ACCIÓN POÉTICA: LA POESÍA COMO PARTE DEL PAISAJE URBANO
Por Jimena Vera Psaró*
Acción poética es un movimiento que inició hace más de dieciocho años por Armando Alanis Pulido en Monterrey, México. «Se trata de compartir: La poesía me apasiona, me hace sentir bien, me hace ser mejor persona y creo que ese efecto se multiplica si lo pones al alcance de todas las personas», afirma el creador de esta iniciativa.
INICIOS
Aunque en sus inicios tomó la estética del grafiti y los muros se pintaban irrumpiendo en forma clandestina, al poco tiempo la propuesta fue adoptando reglas claras en la búsqueda del consenso: «No pintamos en donde no nos autorizan, repudiamos actitudes vandálicas sobre la propiedad, creemos que la poesía no merece ese lugar», explicita el manifiesto de Acción Poética. Desde entonces cada muro es un acto colectivo compartido, cualquier persona se puede sumar a pintar las letras, compartir lecturas, música y la experiencia junto a la familia dueña de la pared que se ofreció para la intervención literaria.
EL ACTO DE PLASMAR POESÍA
Ante todo un acto poético que tiene premisas muy claras: no es vandalismo, no se usan aerosoles, se pinta a la luz del día, siempre con el consentimiento del dueño de la casa, que cede la pared, y compartiendo un momento de celebración de la poesía junto a los vecinos. Esta particularidad provoca reacciones que para los integrantes del movimiento siempre son inolvidables, por la calidez de las personas que se acercan y celebran la propuesta.
La estética que unifica al movimiento es plasmar micro poesías en lo posible de no más de ocho palabras, en dos líneas, siempre en letras de imprenta negras sobre fondo blanco. Cada muro va firmado por Acción Poética y el lugar de procedencia. No se escribe el nombre del autor de la frase «cada poema es de la gente que lo lee y lo necesita», afirma Pulido. No obstante, en las redes sociales se hace referencia a autores, poesías completas en el caso de haber utilizado extractos y se documenta mediante registro fotográfico todo el proceso de creación de cada mural.
DE MURO REAL A MURO VIRTUAL
Este movimiento se viraliza en las redes sociales por la cantidad de gente que comparte las publicaciones en Facebook de Acción Poética. Actualmente el proyecto se encuentra en más de setenta ciudades mexicanas y en veintiocho países (toda Latinoamérica y algunos países europeos como España e Italia).
El sitio de Colombia superó ya los dos millones de seguidores. Daniel Zuluaga, impulsor del movimiento en el país, relata que: «A la gente le gusta mucho lo que hacemos, nos pide que le regalemos nombres de libros. Gente que no ha tocado un libro es su vida nos dice que quiere leer. Estamos logrando algo».
En Argentina su fuerte está en la ciudad de Tucumán, impulsado por Fernando Ríos Kissner como referente e impulsor de revalorizar la palabra en el espacio urbano de varias provincias del país y desde Argentina también en Perú, Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Venezuela.
Perú inició una serie de murales en quechua: «Ama Qonqawychu» (no me olvides) ó «Imainan… Manan Munankimaychu» (Pero… ¿Cómo no quererte?). En Argentina, un poeta Qom Toba obsequió su poesía «Jacaha ca julvi´i ra ñauojnaga» (la sabiduría de querernos infinitamente) durante su visita a una ciudad, destacando en el lenguaje la identidad de los pueblos originarios.
POESÍA PARA LEER SINTIENDO
En La Rioja, Argentina, se ha creado el primer mural de Acción Poética en macro braille. Se realizó a principios del año pasado (2013) en la Escuela de Gestión Comunitaria, donde asistía Leandro, un niño ciego. En el ingreso al edificio la frase elegida fue «Aquí somos reales: decimos lo siento, abrazamos, tenemos paciencia, nos queremos», de un lado escrita en letras negras sobre fondo blanco y del otro costado, la traducción en macro braille usando una plantilla y tapitas plásticas de gaseosas como puntos. La iniciativa fue celebrada por otras ciudades y recibió el especial aval de Armando Alanis Pulido quien propuso que para el día internacional de las personas no videntes se replicara un muro así en cada ciudad.
«Sin poesía no hay ciudad» es casi la frase inaugural en cada sitio que inicia el movimiento. A partir de ese muro, la poesía fluye por la calle y se replica en infinidad de soportes para que la palabra viaje y provoque.
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+Sur Cronopio es una nueva columna de www.revistacronopio.com escrita desde el sur de América Latina. Porque mirar Latinoamérica es como estar en una autopista, que si bien en un principio parece extensa y vertiginosa, se conoce a fondo cuando se observan de cerca los micromundos con los que convivimos a diario. La propuesta de esta columna es resignificar lo urbano desde la palabra.
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* Jimena Vera Psaró es Licenciada en Comunicación Social. Nació en La Rioja, Argentina, en abril de 1979. Cursó estudios de arte, diseño gráfico y periodismo. Trabajó en medios gráficos, empresas de telecomunicaciones y docencia. Desde hace 3 años inició Anima Mulita, su estudio de diseño y comunicación, sostiene el trabajo cooperativo desde ¡Amalaya! Como escritora recibió el 3er premio en el II Concurso Literario Febrero Chayero 2012, participó de tres antologías (entre ellas «Invitados a escribir» de la Biblioteca Popular Ciudad de Los Naranjos y en «Travesuras» como finalista del Iº Certamen Internacional de Literatura Infantil) y obtuvo el 1er Premio por La Rioja en el Concurso Regional de Microrrelatos Norte Cultura (2014).