Literatura Cronopio

UNIDOS POR LA POESÍA

Por Esperanza Melecio Salgar*

1. ¿Qué significa para usted la poesía y por qué decidió hacerse poeta?

Desde que fui consciente de la trascendencia de la Literatura en la raza humana, he compartido la afirmación de que la poesía es el género literario más importante, dado que ella transversaliza los demás géneros, mediante códigos que el poeta desglosa para interpretar su propia realidad.

Para mí, la poesía es un catalizador de emociones que se convierte en un compromiso libertario para todo aquel que decide aceptar el llamado de las palabras, en el momento justo en que se siente la necesidad de plasmar a través de ellas reflexiones, sentimientos o vivencias, que al expresarlas tienen el poder de convertir en bálsamo tranquilizante la existencia.

Por otro lado, pienso que nadie decide volverse poeta de forma premeditada; en mi caso particular, jamás imaginé escribir poemas, porque siempre me he identificado con la narrativa, además los verdaderos poetas, me han merecido muchísima admiración y respeto; aunque como docente de Lengua castellana, suelo potenciar en mis estudiantes el amor y la estética por las letras, convencida de que son la herramienta que les permite enfrentar el mundo con menos traumatismos, ofreciéndoles la idea que sí es posible intentar ser poeta o escritor sin morir en el intento; lo que nunca imaginé es que en ese quehacer, aparecería la necesidad urgente de querer expresar mis vivencias a pesar del temor propio de todo principiante.

Pero, el detonante definitivo para querer escribir «mis propias locuras» como le llamo a mis poemas y adaptarlas a mi vida, fue la separación inminente de mis hijas y nieto por la violencia vivida en el país. Éste acontecimiento hizo que necesariamente la asumiera de lleno; debo confesar que ha sido una de las mejores experiencias que me han ocurrido; desde entonces, siempre me acompaña para resistir un poco la barbarie de la que el mundo está hecho.

De igual forma, me considero una constante aprendiz y trato de no perderme en la falsa ilusión de creer que mis poemas son lo más extraordinario, por lo tanto permanezco atenta en la búsqueda de la técnica que es la que hace a un verdadero poeta.

2. ¿Cuáles escritores o poetas han influenciado su carrera poética?

Pienso que son muchos, pero debo citar algunos clásicos, porque considero que estos textos de la narrativa universal son auténticos poemas en prosa que siempre serán lecturas obligadas como: La Odisea, El Quijote y el Otoño del Patriarca, entre otros; los narradores que me han influenciado son los del boom latinoamericano, especialmente Gabo, uno de mis favoritos porque le puso el alma a sus obras para crear conciencia sobre las diferentes problemáticas sociales que deshumanizan al hombre al describir la realidad y el poder de la burocracia de las multinacionales, entre otras. En su obra cumbre, Cien años de soledad, nos dejó el legado de poder conocer a fondo las potencialidades y carencias de nuestro continente americano, con la fin de motivarnos a valorarlo y a permanecer siempre en pie de lucha para lograr una vida más equitativa y esperanzadora.

Imposible no mencionar a Jorge Luis Borges, por su inmensa sapiencia; igual Eduardo Galeano y Juan Rulfo por su admirable espíritu crítico sobre la realidad latinoamericana. Por otro lado, es inevitable no mencionar a Edgar Alan Poe y a Franz Kafka, por su tremenda habilidad para manejar el concepto de lo absurdo aterrizado a la realidad. Igualmente, los escritores rusos: León Tolstói y Fiódor Dostoyevski, quienes a pesar de su contenido religioso, dejaron en sus obras tantas enseñanzas sin necesidad de describir el drama interno de cada uno de sus personajes. Y por último, cómo no mencionar a Gustave Flaubert y su Madame Bovary por el valor que le da a la autonomía de la mujer, fiel a sus sentimientos. Siempre me ha maravillado la forma de adentrarse y comprender la esencia de la mujer con tanta genialidad y respeto como lo hizo en ese libro, pese a la época tan cerrada en la que fue concebido.

Por otro lado, no podría dejar de mencionar a mi exalumno Nicolás Tascón Gallardo, a quien admiro profundamente por su tremenda capacidad lectora y escritural; a pesar de su corta edad ha escrito un considerable número de textos en narrativa que escribe por simple pasión. Por ello, desde siempre le he augurado un excelente futuro en el mundo de las letras. En fin, no terminaría de mencionar tantos narradores que han estado por mi camino.

En poesía, puedo citar entre muchos al romántico Gustavo Adolfo Bécquer y, a Pablo Neruda, por el manejo maravilloso de los sentimientos; Juan Ramón Jiménez y Gabriel Celaya por su apuesta de querer transformar conciencias mediante la poesía; Vicente Huidobro, por su mirada avanzada y, definitivamente, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire y el norteamericano Walt Whitman, por su grandiosísimo aporte del verso libre. No puedo dejar de citar a Octavio Paz, a quien admiro profundamente por su calidad poética. He leído con gran esmero a la colombiana Piedad Bonnet, por su poesía existencialista a raíz del suicidio de su hijo. Por último, no podría dejar de mencionar a mi gran amigo, el poeta español David Fernández Rivera por su pasión, entrega y constante deseo de innovar —a pesar de su juventud— en la poesía contemporánea.

En música, Mercedes Sosa, Facundo Cabral, Silvio Rodriguez, Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat, quienes convirtieron en hermosas canciones poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado y Federico García Lorca, entre otros.

Finalmente, deseo mencionar y agradecer a los docentes de Lenguaje de mi colegio I. E. Julia Restrepo de ésta ciudad, quienes incentivaron de la mejor manera mi amor por los libros. Posteriormente, allí tuve la inmensa alegría de ejercer como docente en las áreas de lenguaje e inglés; recuerdo con una gran sonrisa, que cuando cometíamos alguna falta, «el castigo» era permanecer varias horas en la biblioteca, y por supuesto, yo no salía de allí; es así como decidí estudiar licenciatura, para hacerla mi modus vivendi.

3. ¿Qué relación o compromiso tiene su poesía con la experiencia social?

Aunque siempre he pensado que la poesía tiene autonomía total para no tener compromisos con nada, dado que su única misión es la de ennoblecer la raza humana (Walt Whitman), sí creo que indudablemente y sin proponérselo, trasciende las conciencias del colectivo; de este modo, abre senderos en pro de una mejor convivencia y reflexión permanente de la existencia que tanta falta nos hace. Por lo anterior, concuerdo con el pensamiento de Gabriel Celaya cuando afirma que «la poesía es una herramienta para formar y transformar, con la que identificarse y “mancharse” ideológicamente». De esta forma expone su concepción sobre la poesía como un arma cargada de futuro para la transformación social con la que buscó sensibilizar a las masas.

4. ¿Cuáles autores recomendaría a las personas que se inician en el mundo de la literatura?

Como docente, siempre recomiendo a mis estudiantes leer inicialmente lo que les cause placer; el tema de la preferencia de cada quien. Con la experiencia he aprendido que no es bueno «obligarles» a leer textos que no les signifiquen; sólo de esta manera se puede lograr que los chicos se acerquen a esta práctica sin traumatismos. Posteriormente, se les debe orientar con lecturas más especializadas, porque, tal y como decía Borges: «La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a ser feliz». Además, en la actualidad las redes sociales parece que nos ganan la partida por el amor a los libros, por lo tanto, es deber de su entorno inicial y la escuela, incentivar dicha pasión en los jóvenes de la mejor manera posible. Por ello, se debe ser muy cuidadoso al acercarlos a este proceso. Rafael Pombo, colombiano, es una muy buena elección para iniciar a los más pequeños a este tipo de motivación. Yo lo hice con mis hijos y ahora con mi nieto.

5. ¿Piensa que la poesía puede aportar a los cambios que vivencian las sociedades?

Sí lo creo, aunque en la pregunta anterior, expliqué que no es su fin, pero indirectamente lo hace, porque es un género que en últimas lo que hace es potenciar mejores seres humanos desde la reflexión de sus propias vivencias.

6. ¿Qué consejo le daría usted a las personas que empiezan a escribir poesía?

Que empiecen por leer y relacionarse con el vasto mundo de la literatura, y especialmente, los tratados sobre poesía; además de los poetas más representativos; que se enamoren de ella, la vivan y la sientan; que la encuentren en el mar, en los sonidos, en el llanto, en la música, en los amaneceres fríos, en el viento, en los ojos de los indefensos, en la belleza de un atardecer, en el viento, en los aromas de las flores, en las manos cansadas del anciano…, porque la poesía no tiene límites; sólo de esta manera se encuentra la propia voz para un día empezar a llenar la hoja en blanco que tanto pánico causa en un principio. Dice García Lorca que hasta en lo vulgar hay poesía.

7. ¿Quién es para usted un verdadero poeta y cuáles deberían ser sus principales características?

Un verdadero poeta es quien dedica toda su existencia a vivir la poesía con la pasión, el compromiso y el respeto que ella demanda. Un verdadero poeta, tiene la obligación de buscar hasta el cansancio las palabras perfectas para expresar todo su ser y es allí donde está la dificultad. Por ello, creo en la afirmación que: «hay mucha poesía y pocos poetas».

8. ¿Podría darme el nombre de tres poemas que le hayan marcado su gusto por la poesía?

—«El seminarista de los ojos negros», de Miguel Ramos, español, la leí por casualidad a los once años cuando mi madre, como al descuido, dejó un libro de poemas sobre mi cama; estaba convaleciente de una virosis. Recuerdo que me causó tanto impacto la trama que al terminar de leerla me subió una fiebre altísima. Ahí me enteré del poder que tienen las palabras.

—«¿Por qué tocas mi pecho nuevamente?», de Octavio Paz, porque en él el poeta explica todo lo que puede provocar la poesía.

—«Otro poema de los dones», de Jorge Luis Borges, por su inmenso sentimiento de agradecimiento, donde parece abarcar el mundo entero.

9. Por último, ¿podría compartir algunos de sus hábitos para escribir poesía?

Leer y releer, creo que es lo único que nos enruta verdaderamente. Siempre estar a la expectativa sobre las diferentes técnicas de arte poética para no improvisar en los momentos de creación. Además, pienso que se logra con muchísimas horas de intento de escribir poesías.

Siempre llevo libros, libreta y lápiz en mi bolso; suelo estar atenta para no dejar escapar ideas que me parecen relevantes. Un buen diccionario de sinónimos y antónimos es vital.

Cuando escribo algún poema lo comparto en primer lugar con alguna persona amiga y lo dejo en remojo hasta cuando decido enfrentarlo. Por último, la noche y una música suave son mi gran compañía cuando de escribir se trata.

* * *

MANIFIESTO DE LA PALABRA

«…Qué buen idioma el mío, qué buena lengua
heredamos de los conquistadores torvos…»
(Pablo Neruda)

Soy ella —la palabra—
la que se posa en tu boca
en tus manos, en el viento
en la lágrima y en el ave dormida.

Soy ella, la que tocas
la que canta, la que duele
la que baila, la que prefieres
y soy magia, estrella y esperanza.

Soy la que con vocablos amados
Se cuela en Borges, Keats, Poe, Baudelaire
Rimbaud , Gabo y en Ti.

Soy —la palabra— , la que en ocasiones
Te esquiva y con sigilo se acomoda en el
alma dolida
y cuando me encuentras redimo tu agonía.

Soy —palabra— unas veces radiante
otras triste o altiva;
pero siempre allí , para que me tomes
¡Y me ames!

PIEL

La piel emite señales
Que solo ella traduce
Señales llenas de historias
Que cuentan al viento
Lo que la existencia ha sido.

Grita y se conmueve hasta el delirio
Cuando en la lectura del mundo
Encuentra el verso perfecto
Suspendido en el tiempo.

Manifiesta que se apabulla
Cuando la sombra de aquel recuerdo
Aparece impasible y obcecado
En un rinconcito de la luna.

Hace alarde de su fortaleza
Al embestir el dolor seco de la traición
Y para remendar sus alas rotas
Sucumbe ante en hechizo
De una noche silente.

Piel, testiga muda
De voces extremas
Que sigilosas se incrustan en el alma
—siempre permaneces atenta—
Mientras el último tic–tac, escuches.

VEINTITRÉS LUNAS«

«El sol ha sido espurgado del cielo y una
desdichada oscuridad invade el mundo»
(Homero).

Una mirada cómplice, el inicio
un cúmulo de ilusiones, su destino
y una sonrisa franca el puente
para sellar aquel pacto de vida.
¡Lo predijo el oráculo!

Aunque de tarde en tarde
el camino se torna angosto
sombras de tedio, ahora
lamen insistentes su piel.

Continúa a tientas sus pasos
tropieza, cae, se levanta
¡ojalá me aguante la vida! —dice—
y la angustia vestida de fiesta
se apodera de sus huesos.

Y en noches que braman silencios
las sombras no le hablan de él
añora sus brazos
exiliados en otros, ¡tal vez!

Su boca grita ausencias
Su beso ahora es de nadie
solo le queda destejer
la mortaja de sueños
para el hechizo liberar.

Veintitrés lunas son demasiadas para esperar
Su vida se ha vuelto migajas
—te libero Ulises— ¡suelto tu mano!
—No seré más tu Penélope—
¡El oráculo, se equivocó esta vez!

* * *

El presente texto hace parte del libro «Unidos por la poesía. 22 entrevistas y antología», publicado por la Alcaldía de Tuluá (Valle, Colombia) en 2017.

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* Esperanza Melecio Salgar (Cali–Colombia). Licenciada en educación básica con énfasis en Lenguaje por la Universidad del Valle. Especialista en Pedagogía de la Lengua Escrita por la Universidad Santo Tomás. Docente de idiomas Castellano e Inglés en el sector oficial y privado —Tuluá-Valle—.