CREAR ES CREER
Por Jimena Vera Psaró*
Cuando aparentemente ya está todo inventado, el desafío de crear alternativas y nuevos modos de ver el mundo nos sumerge en la confluencia de muchas disciplinas que aún mantienen encendida la necesidad de transformar.
En el último Encuentro latinoamericano de Diseño, realizado a fines de julio 2015 en Buenos Aires, Argentina, se convocó a debatir a profesionales, educadores y estudiantes de Diseño (gráfico, industrial, informativo, de modas, etc.), Ilustración, Cine, Tv, Fotografía, Publicidad, Relaciones públicas, Multimedia, Tecnología, Tendencias, Tecnología, Sustentabilidad, Negocios e Investigación entre otros.
Una de las preguntas recurrentes fue la incertidumbre del profesional ante lo masivo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que por ejemplo permiten el acceso de cualquier sujeto a plantillas para crear sitios webs, hacer infografías o retocar fotografías con filtros desde cualquier dispositivo (como un smartphone) con gran calidad. Entonces ¿dónde reside lo específico de estas profesiones? Una frase que es usual para definir el oficio de los comunicadores sociales resume que somos portadores de “un mar de conocimiento con un centímetro de profundidad”.
Entonces ¿qué es lo concreto? Las nuevas destrezas que demanda la actualidad tienen que ver con conocimientos específicos sobre pequeñas áreas específicas que se interrelacionarán de manera obligada con otros espacios, profesionales y saberes. La experiencia transformadora reside entonces en la inteligencia colectiva: “Ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos”, dice un proverbio japonés.
De este modo, por ejemplo, el pliegue de un papel mediante la técnica de origami, puede ser la base creativa de un folleto, la pantalla de una lámpara con leds, el desarrollo experimental de un dispositivo de almacenaje o bien la forma en la que la NASA pliega los paneles solares para ahorrar espacio y aprovechar el máximo de luz en sus naves. A partir de un concepto simple, las múltiples disciplinas se conjugan para dar respuesta a diferentes planteos. Y mientras se pueda crear, las certezas del futuro aumentan.
También el espacio público se interviene y transforma creando nuevas maneras de leer la ciudad. El video arte sale de las pantallas para conformarse en una poética visual contemporánea y efímera como lo es el mapping. El sujeto también se transforma e interviene usando su cuerpo como lienzo, se estudian las estéticas de la indumentaria, el tattoo, los piercings o cómo la caligrafía muta en diseño de fuentes tipográficas o letras corpóreas a gran escala que de la mano del hombre vuelven a ser parte del paisaje urbano. Lo analógico convive con lo digital y crear no está condicionado por las herramientas tecnológicas. Pizarras dibujadas con tiza en una exquisita técnica de lettering conviven con letreros digitales y pantallas en afluencia e identidad de una misma estética.
Construir el relato
Esta expresión define la búsqueda de hacer comprensible, comunicable y visual la dinámica de un orden propuesto con un sentido compartido. Es la constante evolución y transformación de esa promesa.
En el ámbito del diseño, el relato es una demanda del público y de los clientes que marca diferencia cuando el producto ha sido debidamente estudiado, planificado y creado para satisfacer una necesidad. Los especialistas sostienen que es mucho más fuerte la historia que tienen para contar sobre el producto, que el producto en sí. Y esto no es vender “espejitos de colores”, sino que es dar respuesta en base a un conocimiento profundo que conecta con muchas áreas afines. Desde cómo se inspiró, qué elementos se usaron, por qué, definir la identidad del trabajo, potenciar sus valores, hacer la puesta en lenguaje de uso para que el mensaje sea entendido por todos y fundamentalmente conectar con las emociones.
Ninguna tendencia de comunicación descuida ahora el contacto con su público, la fidelización y el esfuerzo por mantener esa relación que muchas veces excede lo comercial. Incluso es destacable el valor que la gente le da a las acciones de responsabilidad social de las marcas para identificarse o no con ellas.
Crear es creer que un nuevo orden es posible, que el mundo se puede diseñar y transformar. Es atender los tiempos en donde lo material está en un constante juego de uso y obsolescencia (programada). Es darle a lo efímero una señal de que la realidad es posible, esa, la que soñamos.
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* Jimena Vera Psaró es Licenciada en Comunicación Social. Nació en La Rioja, Argentina, en abril de 1979. Cursó estudios de arte, diseño gráfico y periodismo. Trabajó en medios gráficos, empresas de telecomunicaciones y docencia. Desde hace 3 años inició Anima Mulita, su estudio de diseño y comunicación, sostiene el trabajo cooperativo desde ¡Amalaya! Como escritora recibió el 3er premio en el II Concurso Literario Febrero Chayero 2012, participó de tres antologías (entre ellas «Invitados a escribir» de la Biblioteca Popular Ciudad de Los Naranjos y en «Travesuras» como finalista del Iº Certamen Internacional de Literatura Infantil) y obtuvo el 1er Premio por La Rioja en el Concurso Regional de Microrrelatos Norte Cultura (2014).