasladados o destituidos a voluntad o quedan colocados en una situación de disponibilidad.

C) POLÍTICOS

Para Weber los políticos son los que hacen de la política su vida, el cargo político puede ser honorario, son personas independientes. Sus cualidades son: la pasión, sentido de responsabilidad y mesura. Sus dos pecados mortales: la carencia de finalidades objetivas y la falta de responsabilidad.

La vanidad, la excesiva ambición de aparecer lo más posible en primer plano, es lo que más induce y/o seduce al político a cometer uno de esos dos pecados y hasta los dos. Su aspiración es tomar parte en el poder o influir en la distribución del mismo, entre los diferentes Estados o en el propio. El político dispone de personal administrativo para auxiliarse y medios materiales correspondientes a la administración.

Crick añade que «Un político no es un delegado; el político tiene poder para actuar junto con otros políticos… no está sujeto a instrucciones diarias». No expone a su pueblo de manera innecesaria y aunque los problemas parezcan no tener solución siempre tiene un «sin embargo» como respuesta.

Spinoza también menciona (Tratado Político): «El deber de quien detenta el poder estatal, es conocer en cada momento la estructura y situación del Estado, velar por el bienestar de todos y hacer lo que es útil a la mayor parte de los súbditos.»

El deber de todo político es poner en primer lugar el bien común a partir del pleno conocimiento del país que se gobierna, —debilidades, carencias, necesidades, prioridades— y de la población. De la condición del país frente a otros y su capacidad de enfrentar problemas de cualquier índole.

LA POLÍTICA

Para Angelo Panebianco (El precio de la libertad) «El arte de la política es el arte de movilizar compromisos en torno de valores y de forjar consensos mediante la construcción de coaliciones entre intereses». La política entonces es acción a partir del conocimiento de la población y de sus intereses. Es la capacidad de encontrar puntos de encuentro, terrenos en común en los cuales fincar las bases de los compromisos de las partes constitutivas.

La política implica aún más, para Bernard Crick es una actividad que reconoce la existencia de grupos divergentes, con intereses y costumbres diferentes que pueden coexistir en un territorio determinado bajo un gobierno común. Busca el orden y el bienestar, entraña cierta tolerancia, va de la mano con la libertad, acepta sus limitaciones, establece prioridades y orden en las demandas antagónicas. Respeta la individualidad, es una actividad libre, creativa, flexible, agradable y humana.

Para Bauman (En busca de la política), la política genera seguridad, certidumbre y protección.

La política es una actividad agradable, tolerante, cuyo dique es la justicia, es plural, tiene límites, no interviene en el arte, en el ocio, en la vida privada, es una necesidad de cualquier sociedad. No puede generar desigualdad porque ello conllevaría descontento y como consecuencia desorden, apatía, despolitización, desconfianza, etc.

Luego de una larga, exhaustiva y necesaria explicación visto está que nuestros gobernantes no son políticos sino tecnócratas; y que no hacen política sino administración. Eso explica la situación tan deteriorada en la que se encuentra la sociedad mexicana, el grado de abstencionismo, el pauperismo extremo de la población, la brecha cada vez más grande ente ricos y pobres, la pérdida de libertades, el alto grado de violencia, el temor y silencio de la población.

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* Margarita Flores, licenciada. Magister en Ciencia Política. Tiene un Diplomado en tecnologías de la Información y la Comunicación. Es asesora en línea de cursos del uso de las TIC en la enseñanza. Es docente de Análisis de la Información Política; Estado, poder, y sistema.

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